viernes, 12 de noviembre de 2010

Boaventura de Sousa y la epistemología del sur como alternativa de

Publicado por REBELION.ORG

09-09-2010

Boaventura de Sousa y la epistemología del sur como alternativa de
emancipación social


Fernando Arellano Ortiz
Cronicon.net




La globalización neoliberal mediante la especulación financiera, la
apertura indiscriminada de mercados, el accionar de las bolsas de
valores y los organismos internacionales de crédito, ha generado un
“fascismo social” que entre sus consecuencias está produciendo
silenciamiento y dolor, sostuvo el científico social portugués
Boaventura de Sousa Santos en desarrollo de la conferencia que dictó
en Bogotá, en la Cátedra Orlando Fals Borda.
Se trata, explicó, de un tipo de fascismo pluralista producido por la
sociedad en lugar del Estado. “El Estado es simplemente un testigo
complaciente, cuando no un culpable activo. Buena parte del mundo,
agregó, vive un régimen de poder e intercambios extremadamente
desiguales, que se dirigen a formas de exclusión particularmente
severas y potencialmente irreversibles”.

De Sousa, doctor en Sociología del Derecho de la Universidad de Yale y
catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra es
además director del Centro de Estudios Sociales de esta institución,
así como profesor distinguido de diversos establecimientos académicos
del mundo. Es uno de los académicos e investigadores más importantes
en el área de la sociología jurídica y cumple un papel de activista
desde el Foro Social Mundial.

Los pueblos no son sujetos de derechos

Su enfoque sobre la actual crisis mundial es el de que los pueblos, en
su inmensa mayoría, no son sujetos de derechos humanos, no obstante
que la invasión a Irak o las colonizaciones se hicieron so pretexto de
la defensa de tales derechos. “Es una sociedad donde los derechos
constituyen un falso universalismo. Esto es así porque no todos tienen
derechos, muchos no son ciudadanos, quedaron fuera del contrato
social, arrojados al estado natural. Es también una sociedad en la
que, sobre todo en las ciudades coloniales, no se constituyó la
sociedad civil. Para los indígenas, nativos eran los colonos, o sea,
en el Estado capitalista, la sociedad civil es siempre el otro. Por lo
tanto, ¿por qué vamos a apelar en este momento al concepto de sociedad
civil planetaria para resolver el problema? Porque no somos capaces de
pensar un nuevo escenario a partir de lo viejo y de conceptos que
están a nuestra disposición para ser trabajados”.

Desde su óptica de sociólogo sostiene que “vivimos hoy en sociedades
políticamente democráticas y socialmente fascistas. El Estado actúa a
veces en forma democrática, en las llamadas áreas civilizadas de la
sociedad, a veces en forma fascista, en las áreas más marginadas de la
sociedad, contra los campesinos sin tierra, contra los marginales de
este mundo. Por lo tanto, el mismo Estado tiene ese doble
comportamiento”.

Estado de bienestar para las empresas

Lo que ha sucedido, explica, “es que el Estado de bienestar de los
ciudadanos pasó a ser un Estado de bienestar de las empresas. Nunca se
otorgaron tantos incentivos a las empresas como hoy. Pero la sociedad
civil por la cual luchamos es la sociedad de los oprimidos y de los
explotados. Y del conjunto de sus luchas es que los explotados dejan
de ser víctimas para pasar a ser protagonistas y sujetos. Eso es una
sociedad civil planetaria. Existe una diferencia entre explotados y
oprimidos. Los explotados siempre fueron una minoría y las clases
dominantes siempre tuvieron miedo a los explotados, nunca a los
oprimidos. En este momento, asistimos a una fusión entre explotados y
oprimidos y eso lleva al colapso del contrato social. Las luchas de
las sociedades civiles tienen que articularse en tres escalas: local,
nacional y global”.

Epistemología del sur

De Sousa Santos analizó la construcción de Estados plurinacionales e
interculturales, para los cuales el reconocimiento y la incorporación
de las prácticas políticas, culturales y económicas de los pueblos
indígenas y afroamericanos son fundamentales. Condición indispensable
para ello es el cambio de paradigmas en el ámbito académico, que parta
por categorizar desde la realidad específica de América Latina; por
ello, plantea y fundamenta una “Epistemología del Sur” que supere esa
racionalidad monocultural de Occidente.

Se trata, dice, de aprender del sur, “que es una comprensión del mundo
mucho más amplia que la que nos da la comprensión occidental, y que a
pesar de ser cada vez más clara, no está todavía contabilizada en las
soluciones políticas y teóricas que por ahora tenemos”.

En consecuencia, “hay que aprender toda la riqueza práctica y también
teórica que en el sur global ha surgido en las últimas décadas. Por
eso es necesario pensar que la diversidad del mundo es inagotable, por
lo que no hay una teoría general que pueda surgir y dar cuenta de toda
esta diversidad”.

Reinventar la emancipación

Al repensar la diversidad del mundo, el científico social portugués
considera necesario también “reinventar la emancipación social”, tema
complejo que tiene que ver “con la idea de la diversidad e
interculturalidad, que no es solamente una cuestión cultural, sino un
aspecto político, y por eso tiene que ser tratado a nivel del Estado y
la democracia”.

El término revolución, hoy en día si es aceptable, señala, tiene que
ser entendido no en una concepción de Marx, pero probablemente sí en
una concepción de Walter Benjamin.

“Para Benjamin la revolución no era el motor de la historia; era un
freno antes del abismo. Es decir tenemos que crear una revolución para
impedir que caigamos en el abismo, y me parece que eso es lo que está
pasando”, sostiene.

Para enfrentar el capitalismo y el colonialismo

El concepto de desarrollo fue inventado para satanizar a los países
subdesarrollados, por ello planteó la necesidad de enfrentar el
capitalismo y el colonialismo desde una dimensión epistemológica para
lo cual considera necesario luchar por una democracia participativa y
redistributiva mediante sistemas alternativos de producción. Pero al
mismo tiempo, “la ciencia tiene que caminar junto con otras formas de
conocimiento. El conocimiento de los indígenas, o de los campesinos
tiene que transformarse en materia prima, por cuanto la biodiversidad
va a ser una gran lucha contra el saqueo al Tercer Mundo, esa nueva
forma de imperialismo que es el bioimperialismo”.

Así mismo, las luchas sociales deben convertirse en un ejercicio de
ciudadanía a través de la articulación de alianzas, al tiempo que es
prioritario enfrentar el monopolio de la palabra en manos de los
grandes consorcios mediáticos. Esta dificultad, dice, de Sousa, “tiene
que ser combatida a través de formas alternativas de información y
comunicación”.

“El objetivo a largo plazo es generar un pensamiento alternativo de
alternativas que posibilite la transformación hacia una nueva ética,
una nueva estética, una nueva sensibilidad para una nueva política. Es
una utopía, pero no se dejen intimidar por la idea de que somos
utópicos. Todas las grandes ideas, antes de que se hicieran realidad,
fueron consideradas utópicas”.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante
una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para
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