http://www.eluniversal.com/2010/10/19/pol_art_sacerdote-se-declara_2073785.shtml
Sacerdote se declara en huelga de hambre en la AN
José Korta, de 81 años, exige liberación del cacique Sabino y otros dos
yukpas
JUAN FRANCISCO ALONSO | EL UNIVERSAL
martes 19 de octubre de 2010 12:00 AM
El edificio José María Vargas, sede administrativa de la Asamblea Nacional,
vuelve a ser el escenario para otra huelga de hambre. Ayer, el sacerdote
jesuita José María Korta, de 81 años de edad, anunció que iniciaba un ayuno
indefinido en reclamo por la liberación de los yukpas Sabino Romero,
Alexander Fernández y Olegario Romero, quienes se encuentran detenidos desde
hace meses, acusados de participar en unos disturbios ocurridos en octubre
de 2009 en la sierra de Perijá (Zulia) y en los cuales tres miembros de ese
pueblo originario fallecieron.
Korta de 81 años, fundador de la Universidad Indígena de Venezuela (UIV),
anunció que no suspenderá su protesta hasta tanto los tribunales permitan
que los indígenas sean enjuiciados de acuerdo con sus tradiciones, tal y
como lo prevé el artículo 160 de la Constitución de 1999.
En julio pasado el TSJ fue el escenario de protestas de miembros de las
comunidades yukpas y de simpatizantes, quienes reclamaban lo mismo. Sin
embargo, el máximo juzgado desoyó sus demandas y resolvió trasladar el caso
desde el Zulia a Trujillo.
En agosto Lilian Sanguino se declaró en huelga de hambre ante la sede
administrativa de la AN en demanda de la liberación de su hermano.
http://www.elpueblosoberano.net/2010/10/razones-de-mi-huelga-de-hambre/
Capítulo Ecuador es un espacio de construcción de dialogo, análisis y debate, conformado desde el 2008 por intelectuales e investigadores ecuatorianos que realizan un trabajo conjunto con redes sociales de America Latina con el propósito de contribuir con propuestas y alternativas para la sociedad ecuatoriana y latinoamericana.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Boaventura de Sousa y la epistemología del sur como alternativa de
Publicado por REBELION.ORG
09-09-2010
Boaventura de Sousa y la epistemología del sur como alternativa de
emancipación social
Fernando Arellano Ortiz
Cronicon.net
La globalización neoliberal mediante la especulación financiera, la
apertura indiscriminada de mercados, el accionar de las bolsas de
valores y los organismos internacionales de crédito, ha generado un
“fascismo social” que entre sus consecuencias está produciendo
silenciamiento y dolor, sostuvo el científico social portugués
Boaventura de Sousa Santos en desarrollo de la conferencia que dictó
en Bogotá, en la Cátedra Orlando Fals Borda.
Se trata, explicó, de un tipo de fascismo pluralista producido por la
sociedad en lugar del Estado. “El Estado es simplemente un testigo
complaciente, cuando no un culpable activo. Buena parte del mundo,
agregó, vive un régimen de poder e intercambios extremadamente
desiguales, que se dirigen a formas de exclusión particularmente
severas y potencialmente irreversibles”.
De Sousa, doctor en Sociología del Derecho de la Universidad de Yale y
catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra es
además director del Centro de Estudios Sociales de esta institución,
así como profesor distinguido de diversos establecimientos académicos
del mundo. Es uno de los académicos e investigadores más importantes
en el área de la sociología jurídica y cumple un papel de activista
desde el Foro Social Mundial.
Los pueblos no son sujetos de derechos
Su enfoque sobre la actual crisis mundial es el de que los pueblos, en
su inmensa mayoría, no son sujetos de derechos humanos, no obstante
que la invasión a Irak o las colonizaciones se hicieron so pretexto de
la defensa de tales derechos. “Es una sociedad donde los derechos
constituyen un falso universalismo. Esto es así porque no todos tienen
derechos, muchos no son ciudadanos, quedaron fuera del contrato
social, arrojados al estado natural. Es también una sociedad en la
que, sobre todo en las ciudades coloniales, no se constituyó la
sociedad civil. Para los indígenas, nativos eran los colonos, o sea,
en el Estado capitalista, la sociedad civil es siempre el otro. Por lo
tanto, ¿por qué vamos a apelar en este momento al concepto de sociedad
civil planetaria para resolver el problema? Porque no somos capaces de
pensar un nuevo escenario a partir de lo viejo y de conceptos que
están a nuestra disposición para ser trabajados”.
Desde su óptica de sociólogo sostiene que “vivimos hoy en sociedades
políticamente democráticas y socialmente fascistas. El Estado actúa a
veces en forma democrática, en las llamadas áreas civilizadas de la
sociedad, a veces en forma fascista, en las áreas más marginadas de la
sociedad, contra los campesinos sin tierra, contra los marginales de
este mundo. Por lo tanto, el mismo Estado tiene ese doble
comportamiento”.
Estado de bienestar para las empresas
Lo que ha sucedido, explica, “es que el Estado de bienestar de los
ciudadanos pasó a ser un Estado de bienestar de las empresas. Nunca se
otorgaron tantos incentivos a las empresas como hoy. Pero la sociedad
civil por la cual luchamos es la sociedad de los oprimidos y de los
explotados. Y del conjunto de sus luchas es que los explotados dejan
de ser víctimas para pasar a ser protagonistas y sujetos. Eso es una
sociedad civil planetaria. Existe una diferencia entre explotados y
oprimidos. Los explotados siempre fueron una minoría y las clases
dominantes siempre tuvieron miedo a los explotados, nunca a los
oprimidos. En este momento, asistimos a una fusión entre explotados y
oprimidos y eso lleva al colapso del contrato social. Las luchas de
las sociedades civiles tienen que articularse en tres escalas: local,
nacional y global”.
Epistemología del sur
De Sousa Santos analizó la construcción de Estados plurinacionales e
interculturales, para los cuales el reconocimiento y la incorporación
de las prácticas políticas, culturales y económicas de los pueblos
indígenas y afroamericanos son fundamentales. Condición indispensable
para ello es el cambio de paradigmas en el ámbito académico, que parta
por categorizar desde la realidad específica de América Latina; por
ello, plantea y fundamenta una “Epistemología del Sur” que supere esa
racionalidad monocultural de Occidente.
Se trata, dice, de aprender del sur, “que es una comprensión del mundo
mucho más amplia que la que nos da la comprensión occidental, y que a
pesar de ser cada vez más clara, no está todavía contabilizada en las
soluciones políticas y teóricas que por ahora tenemos”.
En consecuencia, “hay que aprender toda la riqueza práctica y también
teórica que en el sur global ha surgido en las últimas décadas. Por
eso es necesario pensar que la diversidad del mundo es inagotable, por
lo que no hay una teoría general que pueda surgir y dar cuenta de toda
esta diversidad”.
Reinventar la emancipación
Al repensar la diversidad del mundo, el científico social portugués
considera necesario también “reinventar la emancipación social”, tema
complejo que tiene que ver “con la idea de la diversidad e
interculturalidad, que no es solamente una cuestión cultural, sino un
aspecto político, y por eso tiene que ser tratado a nivel del Estado y
la democracia”.
El término revolución, hoy en día si es aceptable, señala, tiene que
ser entendido no en una concepción de Marx, pero probablemente sí en
una concepción de Walter Benjamin.
“Para Benjamin la revolución no era el motor de la historia; era un
freno antes del abismo. Es decir tenemos que crear una revolución para
impedir que caigamos en el abismo, y me parece que eso es lo que está
pasando”, sostiene.
Para enfrentar el capitalismo y el colonialismo
El concepto de desarrollo fue inventado para satanizar a los países
subdesarrollados, por ello planteó la necesidad de enfrentar el
capitalismo y el colonialismo desde una dimensión epistemológica para
lo cual considera necesario luchar por una democracia participativa y
redistributiva mediante sistemas alternativos de producción. Pero al
mismo tiempo, “la ciencia tiene que caminar junto con otras formas de
conocimiento. El conocimiento de los indígenas, o de los campesinos
tiene que transformarse en materia prima, por cuanto la biodiversidad
va a ser una gran lucha contra el saqueo al Tercer Mundo, esa nueva
forma de imperialismo que es el bioimperialismo”.
Así mismo, las luchas sociales deben convertirse en un ejercicio de
ciudadanía a través de la articulación de alianzas, al tiempo que es
prioritario enfrentar el monopolio de la palabra en manos de los
grandes consorcios mediáticos. Esta dificultad, dice, de Sousa, “tiene
que ser combatida a través de formas alternativas de información y
comunicación”.
“El objetivo a largo plazo es generar un pensamiento alternativo de
alternativas que posibilite la transformación hacia una nueva ética,
una nueva estética, una nueva sensibilidad para una nueva política. Es
una utopía, pero no se dejen intimidar por la idea de que somos
utópicos. Todas las grandes ideas, antes de que se hicieran realidad,
fueron consideradas utópicas”.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante
una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para
publicarlo en otras fuentes.
09-09-2010
Boaventura de Sousa y la epistemología del sur como alternativa de
emancipación social
Fernando Arellano Ortiz
Cronicon.net
La globalización neoliberal mediante la especulación financiera, la
apertura indiscriminada de mercados, el accionar de las bolsas de
valores y los organismos internacionales de crédito, ha generado un
“fascismo social” que entre sus consecuencias está produciendo
silenciamiento y dolor, sostuvo el científico social portugués
Boaventura de Sousa Santos en desarrollo de la conferencia que dictó
en Bogotá, en la Cátedra Orlando Fals Borda.
Se trata, explicó, de un tipo de fascismo pluralista producido por la
sociedad en lugar del Estado. “El Estado es simplemente un testigo
complaciente, cuando no un culpable activo. Buena parte del mundo,
agregó, vive un régimen de poder e intercambios extremadamente
desiguales, que se dirigen a formas de exclusión particularmente
severas y potencialmente irreversibles”.
De Sousa, doctor en Sociología del Derecho de la Universidad de Yale y
catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra es
además director del Centro de Estudios Sociales de esta institución,
así como profesor distinguido de diversos establecimientos académicos
del mundo. Es uno de los académicos e investigadores más importantes
en el área de la sociología jurídica y cumple un papel de activista
desde el Foro Social Mundial.
Los pueblos no son sujetos de derechos
Su enfoque sobre la actual crisis mundial es el de que los pueblos, en
su inmensa mayoría, no son sujetos de derechos humanos, no obstante
que la invasión a Irak o las colonizaciones se hicieron so pretexto de
la defensa de tales derechos. “Es una sociedad donde los derechos
constituyen un falso universalismo. Esto es así porque no todos tienen
derechos, muchos no son ciudadanos, quedaron fuera del contrato
social, arrojados al estado natural. Es también una sociedad en la
que, sobre todo en las ciudades coloniales, no se constituyó la
sociedad civil. Para los indígenas, nativos eran los colonos, o sea,
en el Estado capitalista, la sociedad civil es siempre el otro. Por lo
tanto, ¿por qué vamos a apelar en este momento al concepto de sociedad
civil planetaria para resolver el problema? Porque no somos capaces de
pensar un nuevo escenario a partir de lo viejo y de conceptos que
están a nuestra disposición para ser trabajados”.
Desde su óptica de sociólogo sostiene que “vivimos hoy en sociedades
políticamente democráticas y socialmente fascistas. El Estado actúa a
veces en forma democrática, en las llamadas áreas civilizadas de la
sociedad, a veces en forma fascista, en las áreas más marginadas de la
sociedad, contra los campesinos sin tierra, contra los marginales de
este mundo. Por lo tanto, el mismo Estado tiene ese doble
comportamiento”.
Estado de bienestar para las empresas
Lo que ha sucedido, explica, “es que el Estado de bienestar de los
ciudadanos pasó a ser un Estado de bienestar de las empresas. Nunca se
otorgaron tantos incentivos a las empresas como hoy. Pero la sociedad
civil por la cual luchamos es la sociedad de los oprimidos y de los
explotados. Y del conjunto de sus luchas es que los explotados dejan
de ser víctimas para pasar a ser protagonistas y sujetos. Eso es una
sociedad civil planetaria. Existe una diferencia entre explotados y
oprimidos. Los explotados siempre fueron una minoría y las clases
dominantes siempre tuvieron miedo a los explotados, nunca a los
oprimidos. En este momento, asistimos a una fusión entre explotados y
oprimidos y eso lleva al colapso del contrato social. Las luchas de
las sociedades civiles tienen que articularse en tres escalas: local,
nacional y global”.
Epistemología del sur
De Sousa Santos analizó la construcción de Estados plurinacionales e
interculturales, para los cuales el reconocimiento y la incorporación
de las prácticas políticas, culturales y económicas de los pueblos
indígenas y afroamericanos son fundamentales. Condición indispensable
para ello es el cambio de paradigmas en el ámbito académico, que parta
por categorizar desde la realidad específica de América Latina; por
ello, plantea y fundamenta una “Epistemología del Sur” que supere esa
racionalidad monocultural de Occidente.
Se trata, dice, de aprender del sur, “que es una comprensión del mundo
mucho más amplia que la que nos da la comprensión occidental, y que a
pesar de ser cada vez más clara, no está todavía contabilizada en las
soluciones políticas y teóricas que por ahora tenemos”.
En consecuencia, “hay que aprender toda la riqueza práctica y también
teórica que en el sur global ha surgido en las últimas décadas. Por
eso es necesario pensar que la diversidad del mundo es inagotable, por
lo que no hay una teoría general que pueda surgir y dar cuenta de toda
esta diversidad”.
Reinventar la emancipación
Al repensar la diversidad del mundo, el científico social portugués
considera necesario también “reinventar la emancipación social”, tema
complejo que tiene que ver “con la idea de la diversidad e
interculturalidad, que no es solamente una cuestión cultural, sino un
aspecto político, y por eso tiene que ser tratado a nivel del Estado y
la democracia”.
El término revolución, hoy en día si es aceptable, señala, tiene que
ser entendido no en una concepción de Marx, pero probablemente sí en
una concepción de Walter Benjamin.
“Para Benjamin la revolución no era el motor de la historia; era un
freno antes del abismo. Es decir tenemos que crear una revolución para
impedir que caigamos en el abismo, y me parece que eso es lo que está
pasando”, sostiene.
Para enfrentar el capitalismo y el colonialismo
El concepto de desarrollo fue inventado para satanizar a los países
subdesarrollados, por ello planteó la necesidad de enfrentar el
capitalismo y el colonialismo desde una dimensión epistemológica para
lo cual considera necesario luchar por una democracia participativa y
redistributiva mediante sistemas alternativos de producción. Pero al
mismo tiempo, “la ciencia tiene que caminar junto con otras formas de
conocimiento. El conocimiento de los indígenas, o de los campesinos
tiene que transformarse en materia prima, por cuanto la biodiversidad
va a ser una gran lucha contra el saqueo al Tercer Mundo, esa nueva
forma de imperialismo que es el bioimperialismo”.
Así mismo, las luchas sociales deben convertirse en un ejercicio de
ciudadanía a través de la articulación de alianzas, al tiempo que es
prioritario enfrentar el monopolio de la palabra en manos de los
grandes consorcios mediáticos. Esta dificultad, dice, de Sousa, “tiene
que ser combatida a través de formas alternativas de información y
comunicación”.
“El objetivo a largo plazo es generar un pensamiento alternativo de
alternativas que posibilite la transformación hacia una nueva ética,
una nueva estética, una nueva sensibilidad para una nueva política. Es
una utopía, pero no se dejen intimidar por la idea de que somos
utópicos. Todas las grandes ideas, antes de que se hicieran realidad,
fueron consideradas utópicas”.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante
una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para
publicarlo en otras fuentes.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Ese colonialismo interno: El silencioso verdugo del líder indígena Sabino Romero
Ese colonialismo interno: El silencioso verdugo del líder indígena Sabino Romero
Redacción ElPuebloSoberano.net on nov 4th, 2010
“Qué sentencia decidiréis contra aquél que mata en la carne al tiempo que él ha sido asesinado en el espíritu?”( Gibran Khalil Gibran).
María de los A. Peña
En el contexto de la huelga de hambre del hermano jesuita Jesús María Korta, quien manifestó que la misma “es para expresar que necesitamos darle un vuelco total a la implementación de la Constitución Bolivariana partiendo desde el “Soberano Indígena” y “crear instituciones apropiadas para manejar las diferencias entre los pueblos originarios y compartir las semejanzas que tengamos con ellos”, se visibilizó –una vez más- , el drama nacional por el que atraviesan hermanos y hermanas indígenas en lo relacionado a la demarcación y autodemarcación de sus territorios.
Todo esto agudizado ante la ausencia de una comisión de demarcación seria que con la inclusión de aliados con probada experiencia y trayectoria de lucha en el tema sea capaz de asumir de una vez por toda esta deuda histórica. Aunado a esta realidad y como una de las consecuencias directas, la huelga de hambre del hermano Korta, huelga que interpeló conciencias, permitió también exponer el perverso andamiaje que soporta el abuso de poder de ciertos funcionarios responsables en el tema indígena, ambiente, demarcación y seguridad territorial y el cual ha servido para criminalizar y condenar al líder indígena Sabino Romero.
Es el llamado colonialismo internalizado (habitante maligno que cobra vida en el modo de ejercer y hacer política de muchos funcionarios) el verdadero verdugo de este hermano, cuya lucha ha sido la que ha permitido evidenciar el atraso en el cumplimento de las leyes indígenas consagradas en la Constitución y en otras legislaciones. Vilipendiado por el poder, como si se tratase de un enemigo de la Revolución, este indígena cuyo padre fue asesinado hace dos años por un conocido ganadero (caso por cierto que fue mandado a investigar denunciado hasta por el mismo Presidente Chávez en acto con la Ministra Nicia Maldonado), sus hijas golpeadas por ganaderos, amenazadas de violencia sexual y su compañera de vida irrespetada por militares durante los días de visita, continúa ahora su pelea por su liberación definitiva, en medio de un juicio empañado de vicios y mentiras.
Es oportuno que se sepa que este indígena, quien le recuerda al país y a la Revolución que la dignidad de Guaicaipuro vive (y no queda encerrada en cliché discursivos o nombrado solo en fechas de celebración o a conveniencia del poder), acudió al despacho de la Ministra Maldonado, el 6 de mayo de 2008 justamente para denunciar lo que hoy se ha configurado en una crónica de una muerte anunciada: los conflictos por la ausencia de demarcación en tierras indígenas.
Sí. Sabino viajó a Caracas, el mismo año en que asesinaron a su padre a punta de golpes. Intentó hablar con la ministra, quien le negó la audiencia para luego salir esta declarando por RNV, que Sabino estaba siendo utilizado por grupos, por lo tanto su pelea no es legítima. Le negó esta Ministra, cuya gestión ha sido cuestionada por otros pueblos indígenas, la oportunidad de recibir a Sabino quien le llevaba las denuncias que constan en la fiscalía en Machiques, en Maracaibo, las denuncias hechas ante la comisión permanente de pueblos indígenas, la planilla de audiencia en la defensoría del pueblo en Maracaibo número P-06-00595,la referencia las cartas dirigidas al comandante Freitez solicitándole protección en la zona, la carta dirigida al fiscal general de la República, a la defensora, la denuncia llevada ante la defensoría indígena, la denuncia que se le entregó al entonces viceministro indígena Jorge Chaknupa, la del parlamento indígena, también la carta escrita a puño y letra por su hijo acerca la vez en que fue golpeado por tres cuidadores de haciendas…y así las ganas de decirle que él, Sabino, junto a su pueblo, estaban dispuestos a colaborar en el impulso integral de estas tierras ociosas, así como su deseo de trabajar por la seguridad alimentaria del Venezuela, tan vulnerable en las manos de terratenientes vende Patria.
Los golpes de su padre, José Manuel Romero, hoy se repiten por la actitud de esta funcionaria y de otros, cuyo colonialismo interno sentencia la lucha indígena, la criminaliza, la fustiga, la quebranta y la divide, hasta el punto de alinear alianzas con otros indígenas para que afirmen en medios de la revolución, que el conflicto entre los indígenas yukpas nada tiene que ver con los territorios.
Este colonialismo internalizado que hace que los colonizadores de hoy (incluyendo aquellos que bajo la excusa de ser indígenas en cargos de poder condenan a sus hermanos, recordando que indígena más que el color del pelo es el color del alma) perciban a los indígenas como sujetos fáciles de manipular SOLO cuando estos reclaman sus derechos, también oculta el manejo por parte de los colonizadores de sus intereses también colonizados.
Este colonialismo internalizado, es el verdadero verdugo de Sabino Romero. Verdugo que se sirve de la burocracia, de la prepotencia, insensibilidad, maldad, negligencia, hipocresía, miedo a perder cargos y privilegios, mediocridad, miedo a debatir el modelo de desarrollo que se quiere para el país, miedo e ignorancia para debatir los diferentes ángulos sobre el tema de seguridad fronteriza, discriminación, racismo, todo esto en el ejercicio de poder de ciertos funcionarios y funcionarias que le están dando la espalda a una de las verdaderas tareas de la Revolución.
Para muchos de estos funcionarios, les ha sido más fácil personalizar la lucha por la recuperación de las tierras indígenas en contra de Sabino, jurándole así su encierro tras las rejas, y mientras tanto, para legitimar su accionar, lo etiquetan como enemigo oposicionista, como si así se justificase todo para eliminar a este “enemigo”. Otros funcionarios, por su parte, han optado por callar cobardemente todas las violaciones a los derechos fundamentales de los pueblos indígenas que a sus oficinas llegan con desesperación de quien las sufre (ejemplo los asesinatos y en manos de garimpeiros contra yanomamis, las enfermedades que están diezmando a los waraos, el cerco que ha condenado a los barí, a los pumé a vivir rodeados de haciendas y potreros, todos esto por solo nombrar algunos casos), bajo la excusa de no querer perjudicar a la revolución.
Pero vencerá la dignidad rebelde, vencerá las voces silenciadas aún de los pueblos indígenas, vencerá porque estamos quienes de verdad creemos “que la lucha por la independencia continúa”, seguirá la pelea de Sabino Romero iluminando conciencias, desmantelando las hipocresías. Se hará justicia. Sabino demostrará su inocencia, y no será más el indio estigmatizado por el poder y por el miedo, más temprano que tarde, Sabino, saldrás de esa cárcel, con la frente en alto, y los enemigos colonizados del alma redirán cuenta a la historia.
Redacción ElPuebloSoberano.net on nov 4th, 2010
“Qué sentencia decidiréis contra aquél que mata en la carne al tiempo que él ha sido asesinado en el espíritu?”( Gibran Khalil Gibran).
María de los A. Peña
En el contexto de la huelga de hambre del hermano jesuita Jesús María Korta, quien manifestó que la misma “es para expresar que necesitamos darle un vuelco total a la implementación de la Constitución Bolivariana partiendo desde el “Soberano Indígena” y “crear instituciones apropiadas para manejar las diferencias entre los pueblos originarios y compartir las semejanzas que tengamos con ellos”, se visibilizó –una vez más- , el drama nacional por el que atraviesan hermanos y hermanas indígenas en lo relacionado a la demarcación y autodemarcación de sus territorios.
Todo esto agudizado ante la ausencia de una comisión de demarcación seria que con la inclusión de aliados con probada experiencia y trayectoria de lucha en el tema sea capaz de asumir de una vez por toda esta deuda histórica. Aunado a esta realidad y como una de las consecuencias directas, la huelga de hambre del hermano Korta, huelga que interpeló conciencias, permitió también exponer el perverso andamiaje que soporta el abuso de poder de ciertos funcionarios responsables en el tema indígena, ambiente, demarcación y seguridad territorial y el cual ha servido para criminalizar y condenar al líder indígena Sabino Romero.
Es el llamado colonialismo internalizado (habitante maligno que cobra vida en el modo de ejercer y hacer política de muchos funcionarios) el verdadero verdugo de este hermano, cuya lucha ha sido la que ha permitido evidenciar el atraso en el cumplimento de las leyes indígenas consagradas en la Constitución y en otras legislaciones. Vilipendiado por el poder, como si se tratase de un enemigo de la Revolución, este indígena cuyo padre fue asesinado hace dos años por un conocido ganadero (caso por cierto que fue mandado a investigar denunciado hasta por el mismo Presidente Chávez en acto con la Ministra Nicia Maldonado), sus hijas golpeadas por ganaderos, amenazadas de violencia sexual y su compañera de vida irrespetada por militares durante los días de visita, continúa ahora su pelea por su liberación definitiva, en medio de un juicio empañado de vicios y mentiras.
Es oportuno que se sepa que este indígena, quien le recuerda al país y a la Revolución que la dignidad de Guaicaipuro vive (y no queda encerrada en cliché discursivos o nombrado solo en fechas de celebración o a conveniencia del poder), acudió al despacho de la Ministra Maldonado, el 6 de mayo de 2008 justamente para denunciar lo que hoy se ha configurado en una crónica de una muerte anunciada: los conflictos por la ausencia de demarcación en tierras indígenas.
Sí. Sabino viajó a Caracas, el mismo año en que asesinaron a su padre a punta de golpes. Intentó hablar con la ministra, quien le negó la audiencia para luego salir esta declarando por RNV, que Sabino estaba siendo utilizado por grupos, por lo tanto su pelea no es legítima. Le negó esta Ministra, cuya gestión ha sido cuestionada por otros pueblos indígenas, la oportunidad de recibir a Sabino quien le llevaba las denuncias que constan en la fiscalía en Machiques, en Maracaibo, las denuncias hechas ante la comisión permanente de pueblos indígenas, la planilla de audiencia en la defensoría del pueblo en Maracaibo número P-06-00595,la referencia las cartas dirigidas al comandante Freitez solicitándole protección en la zona, la carta dirigida al fiscal general de la República, a la defensora, la denuncia llevada ante la defensoría indígena, la denuncia que se le entregó al entonces viceministro indígena Jorge Chaknupa, la del parlamento indígena, también la carta escrita a puño y letra por su hijo acerca la vez en que fue golpeado por tres cuidadores de haciendas…y así las ganas de decirle que él, Sabino, junto a su pueblo, estaban dispuestos a colaborar en el impulso integral de estas tierras ociosas, así como su deseo de trabajar por la seguridad alimentaria del Venezuela, tan vulnerable en las manos de terratenientes vende Patria.
Los golpes de su padre, José Manuel Romero, hoy se repiten por la actitud de esta funcionaria y de otros, cuyo colonialismo interno sentencia la lucha indígena, la criminaliza, la fustiga, la quebranta y la divide, hasta el punto de alinear alianzas con otros indígenas para que afirmen en medios de la revolución, que el conflicto entre los indígenas yukpas nada tiene que ver con los territorios.
Este colonialismo internalizado que hace que los colonizadores de hoy (incluyendo aquellos que bajo la excusa de ser indígenas en cargos de poder condenan a sus hermanos, recordando que indígena más que el color del pelo es el color del alma) perciban a los indígenas como sujetos fáciles de manipular SOLO cuando estos reclaman sus derechos, también oculta el manejo por parte de los colonizadores de sus intereses también colonizados.
Este colonialismo internalizado, es el verdadero verdugo de Sabino Romero. Verdugo que se sirve de la burocracia, de la prepotencia, insensibilidad, maldad, negligencia, hipocresía, miedo a perder cargos y privilegios, mediocridad, miedo a debatir el modelo de desarrollo que se quiere para el país, miedo e ignorancia para debatir los diferentes ángulos sobre el tema de seguridad fronteriza, discriminación, racismo, todo esto en el ejercicio de poder de ciertos funcionarios y funcionarias que le están dando la espalda a una de las verdaderas tareas de la Revolución.
Para muchos de estos funcionarios, les ha sido más fácil personalizar la lucha por la recuperación de las tierras indígenas en contra de Sabino, jurándole así su encierro tras las rejas, y mientras tanto, para legitimar su accionar, lo etiquetan como enemigo oposicionista, como si así se justificase todo para eliminar a este “enemigo”. Otros funcionarios, por su parte, han optado por callar cobardemente todas las violaciones a los derechos fundamentales de los pueblos indígenas que a sus oficinas llegan con desesperación de quien las sufre (ejemplo los asesinatos y en manos de garimpeiros contra yanomamis, las enfermedades que están diezmando a los waraos, el cerco que ha condenado a los barí, a los pumé a vivir rodeados de haciendas y potreros, todos esto por solo nombrar algunos casos), bajo la excusa de no querer perjudicar a la revolución.
Pero vencerá la dignidad rebelde, vencerá las voces silenciadas aún de los pueblos indígenas, vencerá porque estamos quienes de verdad creemos “que la lucha por la independencia continúa”, seguirá la pelea de Sabino Romero iluminando conciencias, desmantelando las hipocresías. Se hará justicia. Sabino demostrará su inocencia, y no será más el indio estigmatizado por el poder y por el miedo, más temprano que tarde, Sabino, saldrás de esa cárcel, con la frente en alto, y los enemigos colonizados del alma redirán cuenta a la historia.
jueves, 21 de octubre de 2010
CUMBRE CONTINENTAL DE COMUNICACIÓN INDÍGENA DEL ABYA YALA
Territorio de Convivencia, Diálogo y Negociación,
Resguardo Indígena de La María Piendamó, Cauca, Colombia.
Del 8 al 12 de Noviembre de 2010
CONVOCATORIA
“La comunicación es la columna vertebral de la humanidad. Ésta ha sido ejercida desde que nuestros pueblos comenzaron a caminar en la Madre Tierra. Estamos llamados a recuperar la palabra propia, a descolonizarla, a retomar la tarea de caminar la palabra juntos, unidos en nuestra diversidad, y a comunicar desde la visión de nuestros pueblos construyendo medios de comunicación que expresen realmente lo que somos.”
Declaración de Puno, Mesa de Comunicación, Mayo 2009
Desde los espacios de las aguas que originan la vida y son la base de los elementos vitales de nuestra Madre Tierra; desde la fuente de las identidades que nos constituyen y de donde provenimos como pueblos, resultado del parto de la naturaleza; teniendo en cuenta el compromiso histórico que nos une a la Madre Tierra, el que nos llama a asumir la tarea de comunicar verdad para la vida de los pueblos, es nuestro deber como niños, jóvenes, mujeres, mayores, en este tiempo de lucha por el ser en plenitud, asumir la integralidad de la comunicación para que el pensamiento, las aspiraciones y los problemas de cada uno de los hermanos de esta tierra y de las vidas colectivas de cada pueblo sean conocidos y compartidos en todo el planeta. Por y para ello, los pueblos del agua y de los sueños de los territorios ancestrales del Cauca, Colombia,
convocamos
a todos los pueblos y nacionalidades del Abya Yala, a sus autoridades y organizaciones tradicionales, a las comunidades constructoras de procesos de liberación y lucha y a todos los medios de comunicación indígena propios, a acompañarnos y a darle vida a la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala, del 8 al 12 de noviembre en el Territorio Misak de la María, Piendamó, Cauca, espacio de diálogo y de concertación de los Pueblos Indígenas de Colombia, con el objetivo de articularnos y fortalecer las formas, modos y medios de comunicación propios y apropiados para ponerlos en función de la vida en todas sus manifestaciones y vivir nuestra identidad con dignidad.
ANTECEDENTES
La Cumbre Continental recibe un mandato en Puno, Perú, de realizarse como un evento de encuentro de los pueblos y de sus procesos y medios de comunicación: comunicadoras y comunicadores, esta vez acompañados de sus autoridades y dirigentes de organizaciones, con el objetivo de compartir las experiencias, revisar la memoria y los procesos de comunicación frente a las realidades que viven los pueblos y el modelo de agresión que los rodea, plantear propuestas que nos lleven a definir estrategias de comunicación a nivel local, regional y continental de la mano de los procesos organizativos que siguen nuestros pueblos, comunidades y organizaciones indígenas rumbo a la construcción de la autonomía y el Buen Vivir. inicio
CONTENIDOS
La cumbre propone 4 momentos de reflexión y análisis:
Primer momento:
COMUNICACIÓN, IDENTIDAD Y CULTURA
Segundo momento:
LA RESISTENCIA DE LOS PUEBLOS DESDE LA COMUNICACIÓN
Tercer momento:
LOS DESAFÍOS DE LOS PROCESOS DE COMUNICACIÓN INDÍGENA
Cuarto momento:
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN PARA EL CAMINAR DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Y propone los siguientes ejes temáticos para los grupos de trabajo:
1. La comunicación desde la cosmovisión de nuestros pueblos.
2. El papel de la comunicación en los procesos organizativos y de lucha de los pueblos frente al modelo de agresión.
3. Las mujeres, niños, jóvenes y mayores en los medios y procesos de comunicación indígena
4. Formación y capacitación para la comunicación de los pueblos
5. Derecho a la Información y Comunicación: Ejercicio, Legislación y Políticas de Comunicación diferenciales.
6. Sostenibilidad de los procesos y medios de comunicación indígena.
7. Contenidos para el proceso de lucha de los pueblos y la construcción del Buen Vivir
8. Acceso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)
9. Articulación, redes y proyección de los procesos de comunicación del Abya Yala
AGENDA DEL EVENTO
DOMINGO 7 DE NOVIEMBRE
Día de Llegada de las delegaciones nacionales e internacionales
LUNES 8 DE NOVIEMBRE
9:00 horas
INAUGURACIÓN DEL EVENTO
- Ritual de Armonización
- Saludos oficiales
- Mensajes de Bienvenida
RUEDA DE PRENSA
Lugar: (Por confirmar), Popayán, Departamento del Cauca
11:00 horas
(hasta la noche)
VISITAS A TERRITORIOS INDÍGENAS DEL CAUCA
- Recorridos por las diversas experiencias de comunicación indígena de la
RED AMCIC. (Asoc. de Medios de Comunicación Indígena de Colombia)
Lugar: Salida en busetas desde el Centro de Popayán
14:00 horas
MUESTRA DE CINE Y VIDEO INDÍGENA
Lugar: (Por confirmar) Popayán, Departamento del Cauca
NOTA: A partir del día martes todas las actividades se desarrollan en el Resguardo de La María, Piendamó.
MARTES 9 DE NOVIEMBRE
7:00 horas
Desayuno
7:00 horas
EXPOSICIÓN “LA PALABRA QUE CAMINA”
- Instalación de stands de experiencias comunicativas participantes
8:00 horas
RITUAL DE ARMONIZACIÓN
9:00 horas
PLENARIA INICIAL
- Saludos y bienvenida a las delegaciones presentes
- Planteamiento de la dinámica general del evento
10:00 horas
Conferencias y Paneles
COMUNICACIÓN, IDENTIDAD Y CULTURA
- La comunicación ancestral entre espíritus, naturaleza y ser humano
- Sentido y concepto de la comunicación de y desde los pueblos indígenas
- Procesos de comunicación del Abya Yala contarán su experiencia sobre el sentido de la comunicación en su territorio
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS
- Colectivizar en grupos los procesos de comunicación presentes en la cumbre.
16:00 horas
TALLERES SIMULTÁNEOS
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
MIERCOLES 10 DE NOVIEMBRE DE 2010
6:00 horas
Desayuno
7:00 horas
Ritual de Armonización
9:00 horas
Conferencias y Paneles
COMUNICACIÓN Y RESISTENCIA
· Procesos del Abya Yala contarán su experiencia sobre su ejercicio de resistencia a través de la comunicación
· Contexto de agresión, despojo y ocupación territorial de los pueblos a nivel continental
· Resistencia frente a las estrategias del modelo de agresión - propaganda, guerra y legislación.
11:00 horas
Conferencias y Paneles
DESAFIÓS DE LA COMUNICACIÓN
· Procesos del Abya Yala compartirán su experiencia sobre los desafíos identificados que se enfrentan en el ejercicio de la comunicación
· ¿Qué y para qué comunicar hoy frente a las realidades de los pueblos?
· El ejercicio de la comunicación frente a las realidades: identificar dificultades y contradicciones
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
TRABAJO EN GRUPOS con los siguientes ejes temáticos:
1) La comunicación desde la cosmovisión de nuestros pueblos.
2) El papel de la comunicación en los procesos organizativos y de lucha de los pueblos frente al modelo de agresión.
3) Las mujeres, niños, jóvenes y mayores en los medios y procesos de comunicación indígena
4) Formación y capacitación para la comunicación de los pueblos
5) Derecho a la Información y Comunicación: Ejercicio, Legislación y Políticas de Comunicación diferenciales.
6) Sostenibilidad de los procesos y medios de comunicación indígena.
7) Contenidos para el proceso de lucha de los pueblos y la construcción del Buen Vivir
8) Acceso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)
9) Articulación, redes y proyección de los procesos de comunicación del Abya Yala
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
JUEVES 11 DE NOVIEMBRE DE 2010
6:00 horas
Desayuno
7:00 horas
Ritual de Armonización
9:00 horas
Conferencias y Paneles
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN PARA EL CAMINAR DE NUESTROS PUEBLOS:
· Procesos del Abya Yala contarán su experiencia sobre acciones.
· El papel de la comunicación en la transformación de las realidades.
· La comunicación como herramienta para la pervivencia de los pueblos.
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
TRABAJO EN GRUPOS con los siguientes ejes temáticos:
1) La comunicación desde la cosmovisión de nuestros pueblos.
2) El papel de la comunicación en los procesos organizativos y de lucha de los pueblos frente al modelo de agresión.
3) Las mujeres, niños, jóvenes y mayores en los medios y procesos de comunicación indígena
4) Formación y capacitación para la comunicación de los pueblos
5) Derecho a la Información y Comunicación: Ejercicio, Legislación y Políticas de Comunicación diferenciales.
6) Sostenibilidad de los procesos y medios de comunicación indígena.
7) Contenidos para el proceso de lucha de los pueblos y la construcción del Buen Vivir
8) Acceso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)
9) Articulación, redes y proyección de los procesos de comunicación del Abya Yala
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
VIERNES 12 DE NOVIEMBRE DE 2010
6:00 horas
Desayuno
7:00 horas
RITUAL DE ARMONIZACIÓN
8:00 horas
PLENARIA
- Exposición de conclusiones por grupos de trabajo
- Debates
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
PLENARIA
- Conclusiones, acuerdos, resoluciones
- Lectura y Aprobación de la Declaración
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
SABADO 13 DE NOVIEMBRE
Regreso de las delegaciones nacionales e internacionales a sus lugares de origen
ACTIVIDADES DE ACOMPAÑAMIENTO
Muestra de Cine y Video Indígena:
tendrá lugar el primer día en Popayán y continuará todas las noches en La María, Piendamó.
Exposición “La palabra que camina”:
proyectos y colectivos de comunicación colocarán stands para compartir experiencias, aprendizajes, materiales de trabajo y más.
Noches culturales:
encuentros de música y danza de nuestros pueblos, fogatas, conversatorios, entre otros
Rituales de armonización, trueques e intercambios culturales a través de la pintura, danza, instrumentos musicales, artesanía, gastronomía, semillas, juegos tradicionales, siembra de wipalas.
ORIENTACIONES PARA PARTICIPAR
Todo participante debe traer plato, vaso y cuchara.
Asistir trayendo consigo carpa y bolsa de dormir, cobijas o hamaca,
Acudir todos con representaciones artísticas y culturales de nuestros pueblos.
Para compartir no olvidar símbolos originarios, instrumentos musicales, arte, semillas, plantas medicinales, folletos, publicaciones, audiovisuales, hoja de coca, ofrendas, dulces tradicionales.
Los productos de aseo personal deben ser biodegradables y ecológicos.
INFORMES e INSCRIPCIONES:
Sitios web: www.cccia-2010.com
www.mediosparalospueblos.org
Correo electrónico: cumbrecomunicacion2010@gmail.com
Teléfono: (00 57) 282 42 153
También puede descargar audios en los siguientes links para difundir libremente dando click derecho y seleccionando “Guardar enlace como” Spots:
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/09/cumbre_alberto.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/09/cumbre_ernesto.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/10/cunacumbre-3.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/10/cunacumb.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/10/cumbre_continental_2_la_maria_p.mp3
Entrevistas y programas cortos:
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/10/micro_programa_cumbre_continental_emisora_vnt_jambalo.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/09/reporte-cumbre-comunicacion-colombia.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/09/cumbre-comunicacion-indigena-abya-yala-1.mp3
EQUIPO ORGANIZADOR
Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala
www.cccia-2010.com
www.mediosparalospueblos.org
www.cric-colombia.org
CORREO: cumbrecomunicacion2010@gmail.com
Resguardo Indígena de La María Piendamó, Cauca, Colombia.
Del 8 al 12 de Noviembre de 2010
CONVOCATORIA
“La comunicación es la columna vertebral de la humanidad. Ésta ha sido ejercida desde que nuestros pueblos comenzaron a caminar en la Madre Tierra. Estamos llamados a recuperar la palabra propia, a descolonizarla, a retomar la tarea de caminar la palabra juntos, unidos en nuestra diversidad, y a comunicar desde la visión de nuestros pueblos construyendo medios de comunicación que expresen realmente lo que somos.”
Declaración de Puno, Mesa de Comunicación, Mayo 2009
Desde los espacios de las aguas que originan la vida y son la base de los elementos vitales de nuestra Madre Tierra; desde la fuente de las identidades que nos constituyen y de donde provenimos como pueblos, resultado del parto de la naturaleza; teniendo en cuenta el compromiso histórico que nos une a la Madre Tierra, el que nos llama a asumir la tarea de comunicar verdad para la vida de los pueblos, es nuestro deber como niños, jóvenes, mujeres, mayores, en este tiempo de lucha por el ser en plenitud, asumir la integralidad de la comunicación para que el pensamiento, las aspiraciones y los problemas de cada uno de los hermanos de esta tierra y de las vidas colectivas de cada pueblo sean conocidos y compartidos en todo el planeta. Por y para ello, los pueblos del agua y de los sueños de los territorios ancestrales del Cauca, Colombia,
convocamos
a todos los pueblos y nacionalidades del Abya Yala, a sus autoridades y organizaciones tradicionales, a las comunidades constructoras de procesos de liberación y lucha y a todos los medios de comunicación indígena propios, a acompañarnos y a darle vida a la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala, del 8 al 12 de noviembre en el Territorio Misak de la María, Piendamó, Cauca, espacio de diálogo y de concertación de los Pueblos Indígenas de Colombia, con el objetivo de articularnos y fortalecer las formas, modos y medios de comunicación propios y apropiados para ponerlos en función de la vida en todas sus manifestaciones y vivir nuestra identidad con dignidad.
ANTECEDENTES
La Cumbre Continental recibe un mandato en Puno, Perú, de realizarse como un evento de encuentro de los pueblos y de sus procesos y medios de comunicación: comunicadoras y comunicadores, esta vez acompañados de sus autoridades y dirigentes de organizaciones, con el objetivo de compartir las experiencias, revisar la memoria y los procesos de comunicación frente a las realidades que viven los pueblos y el modelo de agresión que los rodea, plantear propuestas que nos lleven a definir estrategias de comunicación a nivel local, regional y continental de la mano de los procesos organizativos que siguen nuestros pueblos, comunidades y organizaciones indígenas rumbo a la construcción de la autonomía y el Buen Vivir. inicio
CONTENIDOS
La cumbre propone 4 momentos de reflexión y análisis:
Primer momento:
COMUNICACIÓN, IDENTIDAD Y CULTURA
Segundo momento:
LA RESISTENCIA DE LOS PUEBLOS DESDE LA COMUNICACIÓN
Tercer momento:
LOS DESAFÍOS DE LOS PROCESOS DE COMUNICACIÓN INDÍGENA
Cuarto momento:
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN PARA EL CAMINAR DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Y propone los siguientes ejes temáticos para los grupos de trabajo:
1. La comunicación desde la cosmovisión de nuestros pueblos.
2. El papel de la comunicación en los procesos organizativos y de lucha de los pueblos frente al modelo de agresión.
3. Las mujeres, niños, jóvenes y mayores en los medios y procesos de comunicación indígena
4. Formación y capacitación para la comunicación de los pueblos
5. Derecho a la Información y Comunicación: Ejercicio, Legislación y Políticas de Comunicación diferenciales.
6. Sostenibilidad de los procesos y medios de comunicación indígena.
7. Contenidos para el proceso de lucha de los pueblos y la construcción del Buen Vivir
8. Acceso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)
9. Articulación, redes y proyección de los procesos de comunicación del Abya Yala
AGENDA DEL EVENTO
DOMINGO 7 DE NOVIEMBRE
Día de Llegada de las delegaciones nacionales e internacionales
LUNES 8 DE NOVIEMBRE
9:00 horas
INAUGURACIÓN DEL EVENTO
- Ritual de Armonización
- Saludos oficiales
- Mensajes de Bienvenida
RUEDA DE PRENSA
Lugar: (Por confirmar), Popayán, Departamento del Cauca
11:00 horas
(hasta la noche)
VISITAS A TERRITORIOS INDÍGENAS DEL CAUCA
- Recorridos por las diversas experiencias de comunicación indígena de la
RED AMCIC. (Asoc. de Medios de Comunicación Indígena de Colombia)
Lugar: Salida en busetas desde el Centro de Popayán
14:00 horas
MUESTRA DE CINE Y VIDEO INDÍGENA
Lugar: (Por confirmar) Popayán, Departamento del Cauca
NOTA: A partir del día martes todas las actividades se desarrollan en el Resguardo de La María, Piendamó.
MARTES 9 DE NOVIEMBRE
7:00 horas
Desayuno
7:00 horas
EXPOSICIÓN “LA PALABRA QUE CAMINA”
- Instalación de stands de experiencias comunicativas participantes
8:00 horas
RITUAL DE ARMONIZACIÓN
9:00 horas
PLENARIA INICIAL
- Saludos y bienvenida a las delegaciones presentes
- Planteamiento de la dinámica general del evento
10:00 horas
Conferencias y Paneles
COMUNICACIÓN, IDENTIDAD Y CULTURA
- La comunicación ancestral entre espíritus, naturaleza y ser humano
- Sentido y concepto de la comunicación de y desde los pueblos indígenas
- Procesos de comunicación del Abya Yala contarán su experiencia sobre el sentido de la comunicación en su territorio
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS
- Colectivizar en grupos los procesos de comunicación presentes en la cumbre.
16:00 horas
TALLERES SIMULTÁNEOS
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
MIERCOLES 10 DE NOVIEMBRE DE 2010
6:00 horas
Desayuno
7:00 horas
Ritual de Armonización
9:00 horas
Conferencias y Paneles
COMUNICACIÓN Y RESISTENCIA
· Procesos del Abya Yala contarán su experiencia sobre su ejercicio de resistencia a través de la comunicación
· Contexto de agresión, despojo y ocupación territorial de los pueblos a nivel continental
· Resistencia frente a las estrategias del modelo de agresión - propaganda, guerra y legislación.
11:00 horas
Conferencias y Paneles
DESAFIÓS DE LA COMUNICACIÓN
· Procesos del Abya Yala compartirán su experiencia sobre los desafíos identificados que se enfrentan en el ejercicio de la comunicación
· ¿Qué y para qué comunicar hoy frente a las realidades de los pueblos?
· El ejercicio de la comunicación frente a las realidades: identificar dificultades y contradicciones
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
TRABAJO EN GRUPOS con los siguientes ejes temáticos:
1) La comunicación desde la cosmovisión de nuestros pueblos.
2) El papel de la comunicación en los procesos organizativos y de lucha de los pueblos frente al modelo de agresión.
3) Las mujeres, niños, jóvenes y mayores en los medios y procesos de comunicación indígena
4) Formación y capacitación para la comunicación de los pueblos
5) Derecho a la Información y Comunicación: Ejercicio, Legislación y Políticas de Comunicación diferenciales.
6) Sostenibilidad de los procesos y medios de comunicación indígena.
7) Contenidos para el proceso de lucha de los pueblos y la construcción del Buen Vivir
8) Acceso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)
9) Articulación, redes y proyección de los procesos de comunicación del Abya Yala
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
JUEVES 11 DE NOVIEMBRE DE 2010
6:00 horas
Desayuno
7:00 horas
Ritual de Armonización
9:00 horas
Conferencias y Paneles
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN PARA EL CAMINAR DE NUESTROS PUEBLOS:
· Procesos del Abya Yala contarán su experiencia sobre acciones.
· El papel de la comunicación en la transformación de las realidades.
· La comunicación como herramienta para la pervivencia de los pueblos.
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
TRABAJO EN GRUPOS con los siguientes ejes temáticos:
1) La comunicación desde la cosmovisión de nuestros pueblos.
2) El papel de la comunicación en los procesos organizativos y de lucha de los pueblos frente al modelo de agresión.
3) Las mujeres, niños, jóvenes y mayores en los medios y procesos de comunicación indígena
4) Formación y capacitación para la comunicación de los pueblos
5) Derecho a la Información y Comunicación: Ejercicio, Legislación y Políticas de Comunicación diferenciales.
6) Sostenibilidad de los procesos y medios de comunicación indígena.
7) Contenidos para el proceso de lucha de los pueblos y la construcción del Buen Vivir
8) Acceso y aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC)
9) Articulación, redes y proyección de los procesos de comunicación del Abya Yala
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
VIERNES 12 DE NOVIEMBRE DE 2010
6:00 horas
Desayuno
7:00 horas
RITUAL DE ARMONIZACIÓN
8:00 horas
PLENARIA
- Exposición de conclusiones por grupos de trabajo
- Debates
13:00 horas
Almuerzo
14:00 horas
PLENARIA
- Conclusiones, acuerdos, resoluciones
- Lectura y Aprobación de la Declaración
19:00 horas
Cena
20:00 horas
ACTIVIDADES CULTURALES
- Muestra de Cine y Video Indígena
- Encuentros musicales y de danza, conversatorios, fogatas
SABADO 13 DE NOVIEMBRE
Regreso de las delegaciones nacionales e internacionales a sus lugares de origen
ACTIVIDADES DE ACOMPAÑAMIENTO
Muestra de Cine y Video Indígena:
tendrá lugar el primer día en Popayán y continuará todas las noches en La María, Piendamó.
Exposición “La palabra que camina”:
proyectos y colectivos de comunicación colocarán stands para compartir experiencias, aprendizajes, materiales de trabajo y más.
Noches culturales:
encuentros de música y danza de nuestros pueblos, fogatas, conversatorios, entre otros
Rituales de armonización, trueques e intercambios culturales a través de la pintura, danza, instrumentos musicales, artesanía, gastronomía, semillas, juegos tradicionales, siembra de wipalas.
ORIENTACIONES PARA PARTICIPAR
Todo participante debe traer plato, vaso y cuchara.
Asistir trayendo consigo carpa y bolsa de dormir, cobijas o hamaca,
Acudir todos con representaciones artísticas y culturales de nuestros pueblos.
Para compartir no olvidar símbolos originarios, instrumentos musicales, arte, semillas, plantas medicinales, folletos, publicaciones, audiovisuales, hoja de coca, ofrendas, dulces tradicionales.
Los productos de aseo personal deben ser biodegradables y ecológicos.
INFORMES e INSCRIPCIONES:
Sitios web: www.cccia-2010.com
www.mediosparalospueblos.org
Correo electrónico: cumbrecomunicacion2010@gmail.com
Teléfono: (00 57) 282 42 153
También puede descargar audios en los siguientes links para difundir libremente dando click derecho y seleccionando “Guardar enlace como” Spots:
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http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/10/cunacumb.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/10/cumbre_continental_2_la_maria_p.mp3
Entrevistas y programas cortos:
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/10/micro_programa_cumbre_continental_emisora_vnt_jambalo.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/09/reporte-cumbre-comunicacion-colombia.mp3
http://www.podcaster.cl/wp-content/uploads/2010/09/cumbre-comunicacion-indigena-abya-yala-1.mp3
EQUIPO ORGANIZADOR
Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala
www.cccia-2010.com
www.mediosparalospueblos.org
www.cric-colombia.org
CORREO: cumbrecomunicacion2010@gmail.com
Obama y la nueva amenaza militar en Indonesia
Columna Semanal de Amy Goodman, presentadora de Democracy Now!
Publicado el 11 de noviembre de 2010
Por Amy Goodman
Cuando un volcán mata a civiles en Indonesia, es noticia. Pero cuando el gobierno es el que realiza la matanza, lamentablemente no genera mucho revuelo, especialmente si un presidente estadounidense apoya la matanza tácitamente, como lo acaba de hacer Barack Obama con su visita a Indonesia.
Mientras la gente que vive alrededor del Monte Merapi trata de salir de entre las cenizas tras una serie de erupciones que dejaron un saldo de más de 150 muertos, una nube más negra acecha a Indonesia en forma de apoyo renovado de Estados Unidos al tristemente célebre Kopassus, el comando de fuerzas especiales del país. Al tiempo que Obama aterrizaba en Jakarta esta semana, el periodista Allan Nairn (www.allannairn.com) publicó varios documentos secretos del Kopassus, que muestran el nivel de represión política violenta ejercida por este comando especial de las fuerzas armadas, ahora, por primera vez en más de una década, con el apoyo de Estados Unidos.
En marzo de este año, Nairn reveló detalles de un programa de asesinatos del Kopassus en la provincia Indonesia de Aceh. Estos nuevos documentos del Kopassus revelados esta semana brindan bastante detalle acerca de la provincia de Papúa Occidental. Como escribió Nairn en el artículo que acompaña los documentos, Papúa Occidental es “donde decenas de miles de civiles fueron asesinados y donde el Kopassus está más activo...Cuando Estados Unidos reanudó la ayuda al Kopassus en julio de este año alegó como fundamento la lucha contra el terrorismo, pero los documentos demuestran que el Kopassus de hecho persigue sistemáticamente a los civiles”. Según figura en los documentos del Kopassus, los civiles “son mucho más peligrosos que cualquier oposición armada”.
En uno de los documentos se hace mención a 15 líderes de la sociedad civil papú, todos ellos “civiles, comenzando por el principal referente del Sínodo Bautista de Papúa. Entre los otros hay ministros evangelistas, activistas, líderes tradicionales, legisladores, estudiantes e intelectuales, así como también figuras del establishment local y el presidente de la organización de Jóvenes Musulmanes de Papúa”.
El Presidente Obama vivió en Indonesia desde los 6 a los 10 años, luego de que su madre se casó con un ciudadano indonesio. Obama dijo en Jakarta esta semana: “Obviamente se ha dicho mucho acerca del hecho de que este momento marca mi regreso a donde viví de niño. ...Pero hoy, como presidente, estoy aquí para centrarme no solo en el pasado, sino en el futuro, en la amplia asociación integral que estamos construyendo entre Estados Unidos e Indonesia”.
Parte de esa relación implica el renovado apoyo al Kopassus, que había sido reiteradamente negado desde que las fuerzas armadas indonesias destruyeron por completo el territorio de Timor Oriental en 1999, entonces ocupado por Indonesia, dejando un saldo de más de 1.400 timoreses muertos.
Una serie de videos filmados con teléfonos celulares salieron a la luz pública en Papúa. Los videos muestran escenas de tortura en manos de lo que parecen ser miembros de las fuerzas armadas. En un video publicado hace apenas dos semanas, se ve que los soldados le queman los genitales a un hombre con una vara caliente, le cubren la cabeza con una bolsa de plástico para sofocarlo y lo amenazan con un rifle. Otro video muestra a un hombre papú morir lentamente de una herida de bala mientras el soldado que lo filma con su teléfono celular se burla de él, llamándolo “salvaje”.
Hablé con Suciwati Munir, la viuda del conocido activista de derechos humanos indonesio Munir Said Thalid, en la reunión de los ganadores del Premio Nobel Alternativo en Bonn, Alemania. Su esposo, un firme crítico de las fuerzas armadas indonesias, recibió el premio poco antes de su muerte. En 2004, mientras viajaba a Holanda por una beca para estudiar derecho, a bordo de la aerolínea nacional indonesia Garuda, lo pasaron a primera clase. Allí, le sirvieron té envenenado con arsénico. Murió antes de que el avión aterrizara. Suciwati tiene un mensaje para Obama:
“Si Obama tiene un compromiso con los derechos humanos en el mundo, en particular en Indonesia, tiene que prestar atención a la situación de derechos humanos en Indonesia. Y lo primero que debería pedirle al Presidente Susilo Bambang Yudhoyono es que resuelva el caso de Munir”. Le pregunté si quería reunirse con el Presidente Obama cuando viniera a Indonesia. Respondió: “Quizá sí, o quizá no. Quizá sí, porque quiero recordarle sobre la situación de derechos humanos en Indonesia. Quizá no, porque con la decisión equivocada que tomó ha perpetuado la impunidad en Indonesia”.
Se trata del tercer intento del Presidente Obama de visitar Indonesia. El primer intento no se concretó porque tuvo que quedarse en Estados Unidos para impulsar la reforma del sistema de salud. Su segundo intento de visita se canceló en medio del desastre del derrame de petróleo de BP. Esta vez llegó, a pesar de que la erupción del Monte Merapi lo forzó a irse algunas horas antes.
Desde Jakarta, el periodista Allan Nairn reflexionó: “Es bueno poder regresar al lugar donde uno se crió, pero no debería llevar armas de regalo. No debería llevar entrenamiento para la gente que está torturando a sus antiguos vecinos. Obama dijo en su conferencia de prensa que quiere acercarse al mundo musulmán. Dijo que hubo malentendidos y desconfianza. Bueno, una forma de comenzar a acercarse a los musulmanes, y también a los cristianos, los hindúes y los budistas en Indonesia, sería cortar todo el apoyo de Estados Unidos al ejército indonesio que ha matado a cientos de miles de civiles indonesios y a civiles del territorio anteriormente ocupado de Timor Oriental; y una forma de acercarse al resto del mundo musulmán es dejar de atacar a Afganistán y a Irak, detener los ataques en Pakistán, Yemen, Kenia, y en todas partes. Ese sería el comienzo de un verdadero acercamiento: poner fin a los actos criminales”.
Publicado el 11 de noviembre de 2010
Por Amy Goodman
Cuando un volcán mata a civiles en Indonesia, es noticia. Pero cuando el gobierno es el que realiza la matanza, lamentablemente no genera mucho revuelo, especialmente si un presidente estadounidense apoya la matanza tácitamente, como lo acaba de hacer Barack Obama con su visita a Indonesia.
Mientras la gente que vive alrededor del Monte Merapi trata de salir de entre las cenizas tras una serie de erupciones que dejaron un saldo de más de 150 muertos, una nube más negra acecha a Indonesia en forma de apoyo renovado de Estados Unidos al tristemente célebre Kopassus, el comando de fuerzas especiales del país. Al tiempo que Obama aterrizaba en Jakarta esta semana, el periodista Allan Nairn (www.allannairn.com) publicó varios documentos secretos del Kopassus, que muestran el nivel de represión política violenta ejercida por este comando especial de las fuerzas armadas, ahora, por primera vez en más de una década, con el apoyo de Estados Unidos.
En marzo de este año, Nairn reveló detalles de un programa de asesinatos del Kopassus en la provincia Indonesia de Aceh. Estos nuevos documentos del Kopassus revelados esta semana brindan bastante detalle acerca de la provincia de Papúa Occidental. Como escribió Nairn en el artículo que acompaña los documentos, Papúa Occidental es “donde decenas de miles de civiles fueron asesinados y donde el Kopassus está más activo...Cuando Estados Unidos reanudó la ayuda al Kopassus en julio de este año alegó como fundamento la lucha contra el terrorismo, pero los documentos demuestran que el Kopassus de hecho persigue sistemáticamente a los civiles”. Según figura en los documentos del Kopassus, los civiles “son mucho más peligrosos que cualquier oposición armada”.
En uno de los documentos se hace mención a 15 líderes de la sociedad civil papú, todos ellos “civiles, comenzando por el principal referente del Sínodo Bautista de Papúa. Entre los otros hay ministros evangelistas, activistas, líderes tradicionales, legisladores, estudiantes e intelectuales, así como también figuras del establishment local y el presidente de la organización de Jóvenes Musulmanes de Papúa”.
El Presidente Obama vivió en Indonesia desde los 6 a los 10 años, luego de que su madre se casó con un ciudadano indonesio. Obama dijo en Jakarta esta semana: “Obviamente se ha dicho mucho acerca del hecho de que este momento marca mi regreso a donde viví de niño. ...Pero hoy, como presidente, estoy aquí para centrarme no solo en el pasado, sino en el futuro, en la amplia asociación integral que estamos construyendo entre Estados Unidos e Indonesia”.
Parte de esa relación implica el renovado apoyo al Kopassus, que había sido reiteradamente negado desde que las fuerzas armadas indonesias destruyeron por completo el territorio de Timor Oriental en 1999, entonces ocupado por Indonesia, dejando un saldo de más de 1.400 timoreses muertos.
Una serie de videos filmados con teléfonos celulares salieron a la luz pública en Papúa. Los videos muestran escenas de tortura en manos de lo que parecen ser miembros de las fuerzas armadas. En un video publicado hace apenas dos semanas, se ve que los soldados le queman los genitales a un hombre con una vara caliente, le cubren la cabeza con una bolsa de plástico para sofocarlo y lo amenazan con un rifle. Otro video muestra a un hombre papú morir lentamente de una herida de bala mientras el soldado que lo filma con su teléfono celular se burla de él, llamándolo “salvaje”.
Hablé con Suciwati Munir, la viuda del conocido activista de derechos humanos indonesio Munir Said Thalid, en la reunión de los ganadores del Premio Nobel Alternativo en Bonn, Alemania. Su esposo, un firme crítico de las fuerzas armadas indonesias, recibió el premio poco antes de su muerte. En 2004, mientras viajaba a Holanda por una beca para estudiar derecho, a bordo de la aerolínea nacional indonesia Garuda, lo pasaron a primera clase. Allí, le sirvieron té envenenado con arsénico. Murió antes de que el avión aterrizara. Suciwati tiene un mensaje para Obama:
“Si Obama tiene un compromiso con los derechos humanos en el mundo, en particular en Indonesia, tiene que prestar atención a la situación de derechos humanos en Indonesia. Y lo primero que debería pedirle al Presidente Susilo Bambang Yudhoyono es que resuelva el caso de Munir”. Le pregunté si quería reunirse con el Presidente Obama cuando viniera a Indonesia. Respondió: “Quizá sí, o quizá no. Quizá sí, porque quiero recordarle sobre la situación de derechos humanos en Indonesia. Quizá no, porque con la decisión equivocada que tomó ha perpetuado la impunidad en Indonesia”.
Se trata del tercer intento del Presidente Obama de visitar Indonesia. El primer intento no se concretó porque tuvo que quedarse en Estados Unidos para impulsar la reforma del sistema de salud. Su segundo intento de visita se canceló en medio del desastre del derrame de petróleo de BP. Esta vez llegó, a pesar de que la erupción del Monte Merapi lo forzó a irse algunas horas antes.
Desde Jakarta, el periodista Allan Nairn reflexionó: “Es bueno poder regresar al lugar donde uno se crió, pero no debería llevar armas de regalo. No debería llevar entrenamiento para la gente que está torturando a sus antiguos vecinos. Obama dijo en su conferencia de prensa que quiere acercarse al mundo musulmán. Dijo que hubo malentendidos y desconfianza. Bueno, una forma de comenzar a acercarse a los musulmanes, y también a los cristianos, los hindúes y los budistas en Indonesia, sería cortar todo el apoyo de Estados Unidos al ejército indonesio que ha matado a cientos de miles de civiles indonesios y a civiles del territorio anteriormente ocupado de Timor Oriental; y una forma de acercarse al resto del mundo musulmán es dejar de atacar a Afganistán y a Irak, detener los ataques en Pakistán, Yemen, Kenia, y en todas partes. Ese sería el comienzo de un verdadero acercamiento: poner fin a los actos criminales”.
jueves, 14 de octubre de 2010
Alianza País: De la teoría de la conspiración a la real politik
Ecuador
Alianza País: De la teoría de la conspiración a la real politik
Pablo Dávalos*
¿Qué pasó en Ecuador? ¿Qué está pasando? ¿Hubo intento de golpe de Estado en la insubordinación policial? Los recientes acontecimientos han suscitado una doble interpretación. La versión gubernamental va en la siguiente línea: los policías y sectores de las fuerzas armadas del Ecuador intentaron un golpe de Estado en una línea de reconstitución oligárquica suscitada por el rumbo político de un gobierno soberano y que había mantenido una agenda de ruptura con el modelo neoliberal y que está produciendo, además, profundas transformaciones democráticas en beneficio del pueblo en especial de los sectores más pobres; este intento de golpe de Estado ha sido evitado por la masiva movilización del pueblo ecuatoriano dispuesto a confrontar a la derecha y a salvar este proceso que se ha autodenominado revolucionario, y, asimismo, por la valiente y firme actitud del Presidente del Ecuador que mantuvo su coherencia hasta en los momentos más dramáticos.
Hasta ahí una interpretación que tiene como eje director al gobierno ecuatoriano y que de alguna manera consta en varios pronunciamientos y análisis de sectores identificados con la izquierda política del continente. En esta visión la realidad es simple y contundente y las líneas que demarcan a la izquierda (los buenos) y a los que no lo son, aparecen claras y transparentes.
Sin embargo, los hechos, como alguna vez dijo Lenin, son tenaces y evidencian una realidad más bien prosaica y diferente: al parecer y tal como lo confirman todos los datos existentes, nunca se trató de un golpe de Estado porque no hubo un pronunciamiento político en ese sentido de los sectores de la policía y de las fuerzas armadas involucradas en el conflicto, sino más bien, y por absurdo que pueda parecer, el núcleo del conflicto giró alrededor de reclamos administrativos y financieros por parte de la tropa de la policía ecuatoriana, aparentemente lesionados por el Código de Servicio Civil que fue aprobado por la Asamblea Nacional del Ecuador, pero que fue radicalmente cambiado por el veto presidencial de Rafael Correa. El hecho de que un reclamo administrativo haya generado la crisis política más importante del Ecuador de los últimos años, llama a la reflexión porque este hecho permitió que afloren varios fenómenos aparentemente disímiles y contradictorios.
En primer lugar está la posición de los movimientos sociales del Ecuador, entre ellos el movimiento indígena, que se desmarcaron tanto del gobierno de Alianza País cuanto de los insubordinados policías ecuatorianos, aunque mediaron algunas declaraciones desafortunadas de varios de sus líderes, pero la organización indígena aprovechó la coyuntura para resaltar lo que consideran el centro del debate político: las derivas extractivistas y neocoloniales que está asumiendo el gobierno de la Revolución Ciudadana. Las demás organizaciones sociales, entre ellas los sindicatos del sector público, aprovecharon de la coyuntura para manifestar su malestar con varias leyes aprobadas por el régimen y que lesionan sus derechos laborales. Esta posición del movimiento social ecuatoriano permite comprender la orfandad del gobierno en sus momentos más dramáticos, cuando necesitaba de forma desesperada esa organización social, a la que siempre la había considerado como rezagos corporativos del neoliberalismo, se vio completamente solo y más bien rodeado de afectos, solidaridades y buenas intenciones de un reducido grupo de personas que, si bien son importantes, cuando se trata de disputar y defender el poder generalmente son intrascendentes si no son fenómenos mayoritarios y contundentes. En esas horas de soledad, el Presidente ecuatoriano Rafael Correa tuvo que hacer algo que jamás se habría imaginado: negociar su estabilidad política con las fuerzas armadas.
En segundo lugar está el mismo sistema político ecuatoriano. La institucionalidad política se reveló incapaz de conjurar a los fantasmas que ella misma había convocado. La serie de leyes que se aprobaron en el legislativo y que implicaron un proceso de diálogo, consenso y acuerdos con actores disímiles, y que produjeron varios proyectos de ley cuya redacción no satisfacía a muchos de ellos pero que demostraban que se tuvo que ceder para mantener un frágil equilibrio, en el momento en el que llegaron al ejecutivo para su aprobación final fueron cambiadas de forma radical y alteraron, precisamente, ese equilibrio al que trabajosamente se había llegado. El veto presidencial a varias de estas leyes, como por ejemplo la Ley de Educación Superior, el Código Orgánico de Servicio Civil, el Código Orgánico de Ordenamiento Territorial, entre otras, cambiaron el equilibrio con el cual fueron aprobadas al interior del legislativo y convirtieron al Presidente de la República en legislador de última instancia.
Los asambleístas del partido de gobierno nunca pudieron ni contradecir ni presentar la más mínima resistencia esa voluntad del ejecutivo y, finalmente, nunca respaldaron ni reconocieron los acuerdos previos que ellos mismos habían suscrito con varios actores sociales, políticos e institucionales para lograr los votos necesarios para aprobar esas leyes. Esto determinó una pérdida de confianza en la legislatura y una crispación de varios sectores sociales que veían que su voluntad de llegar a acuerdos y realizar concesiones eran tabula rasa para el Ejecutivo.
Las reiteradas movilizaciones de las universidades, de los servidores públicos, de los jubilados, de los indígenas, entre otros, daban cuenta de esa crispación social. Empero, el sistema político ecuatoriano no daba muestras de absorber esa energía social y canalizarla dentro de la institucionalidad vigente, porque esta institucionalidad hablaba un solo lenguaje y en un solo sentido: aquel del partido de gobierno. Alianza País estaba reconstruyendo la institucionalidad política ecuatoriana desde el autismo y la arrogancia del poder. Cuando se produce la crisis política, el sistema político ecuatoriano fue incapaz de resolver esta crisis porque él mismo era parte del problema. Tal como están las cosas, ahora Alianza País deberá crear las garantías de su propia supervivencia política y resolver la crisis sin apelar a un cuestionado sistema político, una verdadera tarea para Sísifo.
En tercer lugar están los medios de comunicación convertidos en la víctima propiciatoria de la Revolución Ciudadana. A pocas horas de suscitarse el conflicto político el gobierno optó por curarse en sano y zanjó la disputa mediática y semiótica del conflicto asumiendo el control total de la información. En ese proceso el gobierno posicionó la idea de que estaba en juego la democracia atacada por la derecha camuflada en sectores de la policía, que habían sido objeto de manipulación de sectores claramente identificados con la oposición (se habló con insistencia del Partido Sociedad Patriótica y de su líder Lucio Gutiérrez). Más allá de que esta versión sea plausible está el hecho de que el momento en el que finalmente se abrió la señal para todos los medios televisivos, se tuvo acceso a información que contradecía las informaciones oficiales y que generaban dudas sobre los eventos sucedidos.
Los medios públicos hasta entonces habían luchado por su propia legitimidad tratando incluso de ser mínimamente críticos con el gobierno, en esta coyuntura más bien demostraron que la semiótica y la comunicación son fundamentales a la hora de disputar al poder y que llegado el momento la imparcialidad es una máscara incómoda: la verdad siempre es una prerrogativa del poder. Los medios de comunicación están otra vez en el centro del debate porque presentan una realidad y unos hechos que contradicen las versiones oficiales. Ahora el gobierno tiene que disputar los sentidos entre su versión de que se trató de un intento de golpe de Estado y las informaciones que van apareciendo paulatinamente y que indican que ni siquiera se trató de un secuestro al Presidente. El problema es que esta disputa rasga la hegemonía ideológica del partido de gobierno y empieza a fracturarla, y sin esa hegemonía ideológica, el único soporte real que al momento tiene el régimen, las adhesiones clientelares y electorales pueden también fracturarse poniendo en riesgo su estabilidad política.
Pero hay aún más: la situación económica del Ecuador no le favorece al gobierno. No puede presentar cifras de crecimiento económico, generación de empleo, inversión, reducción de la pobreza, porque las cifras demuestran que, al menos en lo que a la economía concierne, la propuesta de Alianza País ha fracasado y no tiene visos de superarse. El desempleo abierto y encubierto alcanza a las dos terceras partes de la población ecuatoriana en capacidad de trabajar. El costo de la canasta familiar se ha incrementado a sus máximos históricos: 550 dólares y el salario mínimo apenas cubre el 43% de esta canasta. De hecho, la pobreza se ha incrementado. Todo esto en un contexto de bonanza de los precios del petróleo, un importante incremento en la recaudación fiscal y expansión de las exportaciones no tradicionales. Sin embargo, el régimen de Alianza País necesita aún de más recursos económicos, sobre todo para resolver los problemas del déficit fiscal. En ese sentido, ha presentado una propuesta de ley para ampliar la capacidad de endeudamiento hasta un 50% del ingreso nacional, y pagar las bonificaciones de jubilación en bonos. Una propuesta que ha convocado a la oposición de los jubilados y de los trabajadores públicos en contra del régimen y que anuncia futuras movilizaciones sociales. La economía es una bomba de tiempo para Alianza País que, por ahora, no consta en su lista de prioridades pero que a mediano plazo revelará su importancia.
Luego de esta crisis, Alianza País sabe que una cosa es el discurso y otra las necesidades del poder. Puede ser que la imagen del Presidente se haya fortalecido en la coyuntura, pero eso no implica que las condiciones de su propia gobernabilidad sean las mejores. Más bien lo contrario, Alianza País sabe que en este simulacro no puede confundir las sombras en el espejo y necesita respuestas contundentes que le posibiliten garantizar al largo plazo su permanencia en el poder y defender aquellos grados de libertad en el sistema político que la convirtieron en fuerza hegemónica. El descontento de varios sectores sociales, entre ellos las fuerzas armadas y la policía nacional, están ahí, son indudables. Si Alianza País opta por resolver la crisis suscitada por insubordinación de la policía nacional sin resolver de manera previa las causas del conflicto que no solamente comprende a la policía sino a otros sectores sociales, sabe que el simulacro del golpe de Estado puede convertirse en una profecía autocumplida. Pero no puede resolver las condiciones de su gobernabilidad sin cambiar el formato político de su hegemonía, y no puede cambiar este formato político sin resignar los correspondientes espacios políticos, es decir, vulnerar esa hegemonía.
Alianza País es un movimiento autista y en su diccionario político no existen las palabras “diálogo” y “consenso”. Está auto-convencida de que su proceso político es una verdadera revolución y ha trazado una línea demarcatoria entre aquellos que suscriben de forma incondicional su proyecto y el resto a quienes considera sus enemigos, incluidos los movimientos sociales. Con Alianza País no hay términos medios. Justamente por ello no hay espacios ni condiciones ni para la crítica menos aún para la autocrítica.
Pero el momento de refundación al sistema político se está agotando. El impulso histórico que llevó al poder a Alianza País se está fracturando porque la sociedad ecuatoriana empieza a cambiar su orden de prioridades. Ése es su mayor drama y allí radica la mayor paradoja: ¿cómo piensa Alianza País recuperar esos grados de libertad con los cuales estaba reconstruyendo la institucionalidad y al sistema político sin fracturar las condiciones de su propia gobernabilidad? ¿De qué manera el sistema político ecuatoriano puede recobrar su legitimidad sin hacer tabula rasa de sí mismo y tener que poner el contador en cero? ¿Cómo movilizar a una sociedad, sobre todo en momentos en los que más se la necesita y que nada tiene que ver con las apuestas electorales, cuando se ha tratado de desestructurar, manipular y desmovilizar a esa misma sociedad? ¿Cómo apelar a la organización social cuando se ha tratado de cooptarla y convertirla en un apéndice del régimen o, en su defecto, destruirla? ¿Cómo decirle a la ciudadanía que la verdad que presentan los medios de comunicación gubernamentales no son sino otra estrategia de disuasión y que la verdad está en otra parte?
Alianza País está entre Escila y Caribdis. Para salir de la crisis tiene que apelar al diálogo y al consenso pero eso la debilita políticamente, porque va a dar la percepción de vulnerabilidad y ésa es la señal que necesita la oposición. En cambio, si mantiene su posición de hegemonía y de imposición, solamente es cuestión de tiempo para que su teoría de la conspiración se convierta en una profecía autocumplida. La insubordinación policial y militar demostró que el rey está desnudo y, al parecer, pone al tiempo político de Alianza País en cuenta regresiva.
* Pablo Dávalos, economista y catedrático ecuatoriano.
Alianza País: De la teoría de la conspiración a la real politik
Pablo Dávalos*
¿Qué pasó en Ecuador? ¿Qué está pasando? ¿Hubo intento de golpe de Estado en la insubordinación policial? Los recientes acontecimientos han suscitado una doble interpretación. La versión gubernamental va en la siguiente línea: los policías y sectores de las fuerzas armadas del Ecuador intentaron un golpe de Estado en una línea de reconstitución oligárquica suscitada por el rumbo político de un gobierno soberano y que había mantenido una agenda de ruptura con el modelo neoliberal y que está produciendo, además, profundas transformaciones democráticas en beneficio del pueblo en especial de los sectores más pobres; este intento de golpe de Estado ha sido evitado por la masiva movilización del pueblo ecuatoriano dispuesto a confrontar a la derecha y a salvar este proceso que se ha autodenominado revolucionario, y, asimismo, por la valiente y firme actitud del Presidente del Ecuador que mantuvo su coherencia hasta en los momentos más dramáticos.
Hasta ahí una interpretación que tiene como eje director al gobierno ecuatoriano y que de alguna manera consta en varios pronunciamientos y análisis de sectores identificados con la izquierda política del continente. En esta visión la realidad es simple y contundente y las líneas que demarcan a la izquierda (los buenos) y a los que no lo son, aparecen claras y transparentes.
Sin embargo, los hechos, como alguna vez dijo Lenin, son tenaces y evidencian una realidad más bien prosaica y diferente: al parecer y tal como lo confirman todos los datos existentes, nunca se trató de un golpe de Estado porque no hubo un pronunciamiento político en ese sentido de los sectores de la policía y de las fuerzas armadas involucradas en el conflicto, sino más bien, y por absurdo que pueda parecer, el núcleo del conflicto giró alrededor de reclamos administrativos y financieros por parte de la tropa de la policía ecuatoriana, aparentemente lesionados por el Código de Servicio Civil que fue aprobado por la Asamblea Nacional del Ecuador, pero que fue radicalmente cambiado por el veto presidencial de Rafael Correa. El hecho de que un reclamo administrativo haya generado la crisis política más importante del Ecuador de los últimos años, llama a la reflexión porque este hecho permitió que afloren varios fenómenos aparentemente disímiles y contradictorios.
En primer lugar está la posición de los movimientos sociales del Ecuador, entre ellos el movimiento indígena, que se desmarcaron tanto del gobierno de Alianza País cuanto de los insubordinados policías ecuatorianos, aunque mediaron algunas declaraciones desafortunadas de varios de sus líderes, pero la organización indígena aprovechó la coyuntura para resaltar lo que consideran el centro del debate político: las derivas extractivistas y neocoloniales que está asumiendo el gobierno de la Revolución Ciudadana. Las demás organizaciones sociales, entre ellas los sindicatos del sector público, aprovecharon de la coyuntura para manifestar su malestar con varias leyes aprobadas por el régimen y que lesionan sus derechos laborales. Esta posición del movimiento social ecuatoriano permite comprender la orfandad del gobierno en sus momentos más dramáticos, cuando necesitaba de forma desesperada esa organización social, a la que siempre la había considerado como rezagos corporativos del neoliberalismo, se vio completamente solo y más bien rodeado de afectos, solidaridades y buenas intenciones de un reducido grupo de personas que, si bien son importantes, cuando se trata de disputar y defender el poder generalmente son intrascendentes si no son fenómenos mayoritarios y contundentes. En esas horas de soledad, el Presidente ecuatoriano Rafael Correa tuvo que hacer algo que jamás se habría imaginado: negociar su estabilidad política con las fuerzas armadas.
En segundo lugar está el mismo sistema político ecuatoriano. La institucionalidad política se reveló incapaz de conjurar a los fantasmas que ella misma había convocado. La serie de leyes que se aprobaron en el legislativo y que implicaron un proceso de diálogo, consenso y acuerdos con actores disímiles, y que produjeron varios proyectos de ley cuya redacción no satisfacía a muchos de ellos pero que demostraban que se tuvo que ceder para mantener un frágil equilibrio, en el momento en el que llegaron al ejecutivo para su aprobación final fueron cambiadas de forma radical y alteraron, precisamente, ese equilibrio al que trabajosamente se había llegado. El veto presidencial a varias de estas leyes, como por ejemplo la Ley de Educación Superior, el Código Orgánico de Servicio Civil, el Código Orgánico de Ordenamiento Territorial, entre otras, cambiaron el equilibrio con el cual fueron aprobadas al interior del legislativo y convirtieron al Presidente de la República en legislador de última instancia.
Los asambleístas del partido de gobierno nunca pudieron ni contradecir ni presentar la más mínima resistencia esa voluntad del ejecutivo y, finalmente, nunca respaldaron ni reconocieron los acuerdos previos que ellos mismos habían suscrito con varios actores sociales, políticos e institucionales para lograr los votos necesarios para aprobar esas leyes. Esto determinó una pérdida de confianza en la legislatura y una crispación de varios sectores sociales que veían que su voluntad de llegar a acuerdos y realizar concesiones eran tabula rasa para el Ejecutivo.
Las reiteradas movilizaciones de las universidades, de los servidores públicos, de los jubilados, de los indígenas, entre otros, daban cuenta de esa crispación social. Empero, el sistema político ecuatoriano no daba muestras de absorber esa energía social y canalizarla dentro de la institucionalidad vigente, porque esta institucionalidad hablaba un solo lenguaje y en un solo sentido: aquel del partido de gobierno. Alianza País estaba reconstruyendo la institucionalidad política ecuatoriana desde el autismo y la arrogancia del poder. Cuando se produce la crisis política, el sistema político ecuatoriano fue incapaz de resolver esta crisis porque él mismo era parte del problema. Tal como están las cosas, ahora Alianza País deberá crear las garantías de su propia supervivencia política y resolver la crisis sin apelar a un cuestionado sistema político, una verdadera tarea para Sísifo.
En tercer lugar están los medios de comunicación convertidos en la víctima propiciatoria de la Revolución Ciudadana. A pocas horas de suscitarse el conflicto político el gobierno optó por curarse en sano y zanjó la disputa mediática y semiótica del conflicto asumiendo el control total de la información. En ese proceso el gobierno posicionó la idea de que estaba en juego la democracia atacada por la derecha camuflada en sectores de la policía, que habían sido objeto de manipulación de sectores claramente identificados con la oposición (se habló con insistencia del Partido Sociedad Patriótica y de su líder Lucio Gutiérrez). Más allá de que esta versión sea plausible está el hecho de que el momento en el que finalmente se abrió la señal para todos los medios televisivos, se tuvo acceso a información que contradecía las informaciones oficiales y que generaban dudas sobre los eventos sucedidos.
Los medios públicos hasta entonces habían luchado por su propia legitimidad tratando incluso de ser mínimamente críticos con el gobierno, en esta coyuntura más bien demostraron que la semiótica y la comunicación son fundamentales a la hora de disputar al poder y que llegado el momento la imparcialidad es una máscara incómoda: la verdad siempre es una prerrogativa del poder. Los medios de comunicación están otra vez en el centro del debate porque presentan una realidad y unos hechos que contradicen las versiones oficiales. Ahora el gobierno tiene que disputar los sentidos entre su versión de que se trató de un intento de golpe de Estado y las informaciones que van apareciendo paulatinamente y que indican que ni siquiera se trató de un secuestro al Presidente. El problema es que esta disputa rasga la hegemonía ideológica del partido de gobierno y empieza a fracturarla, y sin esa hegemonía ideológica, el único soporte real que al momento tiene el régimen, las adhesiones clientelares y electorales pueden también fracturarse poniendo en riesgo su estabilidad política.
Pero hay aún más: la situación económica del Ecuador no le favorece al gobierno. No puede presentar cifras de crecimiento económico, generación de empleo, inversión, reducción de la pobreza, porque las cifras demuestran que, al menos en lo que a la economía concierne, la propuesta de Alianza País ha fracasado y no tiene visos de superarse. El desempleo abierto y encubierto alcanza a las dos terceras partes de la población ecuatoriana en capacidad de trabajar. El costo de la canasta familiar se ha incrementado a sus máximos históricos: 550 dólares y el salario mínimo apenas cubre el 43% de esta canasta. De hecho, la pobreza se ha incrementado. Todo esto en un contexto de bonanza de los precios del petróleo, un importante incremento en la recaudación fiscal y expansión de las exportaciones no tradicionales. Sin embargo, el régimen de Alianza País necesita aún de más recursos económicos, sobre todo para resolver los problemas del déficit fiscal. En ese sentido, ha presentado una propuesta de ley para ampliar la capacidad de endeudamiento hasta un 50% del ingreso nacional, y pagar las bonificaciones de jubilación en bonos. Una propuesta que ha convocado a la oposición de los jubilados y de los trabajadores públicos en contra del régimen y que anuncia futuras movilizaciones sociales. La economía es una bomba de tiempo para Alianza País que, por ahora, no consta en su lista de prioridades pero que a mediano plazo revelará su importancia.
Luego de esta crisis, Alianza País sabe que una cosa es el discurso y otra las necesidades del poder. Puede ser que la imagen del Presidente se haya fortalecido en la coyuntura, pero eso no implica que las condiciones de su propia gobernabilidad sean las mejores. Más bien lo contrario, Alianza País sabe que en este simulacro no puede confundir las sombras en el espejo y necesita respuestas contundentes que le posibiliten garantizar al largo plazo su permanencia en el poder y defender aquellos grados de libertad en el sistema político que la convirtieron en fuerza hegemónica. El descontento de varios sectores sociales, entre ellos las fuerzas armadas y la policía nacional, están ahí, son indudables. Si Alianza País opta por resolver la crisis suscitada por insubordinación de la policía nacional sin resolver de manera previa las causas del conflicto que no solamente comprende a la policía sino a otros sectores sociales, sabe que el simulacro del golpe de Estado puede convertirse en una profecía autocumplida. Pero no puede resolver las condiciones de su gobernabilidad sin cambiar el formato político de su hegemonía, y no puede cambiar este formato político sin resignar los correspondientes espacios políticos, es decir, vulnerar esa hegemonía.
Alianza País es un movimiento autista y en su diccionario político no existen las palabras “diálogo” y “consenso”. Está auto-convencida de que su proceso político es una verdadera revolución y ha trazado una línea demarcatoria entre aquellos que suscriben de forma incondicional su proyecto y el resto a quienes considera sus enemigos, incluidos los movimientos sociales. Con Alianza País no hay términos medios. Justamente por ello no hay espacios ni condiciones ni para la crítica menos aún para la autocrítica.
Pero el momento de refundación al sistema político se está agotando. El impulso histórico que llevó al poder a Alianza País se está fracturando porque la sociedad ecuatoriana empieza a cambiar su orden de prioridades. Ése es su mayor drama y allí radica la mayor paradoja: ¿cómo piensa Alianza País recuperar esos grados de libertad con los cuales estaba reconstruyendo la institucionalidad y al sistema político sin fracturar las condiciones de su propia gobernabilidad? ¿De qué manera el sistema político ecuatoriano puede recobrar su legitimidad sin hacer tabula rasa de sí mismo y tener que poner el contador en cero? ¿Cómo movilizar a una sociedad, sobre todo en momentos en los que más se la necesita y que nada tiene que ver con las apuestas electorales, cuando se ha tratado de desestructurar, manipular y desmovilizar a esa misma sociedad? ¿Cómo apelar a la organización social cuando se ha tratado de cooptarla y convertirla en un apéndice del régimen o, en su defecto, destruirla? ¿Cómo decirle a la ciudadanía que la verdad que presentan los medios de comunicación gubernamentales no son sino otra estrategia de disuasión y que la verdad está en otra parte?
Alianza País está entre Escila y Caribdis. Para salir de la crisis tiene que apelar al diálogo y al consenso pero eso la debilita políticamente, porque va a dar la percepción de vulnerabilidad y ésa es la señal que necesita la oposición. En cambio, si mantiene su posición de hegemonía y de imposición, solamente es cuestión de tiempo para que su teoría de la conspiración se convierta en una profecía autocumplida. La insubordinación policial y militar demostró que el rey está desnudo y, al parecer, pone al tiempo político de Alianza País en cuenta regresiva.
* Pablo Dávalos, economista y catedrático ecuatoriano.
martes, 17 de agosto de 2010
Inversión extranjera directa y Estado de derecho
Inversión extranjera directa y Estado de derecho:
Amenazas a la democracia y a la sociedad
Pablo Dávalos*
La noción de “inversión extranjera directa” se ha convertido en una especie de dispositivo ideológico del capitalismo tardío que encubre sus derivas financieras y especulativas, al mismo tiempo que justifica y otorga un cariz de legitimidad jurídica y política a los procesos de privatización territorial y criminalización social. La inversión extranjera directa y su correlato del Estado de derecho (o Estado social de derecho) son ahora una de las amenazas más importantes en contra de la democracia y la sociedad. Urge, entonces, comprender qué existe detrás de este concepto aparentemente inocuo de “inversión extranjera directa”, y cómo se relaciona con aquel de Estado de derecho, como formas políticas de la dominación en el capitalismo tardío.
Desarrollo, crecimiento económico e inversión extranjera: los orígenes
Hay que considerar que luego de la segunda guerra mundial en la teoría económica se discutió mucho sobre la naturaleza, las dinámicas y los procesos que explican el crecimiento económico al interior de un discurso denominado “teorías del desarrollo económico”. En este discurso era claro, o al menos así lo parecía, el hecho de que desarrollo y crecimiento eran parte de una misma dinámica y ambos remitían a la economía.
Esto significó que todo el universo simbólico que estuvo asociado a la idea decimonónica del progreso y que hacía referencia a una especie de rol prometeico del hombre ante la naturaleza y ante la escasez, en el caso de la visión más moderna del desarrollo económico, más bien se convierta en una especie de instrumentación y adecuación técnica de recursos escasos para necesidades alternativas, tal como redefinió la economía a su propio campo analítico a mediados del siglo veinte.
En otras palabras, con la moderna visión de desarrollo económico se pierde ese universo simbólico inherente a la idea de progreso, pero al mismo tiempo se gana en pragmatismo y sencillez. Desarrollo no es otra cosa que crecimiento económico. A más crecimiento más desarrollo. A más desarrollo más progreso. De esta manera, se planteó la complejidad del capitalismo en términos más sencillos y lineales: aquellos países que tenían altos niveles de crecimiento económico indicaban el camino a aquellas regiones y países que no alcanzaban esos niveles de crecimiento. A los primeros se les denominó “países desarrollados” y, a los segundos, “países subdesarrollados”. Como el término “subdesarrollo” sonaba fuerte y, hasta cierto punto, peyorativo, se optó por el término más cortés pero que en definitiva significaba lo mismo de “países en vías de desarrollo”.
El desarrollo, en consecuencia, se convirtió en un asunto de técnica económica en la cual una sociedad tenía que cumplir una serie de requisitos casi formales para alcanzarlo. Existían “etapas” entre el subdesarrollo y el desarrollo. Esta visión simple, lineal, esquemática y fuertemente reductora de la complejidad del capitalismo como sistema-mundo, se fue imponiendo gracias al complejo científico-técnico, en lo fundamental, de las universidades de EEUU que sirvieron como caja de resonancia para las “teorías del desarrollo”, sobre todo después de la última posguerra. La noción del desarrollo económico se convirtió, de hecho, en la única baza que tenía el capitalismo para oponerse con relativo éxito al discurso del socialismo y de la planificación económica, en un contexto en el que las luchas por la liberación nacional durante los años sesenta adscribían en forma mayoritaria a las ideas del socialismo y la planificación económica.
Los Estados Unidos tuvieron que inventar sobre la marcha una serie de mecanismos y dispositivos ideológicos e institucionales que puedan convertirse en frenos y murallas al avance de las ideas socialistas. En América Latina, y asustados por el triunfo de la revolución cubana, tuvieron que crear la Alianza para el progreso, con un discurso modernizante y que, incluso, iba en contra de los intereses de las oligarquías de la región. De esta forma, EEUU aparecía más a la izquierda que las oligarquías latinoamericanas, cuando reconocía la necesidad de la reforma agraria y la necesidad de la industrialización y el crecimiento económico por la vía de mercados internos con la suficiente capacidad de compra que permita a estos países tener una demanda interna que sirva de sustento y línea de defensa política ante el avance del socialismo. Fueron los años que en Europa se conocen como los “treinta gloriosos” y que dieron forma al Estado del Bienestar, y que en América Latina marcaron el proceso de industrialización por sustitución de importaciones.
En este contexto, la idea de desarrollo y crecimiento económico salió de las aulas de economía y de las oficinas de los tecnócratas para convertirse en un movilizador social. Se vendió con tanto éxito la idea del desarrollo económico como una teleología social (es decir, como una finalidad de toda la sociedad), que todos los discursos sociales, entre ellos el discurso político, el discurso social, el discurso jurídico, el discurso económico, el discurso mediático e, incluso, el discurso religioso, convergieron hacia la idea de desarrollo económico y su sustento del crecimiento económico. El sueño era desarrollarse a cualquier costo, como sea y en el menor tiempo posible.
Es a partir de entonces que se crean una serie de metodologías para medir, comparar y establecer metas de crecimiento económico. Se retoma el conocimiento del siglo XIX sobre los flujos económicos, idea que nació precisamente de un médico entusiasta por la economía en la Francia monárquica, el Doctor François Quesnay, para calcular los flujos económicos y medir físicamente al desarrollo económico.
Fueron economistas socialistas encargados de la planificación centralizada (y también un economista americano de origen ruso Wassily Leontief, ganador del premio Nobel de economía en 1973), quienes crearon las primeras matrices (es decir, registros de doble entrada), entre la producción y la utilización de los recursos económicos, que servirán de sustento para la medición de lo que ahora se denomina “Producción Nacional” (GDP en inglés por Gross Domestic Product, o PIB en español, por Producto Interno Bruto).
De hecho, era la primera vez en la historia del capitalismo que se podía medir físicamente algo que era más una idea y un símbolo que una realidad fáctica: el progreso humano. Los economistas se transforman, de esta manera, en especie de taumaturgos (magos) y demiurgos (creadores) de este caro sueño de la burguesía y de sus promesas emancipatorias.
Si bien es cierto que ahora se cree con la fe del carbonero en los indicadores que construyen el PIB, y que para la gente común la jerga de los economistas se parece más a un arcano indescifrable y complejo, también es cierto que el discurso de la economía apostó con todo a la fundamentación y sustentación del desarrollo económico como la epifanía del capitalismo. Se mide al capitalismo y sus posibilidades en función, precisamente, de este indicador denominado PIB, o GDP.
Los ciclos ahorro-inversión y el desarrollo económico
En esta sustentación teórica y analítica del PIB y del desarrollo y crecimiento económico, se creó un dispositivo conceptual que tenía el objetivo de servir de explicación central al desarrollo económico, se trata de la relación ahorro-inversión. Detrás de este dispositivo conceptual hay un largo recorrido teórico al interior del discurso de la economía.
En efecto, en primer lugar había que reconocer que al interior de las sociedades se producen fenómenos que por su complejidad rebasan la simple comprensión de la actividad y cálculo económico de una sola persona. Es decir, el comportamiento económico de un individuo aislado no necesariamente genera un marco heurístico para comprender el comportamiento económico de toda la sociedad, como lo había creído el discurso económico desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
En otros términos, las sociedades generaban fenómenos económicos complejos que determinaban el comportamiento de los individuos. La economía clásica pensaba las cosas al revés. Consideraba que si comprendía el comportamiento y la racionalidad económica de una sola persona podía comprender la racionalidad de todo el sistema. Este abuso conceptual tiene un nombre preciso en la teoría económica, se denomina: homo economicus (hombre económico) y sirve de sustento a la moderna a la teoría del consumidor.
Hay que indicar, sin embargo, que existieron voces al interior del discurso económico que cuestionaron duramente este abuso conceptual de creer que tal como es el homo económicus es todo el sistema. Se puede mencionar a Carlos Marx que decía al respecto que se trata de “robinsonadas” de la “economía vulgar” (son sus términos), o el caso del economista americano Thorstein Veblen quien fue uno de los primeros en señalar la importancia de las instituciones y los comportamientos no económicos, entre otros críticos.
Se tuvo que esperar hasta el primer tercio del siglo XX, cuando el economista inglés John M. Keynes publicó su libro “Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero” (1936), para salir de ese estrecho corsé teórico del homo economicus y la economía pueda, finalmente, apreciar la complejidad de los procesos económicos como procesos sociales, es decir, agregados (o globales como le gustaba decir a Keynes).
Es solamente desde esta visión que recupera la visión global y social de la economía que puede entenderse a la economía como una totalidad en la cual el todo es más que la suma de las partes. En esta nueva visión que supera la estrecha y limitada concepción de un homo economicus, se pueden comprender los fenómenos económicos del consumo, el ahorro, la inversión, el ingreso y el empleo.
Estos procesos de consumo, ahorro, inversión, empleo, entre otros, parecen fenómenos individuales pero en realidad obedecen a estructuras y lógicas sociales. El empleo no es una responsabilidad individual sino social. La inversión no es solamente una decisión de un empresario sino la suma y la consecuencia de procesos sociales. El ingreso no es un asunto de una persona sino una consecuencia de decisiones de toda la sociedad. Si un conjunto de personas no tienen ingresos porque no tienen empleo, no es un problema que les atañe a ellos sino al conjunto de la sociedad y deben ser resueltos por ésta. El desempleo debe verse como una responsabilidad social y no como un problema personal.
Esta visión se la debemos a Keynes, por ello a las políticas económicas que buscan resolver los problemas de desempleo, la falta de ingresos y la carencia en el consumo se conocen como políticas keynesianas. No toda intervención del Estado en la economía releva del keynesianismo. Hay intervenciones del Estado hechas más para proteger intereses corporativos que intereses sociales, como fue el caso de la intervención del Estado americano y europeo en la crisis financiera a fines de la primera década del 2000.
Ahora bien, es desde esta visión global y como procesos sociales que hay que visualizar al empleo, al ahorro y al consumo. De hecho se denominan funciones porque están interrelacionadas entre sí, generan efectos multiplicadores y tienen un alcance global (se habla de consumo nacional, ingreso nacional, ahorro nacional, etc.).
Es desde esta visión, más compleja y más elaborada que la tradicional teoría económica del consumidor, que la teoría del desarrollo económico vinculaba el ahorro nacional con la inversión nacional como explicación determinante y fundamental para el desarrollo. Si una sociedad o un país tenían problemas de desarrollo era porque sus niveles de ahorro interno eran escasos lo que determinaba magros resultados de inversión. Con una inversión global mínima, el empleo resultante era también mínimo.
En consecuencia, esa sociedad debía resolver ese impasse entre el ahorro nacional y la inversión. Existía ahí un entrampamiento en virtud de la cual una sociedad no podía salir de sus bajos niveles de ahorro justamente porque era pobre y subdesarrollada (o estaba en vías de desarrollo), de ahí que tenía que resolver de manera previa una serie de condiciones, entre ellas tenía que resolver la principal trampa para el desarrollo que se había ubicado en la relación entre un sector moderno y un sector tradicional. El primero generalmente estaba en la industria y en el sector urbano, mientras que el segundo estaba en la agricultura y en el sector rural.
Había, entonces, que modernizar la agricultura como condición previa para modernizar la economía y posibilitar el despegue (take-off) económico. Hasta ahí, con múltiples variantes, matices, posiciones, críticas y debates, la teoría tradicional del desarrollo económico, había identificado de manera analítica la relación entre inversión y desarrollo económico.
Ahora bien, en este esquema analítico la carencia de ahorro interno se compensaba con ahorro externo (deuda externa para el desarrollo), y las deficiencias tecnológicas de ciertos sectores industriales y modernos se complementaban con inversión extranjera directa. Esta última tenía que ser cuidadosamente regulada, controlada y administrada, y siempre se la había considerado como provisional y complementaria a la inversión nacional.
Es decir, un país permitía la inversión extranjera directa en sectores determinados, porque necesitaba de tecnología, capitales, o la capacidad de generar impulsos y señales para un determinado sector económico. No existía, en esta visión, una apertura total a la inversión extranjera porque se la consideraba más una amenaza que una oportunidad. Y era una amenaza porque la inversión extranjera erosionaba el ahorro nacional al transferir sus utilidades por fuera de la economía nacional, y tomaba decisiones por fuera de la planificación selectiva de la liquidez, la producción, la inversión y el empleo. La inversión extranjera directa podía desestructurar de manera grave la planificación al largo plazo, al tiempo que provocaba una presión en la balanza de pagos por la vía del envío de sus transferencias hacia la casa matriz que generaban incertidumbre en los tipos de cambio. Esa transferencia producía una fuga, por decirlo de alguna manera, de recursos financieros y monetarios que eran fundamentales en la relación ahorro-inversión para el desarrollo económico.
De ahí que los países hayan visto con recelo y suspicacia a la inversión extranjera directa y la hayan controlado de manera estricta. Hay que recordar a este tenor la Decisión 24 de la Junta del Acuerdo de Cartagena (Pacto Andino) que controlaba de manera rigurosa a la inversión extranjera directa. En esta etapa del capitalismo, la inversión extranjera directa no tenía la libertad de diseñar en función de sus conveniencias la geografía económica del mundo.
Derivados financieros, economía de casino e inversión extranjera directa
Empero, los tiempos cambian y el capitalismo también. Aquel capitalismo que al menos se daba el trabajo de explotar a los obreros al parecer, y en las regiones y países de mayor avance y consolidación del capitalismo, ha cedido el paso al capitalismo de especulación. Ahora lo más importante de la producción mundial se realiza en la periferia del capitalismo. En regiones en donde existe abundante mano de obra, barata y totalmente flexible, como es el sudeste asiático, la India o la China, y la explotación al trabajo puede llevarse a los niveles que existían en el siglo XVIII. En EEUU, Europa o Japón, el verdadero negocio no está tanto en producir sino en especular sobre esa producción.
El capitalismo de especulación ha creado al respecto una de la innovaciones más importantes de toda su vida: los productos financieros derivados. Se trata de un mecanismo financiero que permite el apalancamiento especulativo de cualquier activo, situación o incluso expectativa, sin medida o límite alguno. Los productos derivados permiten que el capitalismo pueda especular incluso con sus propios sueños. En el año 2002, el inversionista de Wall Street, Warren Buffet afirmó que los derivados son: “armas financieras de destrucción masiva, que conllevan peligros importantes que, siendo hoy importantes, serán potencialmente letales”. La crisis de las hipotecas subprime del año 2007 le daría finalmente la razón.
Los productos derivados, en especial gracias a las fórmulas de Merton y Black-Scholes, de 1973, (Robert Merton y Myron Scholes ganarían el premio Nobel de Economía en 1997, precisamente por haber creado el esquema matemático-financiero que permite dar valor a los productos derivados), no tienen ningún límite que no sea la imaginación humana. Posibilitan una especulación tan frenética, tan intensa, tan pregnante, que necesitan de un espacio propio libre de toda regulación, control, supervisión. Un espacio en el cual sean sus propias reglas la normativa que les abra la puerta a sus propias necesidades.
Ese espacio se denomina Mercado de Transacciones Sobre el Mostrador (Over The Counter, u OTC’s). Fue creado, entre otros, por las bancas de inversión, entre ellas Goldman Sachs, y tuvo el apoyo de importantes personajes como fue el caso de Alan Greespan, ex director de la Reserva Federal Americana (FED). En el primer semestre del año 2010, el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), que es la institución pública que trata de seguir y estudiar a estos mercados financieros, determinó un volumen de transacciones de alrededor de 615 trillones de dólares en los mercados de derivados en los OTC’s, una cantidad que excede, cabe indicarlo, en diez veces la producción mundial en bienes y servicios.
En los mismos años en los que empezaron las primeras transacciones sobre productos derivados en los mercados sobre el mostrador (1994-1995) se creaba la Organización Mundial de Comercio, OMC, y se sancionaban nuevas dinámicas en el capitalismo orientadas a fortalecer, proteger y consolidar la especulación financiera.
Es justamente en ese periodo, que la OMC determina a la inversión extranjera directa y al inversionista extranjero como los sujetos fundamentales que las leyes y la jurisdicción de los Estados deberán ahora respetar incluso al costo de su propia normativa.
Esta indicación es importante porque permite comprender una transición clave al interior del capitalismo: aquella de la regulación del sistema por los mercados financieros internacionales. La apelación al inversionista extranjero y a la inversión extranjera como figura de derecho internacional, y su correlato en la seguridad jurídica y en el Estado de derecho, hechas por la OMC, están en línea directa con las necesidades del capitalismo de especulación y con las necesidades de los operadores de la especulación mundial, por una razón evidente: la demanda de protección jurídica a la inversión extranjera directa sancionaba los procesos de privatización del Estado que se hicieron en los años ochenta y noventa y garantizaba los derechos de propiedad privada sobre una propiedad que antes fue pública y que fue transferida al sector privado en procesos muchas veces corruptos.
El reconocimiento de esos derechos de propiedad individual eran fundamentales para garantizar la especulación financiera que cada vez era más importante. Los derechos de propiedad claramente definidos, a la larga sirven de colateral y cable a tierra de la especulación financiera mundial. Los derivados financieros se apalancaban en el sector real de la economía y en los fondos de pensiones privatizados (fondos de seguridad social, infraestructura eléctrica, de transportes, actividades hidrocarburíferas, sector de la salud y medicinas, etc.), como garantes de su propio apalancamiento especulativo.
Los derivados financieros no habrían tenido el desarrollo que adquirieron si no mediaba la privatización de la esfera pública y si esa privatización no habría sido conectada a la especulación mundial. Este conector se llama: derechos de propiedad. El concepto económico que le sirve de cobertura y coartada se llama costos de transacción y es la clave de la economía de la información. Los derechos de propiedad claramente establecidos determinan el nivel de seguridad jurídica de un Estado. Un Estado que estructura su andamiaje jurídico en función de los derechos de propiedad se llama Estado de derecho.
Es desde esta dinámica que ahora hay que comprender al inversionista y a la inversión extranjera directa. Ahora son ellos quienes sancionan el empleo, la inversión, el ingreso, el consumo de una sociedad. Su capacidad de regular y arbitrar sobre decisiones sociales es tan grande que pueden poner de rodillas a un Estado cualquiera. La inversión extranjera directa, en consecuencia, sanciona una de los procesos más importantes del capitalismo tardío, aquel de su transición hacia la especulación financiera y la economía de casino.
La seguridad jurídica y la privatización del derecho
Ahora bien, la inversión extranjera directa y su correlato del inversionista extranjero, ameritan cambios importantes en las leyes, en las regulaciones y en el discurso de la economía. Su principal demanda es la “seguridad jurídica”. El Estado de Bienestar no puede garantizar la seguridad jurídica que demandan los inversionistas para su inversión, porque su construcción institucional de alguna manera ha fortalecido los mecanismos democráticos de la sociedad, sobre todo porque considera a la economía más como un medio que como un fin. De ahí la presión por desmontar al Estado de Bienestar, y una de las formas de desmontarlo está, precisamente, en la reciente utilización del déficit fiscal, pero esa es otra historia.
En el caso de América Latina, los procesos de industrialización también implicaron la creación de una estructura jurídica e institucional que garantizaba la inversión nacional y la vinculaban a la relación ahorro-inversión. Es decir, ese ámbito de una justicia desvinculada de una jurisdicción nacional y que pueda garantizar la seguridad jurídica, hasta las reformas neoliberales de los años ochenta, no existía.
En el ámbito jurídico la noción de inversión extranjera directa y de inversionista extranjero abre el espacio para un locus de normatividad por fuera de los Estados que tiene capacidad coercitiva y un rango igual que el Estado. Es decir, implica la privatización de la justicia y de las leyes internacionales, y la reducción del ámbito de la soberanía política de los Estados a las decisiones de los mercados financieros.
Puede parecer una exageración pero ésa fue la intención de la OCDE cuando intentó aprobar el Acuerdo Multilateral de Inversiones, AMI, en el año 1998. No obstante, aquellos puntos del AMI que hacían referencia al inversionista extranjero y a la inversión extranjera directa, se trasladarían punto por punto a los Acuerdos y Tratados de Libre Comercio que EEUU y la Unión Europea suscribirían con varios países a partir de esa fecha.
De igual manera, la OMC va a crear esos espacios de desregulación jurídica en los denominados Tribunales de Conciliación y Arbitraje para asuntos relativos a inversiones. Quizá el más conocido de ellos sea el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Banco Mundial, el CIADI.
La creación de un espacio de justicia y regulación normativa por fuera de los espacios jurídicos de cualquier Estado es correlativa con el avance y profundización de las derivas especulativas del capitalismo.
En este locus el pivote central que estructura, define y regula las relaciones de poder en el ámbito jurídico es, precisamente, el inversionista. El inversionista puede demandar a un Estado si considera que las políticas públicas de éste han perjudicado su inversión o sus expectativas de rentabilidad. No hay Estado en el mundo que pueda defenderse de las demandas de los inversionistas apelando a las tradicionales nociones de soberanía política.
La soberanía política del Estado-nación, en el capitalismo tardío, es una reliquia del pasado. La prueba está, justamente, en la figura jurídica del inversionista y en los tribunales de conciliación y arbitraje como espacios desregulados y privatizados de justicia y normatividad.
La convergencia normativa: criminalización social y seguridad jurídica
Ahora bien, es necesario que los Estados reconozcan ese estatuto especial que tiene el inversionista y que tiene la inversión extranjera. De una u otra forma, los Estados están obligados a articular su legislación interna y sus normas de tal manera que éstas se pongan en función de las necesidades y prerrogativas del inversionista y de la inversión extranjera.
Este proceso se denomina convergencia normativa y su expresión mayor está en el reconocimiento que hacen los Estados a la seguridad jurídica para el inversionista y sus inversiones. Los Estados están obligados a reconocer ese estatuto supranacional y por fuera de toda regulación interna que tiene el inversionista y la inversión extranjera. Cuando un Estado reconoce la seguridad jurídica del inversionista en el ámbito contractual (o Constitucional), se convierte en Estado de derecho.
No obstante, la construcción del Estado de derecho tiene su lado numinoso, y hace referencia al hecho de que a medida que los inversionistas ganan espacios de reconocimiento jurídico, la sociedad y los ciudadanos los pierden.
La seguridad jurídica implica necesariamente la criminalización social. Se trata de una conclusión lógica porque los inversionistas van a reclamar derechos de propiedad que muchas veces atentan y lesionan incluso a los derechos humanos. Muy rara vez los negocios van de la mano de los derechos humanos. El horizonte de rentabilidad excluye cualquier consideración ética a nombre de la eficiencia mercantil.
Cuando la sociedad reclama por los derechos humanos lesionados por la eficiencia mercantil, los inversionistas acuden al expediente de acusar al Estado de falta de garantías jurídicas para la inversión, y en virtud de que las decisiones de los inversionistas implican los niveles de inversión, empleo, consumo, ingresos de toda la sociedad, los gobiernos generalmente dan razón a los inversionistas en contra de la sociedad.
De ahí que cualquier situación que amenace a los derechos de propiedad de los inversionistas amerite duras respuestas por parte de los gobiernos que no dudan en poner todo el poder legítimo de la violencia en beneficio exclusivo de los inversionistas y sus inversiones.
Quienes reclaman por sus derechos humanos, sociales y colectivos lesionados por los derechos de propiedad de los inversionistas, generalmente son perseguidos e incluso criminalizados, muchas veces bajo el expediente del terrorismo. Muchos líderes sociales que han defendido sus territorios ancestrales de la depredación y del abuso de los inversionistas extranjeros, sobre todo en el caso de las industrias extractivas, han sido criminalizados por sus respectivos Estados y acusados de sedición y terrorismo. Muchos dirigentes laborales que han confrontado la sobreexplotación de la cual son víctimas, han sido víctimas de secuestros, asesinatos, persecuciones, criminalización por parte de estos inversionistas extranjeros, con la complicidad del Estado de derecho.
La conclusión parece evidente: a mayor seguridad jurídica mayor criminalización social. De esta manera, el Estado de derecho, en realidad, es el Estado de criminalización social. Esto que parece ser tanto una exageración cuanto una antinomia se ejemplifica de manera evidente cuando se recorre el camino de las inversiones extranjeras y se constata que junto a éstas hay una estela de conflictos sociales, represión gubernamental y criminalización social: de los femicidios de Ciudad Juárez a la sobreexplotación laboral en las fábricas chinas media la presencia del inversionista y la inversión extranjera como factótum de su propia violencia.
Empero, el Estado de derecho es más peligroso aún para los derechos humanos, sociales y colectivos, porque abre un espacio transnacionalizado de coerción hecho en función específica de los derechos de propiedad y legitimado por fuera del Estado.
Los inversionistas han construido un locus de soberanía jurídica que rebasa la soberanía política de los Estados y, en tal virtud, pueden ejercer la capacidad coercitiva que permite el derecho y las leyes en beneficio propio y sin ninguna consideración social ni ética.
Los acuerdos que se discuten en la OMC a propósito de los derechos de propiedad intelectual (Anti-Counterfeiting Trade Agreement, ACTA por sus siglas en inglés), les otorgan a los inversionistas una capacidad coercitiva a nivel internacional y un peso jurídico que no tiene ni siquiera la Corte Penal Internacional. El Acuerdo ACTA, de suscribirse tal cual lo está discutiendo la OMC, le da la posibilidad al inversionista de revisar y controlar el comercio mundial, sin la necesidad de permisos estatales y bajo la cobertura de luchar contra la falsificación de los derechos de propiedad intelectual.
Pero no solo les da el control sobre el comercio mundial sino también capacidades coercitivas que generalmente son prerrogativas de los Estados-nación. Tanto los Acuerdos de Libre Comercio, como el ACTA, o los Tribunales de Conciliación y Arbitraje para asuntos relativos a inversiones, dan cuenta de que en la hora actual, el Estado de derecho es el principal enemigo de la democracia, de los derechos humanos, sociales y colectivos, y de la sociedad en general. La conclusión parece contradictoria pero no por ello menos real: a más Estado de derecho, menos democracia y menos garantía para los derechos humanos y colectivos.
La colonización epistemológica
Otro cambio importante y que hace referencia a la conformación del inversionista y de la inversión extranjera no solo como sujetos propios de derecho y como actores de la gobernanza mundial, está en los cambios suscitados en la teoría económica que ahora articula sus marcos teóricos y explicativos en función, precisamente, del inversionista y de la inversión extranjera.
Mientras que en la teoría del desarrollo el crecimiento económico dependía de la relación ahorro-inversión, ahora el crecimiento económico depende de forma exclusiva de la inversión extranjera directa y, en consecuencia, de la seguridad jurídica, de la estabilidad macroeconómica, de la disciplina fiscal, de la convergencia jurídica.
No se menciona más la relación ahorro-inversión como parte de la estrategia de crecimiento económico. Es más, en la jerga de los economistas neoliberales (que al momento son la mayoría), ya no hay países en vías de desarrollo, sino “mercados emergentes”.
En los documentos oficiales el concepto de mercados emergentes sirve para denominar a aquellos que antes estaban en vías de desarrollo. Los países que no alcanzan a emerger son puestos en la lista negra de Estados parias (también se los ha denominado como Estados fallidos). Es decir, excluidos de la globalización, de los flujos de capital y, en consecuencia, de la inversión extranjera directa, y susceptibles de ser invadidos y ocupados militarmente.
Esta transición conceptual desaloja de la teoría todo aquello que haga referencia a la sociedad y a las complejidades que la definen y estructuran. Es un retorno a la idea de que el sistema económico es la trasposición al ámbito social del comportamiento egoísta y maximizador del homo economicus.
De esta manera, ahora el desempleo no es un problema social sino una cuestión individual. El desempleo que existe no tiene nada que ver con el capitalismo sino con las preferencias racionales de consumidores que pueden adecuar de forma racional sus expectativas, habida cuenta de que los mercados generan información a través del sistema de precios.
En otros términos, el desempleo es culpa de las personas que no quieren aceptar el trabajo existente porque, supuestamente, no están de acuerdo con el nivel de remuneraciones que se les ofrece. Ha desaparecido, en consecuencia, toda referencia a la sociedad y ésta se convierte en el campo de batalla de personas egoístas y racionales. En esta sociedad en donde los egoísmos pueden desgarrar de manera radical el tejido social, el mercado actúa como articulador y armonizador de esos egoísmos. Es una especie de bálsamo que cura ese desgarre casi natural producido por la confrontación de intereses contradictorios.
Es por ello, que la teoría económica no hace referencia a procesos globales ni sociales. Ahora, el desarrollo no es obra de una sociedad que articule de manera coherente sus decisiones de ahorro-inversión, sino más bien de las garantías que esta sociedad pueda ofrecer a la inversión extranjera y a la apertura a los mercados mundiales.
Si hay seguridad jurídica, si existe disciplina fiscal, si los Estados están armonizando sus leyes internas con las disposiciones de la OMC, en virtud de la convergencia normativa, si hay apertura para la libre circulación de capitales, y si los derechos de propiedad están los suficientemente claros para que no generen costos de transacción al sistema, entonces esa economía puede emerger en la globalización y crecer económicamente, y a medida que crece en términos económicos puede resolver sus problemas de pobreza, desempleo, desinversión, etc.
Esta colonización teórica empezó en la década de los años ochenta de la mano del FMI y se ha consolidado al punto de convertirse casi en un tópico: para crecer se necesita inversión y ésta, por definición, viene de fuera. El inversionista se convierte en la condición de posibilidad para el empleo, la producción, la inversión, el consumo, etc. Sus decisiones definen las posibilidades de las sociedades. La relación ahorro-inversión no tendría nada que ver con la ideología neoliberal de la seguridad jurídica, la inversión extranjera directa, la flexibilización de los mercados, la desregulación social, la apertura comercial y la convergencia normativa.
Para que la inversión no se asuste y no huya de un país o región determinadas y esto provoque recesión, crisis y desempleo, es necesario no hacer ruido con leyes laborales, exigencias ambientales, requerimientos éticos, obligaciones fiscales o demandas en derechos humanos. Tampoco hay que generar señales de indisciplina fiscal con gasto público en salud, educación o bienestar social. Es mejor quedarse callados cuando la inversión extranjera desmantela los países, cuando hunde en la miseria a vastos conglomerados humanos, cuando irrespeta los derechos humanos, cuando destruye la naturaleza, cuando fractura las sociedades y las sume en la violencia y la desintegración total. Tal es la distopía inherente del Estado de derecho y la pretensión final de los inversionistas extranjeros.
*Pablo Dávalos,economista y catedrático ecuatoriano.
Amenazas a la democracia y a la sociedad
Pablo Dávalos*
La noción de “inversión extranjera directa” se ha convertido en una especie de dispositivo ideológico del capitalismo tardío que encubre sus derivas financieras y especulativas, al mismo tiempo que justifica y otorga un cariz de legitimidad jurídica y política a los procesos de privatización territorial y criminalización social. La inversión extranjera directa y su correlato del Estado de derecho (o Estado social de derecho) son ahora una de las amenazas más importantes en contra de la democracia y la sociedad. Urge, entonces, comprender qué existe detrás de este concepto aparentemente inocuo de “inversión extranjera directa”, y cómo se relaciona con aquel de Estado de derecho, como formas políticas de la dominación en el capitalismo tardío.
Desarrollo, crecimiento económico e inversión extranjera: los orígenes
Hay que considerar que luego de la segunda guerra mundial en la teoría económica se discutió mucho sobre la naturaleza, las dinámicas y los procesos que explican el crecimiento económico al interior de un discurso denominado “teorías del desarrollo económico”. En este discurso era claro, o al menos así lo parecía, el hecho de que desarrollo y crecimiento eran parte de una misma dinámica y ambos remitían a la economía.
Esto significó que todo el universo simbólico que estuvo asociado a la idea decimonónica del progreso y que hacía referencia a una especie de rol prometeico del hombre ante la naturaleza y ante la escasez, en el caso de la visión más moderna del desarrollo económico, más bien se convierta en una especie de instrumentación y adecuación técnica de recursos escasos para necesidades alternativas, tal como redefinió la economía a su propio campo analítico a mediados del siglo veinte.
En otras palabras, con la moderna visión de desarrollo económico se pierde ese universo simbólico inherente a la idea de progreso, pero al mismo tiempo se gana en pragmatismo y sencillez. Desarrollo no es otra cosa que crecimiento económico. A más crecimiento más desarrollo. A más desarrollo más progreso. De esta manera, se planteó la complejidad del capitalismo en términos más sencillos y lineales: aquellos países que tenían altos niveles de crecimiento económico indicaban el camino a aquellas regiones y países que no alcanzaban esos niveles de crecimiento. A los primeros se les denominó “países desarrollados” y, a los segundos, “países subdesarrollados”. Como el término “subdesarrollo” sonaba fuerte y, hasta cierto punto, peyorativo, se optó por el término más cortés pero que en definitiva significaba lo mismo de “países en vías de desarrollo”.
El desarrollo, en consecuencia, se convirtió en un asunto de técnica económica en la cual una sociedad tenía que cumplir una serie de requisitos casi formales para alcanzarlo. Existían “etapas” entre el subdesarrollo y el desarrollo. Esta visión simple, lineal, esquemática y fuertemente reductora de la complejidad del capitalismo como sistema-mundo, se fue imponiendo gracias al complejo científico-técnico, en lo fundamental, de las universidades de EEUU que sirvieron como caja de resonancia para las “teorías del desarrollo”, sobre todo después de la última posguerra. La noción del desarrollo económico se convirtió, de hecho, en la única baza que tenía el capitalismo para oponerse con relativo éxito al discurso del socialismo y de la planificación económica, en un contexto en el que las luchas por la liberación nacional durante los años sesenta adscribían en forma mayoritaria a las ideas del socialismo y la planificación económica.
Los Estados Unidos tuvieron que inventar sobre la marcha una serie de mecanismos y dispositivos ideológicos e institucionales que puedan convertirse en frenos y murallas al avance de las ideas socialistas. En América Latina, y asustados por el triunfo de la revolución cubana, tuvieron que crear la Alianza para el progreso, con un discurso modernizante y que, incluso, iba en contra de los intereses de las oligarquías de la región. De esta forma, EEUU aparecía más a la izquierda que las oligarquías latinoamericanas, cuando reconocía la necesidad de la reforma agraria y la necesidad de la industrialización y el crecimiento económico por la vía de mercados internos con la suficiente capacidad de compra que permita a estos países tener una demanda interna que sirva de sustento y línea de defensa política ante el avance del socialismo. Fueron los años que en Europa se conocen como los “treinta gloriosos” y que dieron forma al Estado del Bienestar, y que en América Latina marcaron el proceso de industrialización por sustitución de importaciones.
En este contexto, la idea de desarrollo y crecimiento económico salió de las aulas de economía y de las oficinas de los tecnócratas para convertirse en un movilizador social. Se vendió con tanto éxito la idea del desarrollo económico como una teleología social (es decir, como una finalidad de toda la sociedad), que todos los discursos sociales, entre ellos el discurso político, el discurso social, el discurso jurídico, el discurso económico, el discurso mediático e, incluso, el discurso religioso, convergieron hacia la idea de desarrollo económico y su sustento del crecimiento económico. El sueño era desarrollarse a cualquier costo, como sea y en el menor tiempo posible.
Es a partir de entonces que se crean una serie de metodologías para medir, comparar y establecer metas de crecimiento económico. Se retoma el conocimiento del siglo XIX sobre los flujos económicos, idea que nació precisamente de un médico entusiasta por la economía en la Francia monárquica, el Doctor François Quesnay, para calcular los flujos económicos y medir físicamente al desarrollo económico.
Fueron economistas socialistas encargados de la planificación centralizada (y también un economista americano de origen ruso Wassily Leontief, ganador del premio Nobel de economía en 1973), quienes crearon las primeras matrices (es decir, registros de doble entrada), entre la producción y la utilización de los recursos económicos, que servirán de sustento para la medición de lo que ahora se denomina “Producción Nacional” (GDP en inglés por Gross Domestic Product, o PIB en español, por Producto Interno Bruto).
De hecho, era la primera vez en la historia del capitalismo que se podía medir físicamente algo que era más una idea y un símbolo que una realidad fáctica: el progreso humano. Los economistas se transforman, de esta manera, en especie de taumaturgos (magos) y demiurgos (creadores) de este caro sueño de la burguesía y de sus promesas emancipatorias.
Si bien es cierto que ahora se cree con la fe del carbonero en los indicadores que construyen el PIB, y que para la gente común la jerga de los economistas se parece más a un arcano indescifrable y complejo, también es cierto que el discurso de la economía apostó con todo a la fundamentación y sustentación del desarrollo económico como la epifanía del capitalismo. Se mide al capitalismo y sus posibilidades en función, precisamente, de este indicador denominado PIB, o GDP.
Los ciclos ahorro-inversión y el desarrollo económico
En esta sustentación teórica y analítica del PIB y del desarrollo y crecimiento económico, se creó un dispositivo conceptual que tenía el objetivo de servir de explicación central al desarrollo económico, se trata de la relación ahorro-inversión. Detrás de este dispositivo conceptual hay un largo recorrido teórico al interior del discurso de la economía.
En efecto, en primer lugar había que reconocer que al interior de las sociedades se producen fenómenos que por su complejidad rebasan la simple comprensión de la actividad y cálculo económico de una sola persona. Es decir, el comportamiento económico de un individuo aislado no necesariamente genera un marco heurístico para comprender el comportamiento económico de toda la sociedad, como lo había creído el discurso económico desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
En otros términos, las sociedades generaban fenómenos económicos complejos que determinaban el comportamiento de los individuos. La economía clásica pensaba las cosas al revés. Consideraba que si comprendía el comportamiento y la racionalidad económica de una sola persona podía comprender la racionalidad de todo el sistema. Este abuso conceptual tiene un nombre preciso en la teoría económica, se denomina: homo economicus (hombre económico) y sirve de sustento a la moderna a la teoría del consumidor.
Hay que indicar, sin embargo, que existieron voces al interior del discurso económico que cuestionaron duramente este abuso conceptual de creer que tal como es el homo económicus es todo el sistema. Se puede mencionar a Carlos Marx que decía al respecto que se trata de “robinsonadas” de la “economía vulgar” (son sus términos), o el caso del economista americano Thorstein Veblen quien fue uno de los primeros en señalar la importancia de las instituciones y los comportamientos no económicos, entre otros críticos.
Se tuvo que esperar hasta el primer tercio del siglo XX, cuando el economista inglés John M. Keynes publicó su libro “Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero” (1936), para salir de ese estrecho corsé teórico del homo economicus y la economía pueda, finalmente, apreciar la complejidad de los procesos económicos como procesos sociales, es decir, agregados (o globales como le gustaba decir a Keynes).
Es solamente desde esta visión que recupera la visión global y social de la economía que puede entenderse a la economía como una totalidad en la cual el todo es más que la suma de las partes. En esta nueva visión que supera la estrecha y limitada concepción de un homo economicus, se pueden comprender los fenómenos económicos del consumo, el ahorro, la inversión, el ingreso y el empleo.
Estos procesos de consumo, ahorro, inversión, empleo, entre otros, parecen fenómenos individuales pero en realidad obedecen a estructuras y lógicas sociales. El empleo no es una responsabilidad individual sino social. La inversión no es solamente una decisión de un empresario sino la suma y la consecuencia de procesos sociales. El ingreso no es un asunto de una persona sino una consecuencia de decisiones de toda la sociedad. Si un conjunto de personas no tienen ingresos porque no tienen empleo, no es un problema que les atañe a ellos sino al conjunto de la sociedad y deben ser resueltos por ésta. El desempleo debe verse como una responsabilidad social y no como un problema personal.
Esta visión se la debemos a Keynes, por ello a las políticas económicas que buscan resolver los problemas de desempleo, la falta de ingresos y la carencia en el consumo se conocen como políticas keynesianas. No toda intervención del Estado en la economía releva del keynesianismo. Hay intervenciones del Estado hechas más para proteger intereses corporativos que intereses sociales, como fue el caso de la intervención del Estado americano y europeo en la crisis financiera a fines de la primera década del 2000.
Ahora bien, es desde esta visión global y como procesos sociales que hay que visualizar al empleo, al ahorro y al consumo. De hecho se denominan funciones porque están interrelacionadas entre sí, generan efectos multiplicadores y tienen un alcance global (se habla de consumo nacional, ingreso nacional, ahorro nacional, etc.).
Es desde esta visión, más compleja y más elaborada que la tradicional teoría económica del consumidor, que la teoría del desarrollo económico vinculaba el ahorro nacional con la inversión nacional como explicación determinante y fundamental para el desarrollo. Si una sociedad o un país tenían problemas de desarrollo era porque sus niveles de ahorro interno eran escasos lo que determinaba magros resultados de inversión. Con una inversión global mínima, el empleo resultante era también mínimo.
En consecuencia, esa sociedad debía resolver ese impasse entre el ahorro nacional y la inversión. Existía ahí un entrampamiento en virtud de la cual una sociedad no podía salir de sus bajos niveles de ahorro justamente porque era pobre y subdesarrollada (o estaba en vías de desarrollo), de ahí que tenía que resolver de manera previa una serie de condiciones, entre ellas tenía que resolver la principal trampa para el desarrollo que se había ubicado en la relación entre un sector moderno y un sector tradicional. El primero generalmente estaba en la industria y en el sector urbano, mientras que el segundo estaba en la agricultura y en el sector rural.
Había, entonces, que modernizar la agricultura como condición previa para modernizar la economía y posibilitar el despegue (take-off) económico. Hasta ahí, con múltiples variantes, matices, posiciones, críticas y debates, la teoría tradicional del desarrollo económico, había identificado de manera analítica la relación entre inversión y desarrollo económico.
Ahora bien, en este esquema analítico la carencia de ahorro interno se compensaba con ahorro externo (deuda externa para el desarrollo), y las deficiencias tecnológicas de ciertos sectores industriales y modernos se complementaban con inversión extranjera directa. Esta última tenía que ser cuidadosamente regulada, controlada y administrada, y siempre se la había considerado como provisional y complementaria a la inversión nacional.
Es decir, un país permitía la inversión extranjera directa en sectores determinados, porque necesitaba de tecnología, capitales, o la capacidad de generar impulsos y señales para un determinado sector económico. No existía, en esta visión, una apertura total a la inversión extranjera porque se la consideraba más una amenaza que una oportunidad. Y era una amenaza porque la inversión extranjera erosionaba el ahorro nacional al transferir sus utilidades por fuera de la economía nacional, y tomaba decisiones por fuera de la planificación selectiva de la liquidez, la producción, la inversión y el empleo. La inversión extranjera directa podía desestructurar de manera grave la planificación al largo plazo, al tiempo que provocaba una presión en la balanza de pagos por la vía del envío de sus transferencias hacia la casa matriz que generaban incertidumbre en los tipos de cambio. Esa transferencia producía una fuga, por decirlo de alguna manera, de recursos financieros y monetarios que eran fundamentales en la relación ahorro-inversión para el desarrollo económico.
De ahí que los países hayan visto con recelo y suspicacia a la inversión extranjera directa y la hayan controlado de manera estricta. Hay que recordar a este tenor la Decisión 24 de la Junta del Acuerdo de Cartagena (Pacto Andino) que controlaba de manera rigurosa a la inversión extranjera directa. En esta etapa del capitalismo, la inversión extranjera directa no tenía la libertad de diseñar en función de sus conveniencias la geografía económica del mundo.
Derivados financieros, economía de casino e inversión extranjera directa
Empero, los tiempos cambian y el capitalismo también. Aquel capitalismo que al menos se daba el trabajo de explotar a los obreros al parecer, y en las regiones y países de mayor avance y consolidación del capitalismo, ha cedido el paso al capitalismo de especulación. Ahora lo más importante de la producción mundial se realiza en la periferia del capitalismo. En regiones en donde existe abundante mano de obra, barata y totalmente flexible, como es el sudeste asiático, la India o la China, y la explotación al trabajo puede llevarse a los niveles que existían en el siglo XVIII. En EEUU, Europa o Japón, el verdadero negocio no está tanto en producir sino en especular sobre esa producción.
El capitalismo de especulación ha creado al respecto una de la innovaciones más importantes de toda su vida: los productos financieros derivados. Se trata de un mecanismo financiero que permite el apalancamiento especulativo de cualquier activo, situación o incluso expectativa, sin medida o límite alguno. Los productos derivados permiten que el capitalismo pueda especular incluso con sus propios sueños. En el año 2002, el inversionista de Wall Street, Warren Buffet afirmó que los derivados son: “armas financieras de destrucción masiva, que conllevan peligros importantes que, siendo hoy importantes, serán potencialmente letales”. La crisis de las hipotecas subprime del año 2007 le daría finalmente la razón.
Los productos derivados, en especial gracias a las fórmulas de Merton y Black-Scholes, de 1973, (Robert Merton y Myron Scholes ganarían el premio Nobel de Economía en 1997, precisamente por haber creado el esquema matemático-financiero que permite dar valor a los productos derivados), no tienen ningún límite que no sea la imaginación humana. Posibilitan una especulación tan frenética, tan intensa, tan pregnante, que necesitan de un espacio propio libre de toda regulación, control, supervisión. Un espacio en el cual sean sus propias reglas la normativa que les abra la puerta a sus propias necesidades.
Ese espacio se denomina Mercado de Transacciones Sobre el Mostrador (Over The Counter, u OTC’s). Fue creado, entre otros, por las bancas de inversión, entre ellas Goldman Sachs, y tuvo el apoyo de importantes personajes como fue el caso de Alan Greespan, ex director de la Reserva Federal Americana (FED). En el primer semestre del año 2010, el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), que es la institución pública que trata de seguir y estudiar a estos mercados financieros, determinó un volumen de transacciones de alrededor de 615 trillones de dólares en los mercados de derivados en los OTC’s, una cantidad que excede, cabe indicarlo, en diez veces la producción mundial en bienes y servicios.
En los mismos años en los que empezaron las primeras transacciones sobre productos derivados en los mercados sobre el mostrador (1994-1995) se creaba la Organización Mundial de Comercio, OMC, y se sancionaban nuevas dinámicas en el capitalismo orientadas a fortalecer, proteger y consolidar la especulación financiera.
Es justamente en ese periodo, que la OMC determina a la inversión extranjera directa y al inversionista extranjero como los sujetos fundamentales que las leyes y la jurisdicción de los Estados deberán ahora respetar incluso al costo de su propia normativa.
Esta indicación es importante porque permite comprender una transición clave al interior del capitalismo: aquella de la regulación del sistema por los mercados financieros internacionales. La apelación al inversionista extranjero y a la inversión extranjera como figura de derecho internacional, y su correlato en la seguridad jurídica y en el Estado de derecho, hechas por la OMC, están en línea directa con las necesidades del capitalismo de especulación y con las necesidades de los operadores de la especulación mundial, por una razón evidente: la demanda de protección jurídica a la inversión extranjera directa sancionaba los procesos de privatización del Estado que se hicieron en los años ochenta y noventa y garantizaba los derechos de propiedad privada sobre una propiedad que antes fue pública y que fue transferida al sector privado en procesos muchas veces corruptos.
El reconocimiento de esos derechos de propiedad individual eran fundamentales para garantizar la especulación financiera que cada vez era más importante. Los derechos de propiedad claramente definidos, a la larga sirven de colateral y cable a tierra de la especulación financiera mundial. Los derivados financieros se apalancaban en el sector real de la economía y en los fondos de pensiones privatizados (fondos de seguridad social, infraestructura eléctrica, de transportes, actividades hidrocarburíferas, sector de la salud y medicinas, etc.), como garantes de su propio apalancamiento especulativo.
Los derivados financieros no habrían tenido el desarrollo que adquirieron si no mediaba la privatización de la esfera pública y si esa privatización no habría sido conectada a la especulación mundial. Este conector se llama: derechos de propiedad. El concepto económico que le sirve de cobertura y coartada se llama costos de transacción y es la clave de la economía de la información. Los derechos de propiedad claramente establecidos determinan el nivel de seguridad jurídica de un Estado. Un Estado que estructura su andamiaje jurídico en función de los derechos de propiedad se llama Estado de derecho.
Es desde esta dinámica que ahora hay que comprender al inversionista y a la inversión extranjera directa. Ahora son ellos quienes sancionan el empleo, la inversión, el ingreso, el consumo de una sociedad. Su capacidad de regular y arbitrar sobre decisiones sociales es tan grande que pueden poner de rodillas a un Estado cualquiera. La inversión extranjera directa, en consecuencia, sanciona una de los procesos más importantes del capitalismo tardío, aquel de su transición hacia la especulación financiera y la economía de casino.
La seguridad jurídica y la privatización del derecho
Ahora bien, la inversión extranjera directa y su correlato del inversionista extranjero, ameritan cambios importantes en las leyes, en las regulaciones y en el discurso de la economía. Su principal demanda es la “seguridad jurídica”. El Estado de Bienestar no puede garantizar la seguridad jurídica que demandan los inversionistas para su inversión, porque su construcción institucional de alguna manera ha fortalecido los mecanismos democráticos de la sociedad, sobre todo porque considera a la economía más como un medio que como un fin. De ahí la presión por desmontar al Estado de Bienestar, y una de las formas de desmontarlo está, precisamente, en la reciente utilización del déficit fiscal, pero esa es otra historia.
En el caso de América Latina, los procesos de industrialización también implicaron la creación de una estructura jurídica e institucional que garantizaba la inversión nacional y la vinculaban a la relación ahorro-inversión. Es decir, ese ámbito de una justicia desvinculada de una jurisdicción nacional y que pueda garantizar la seguridad jurídica, hasta las reformas neoliberales de los años ochenta, no existía.
En el ámbito jurídico la noción de inversión extranjera directa y de inversionista extranjero abre el espacio para un locus de normatividad por fuera de los Estados que tiene capacidad coercitiva y un rango igual que el Estado. Es decir, implica la privatización de la justicia y de las leyes internacionales, y la reducción del ámbito de la soberanía política de los Estados a las decisiones de los mercados financieros.
Puede parecer una exageración pero ésa fue la intención de la OCDE cuando intentó aprobar el Acuerdo Multilateral de Inversiones, AMI, en el año 1998. No obstante, aquellos puntos del AMI que hacían referencia al inversionista extranjero y a la inversión extranjera directa, se trasladarían punto por punto a los Acuerdos y Tratados de Libre Comercio que EEUU y la Unión Europea suscribirían con varios países a partir de esa fecha.
De igual manera, la OMC va a crear esos espacios de desregulación jurídica en los denominados Tribunales de Conciliación y Arbitraje para asuntos relativos a inversiones. Quizá el más conocido de ellos sea el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Banco Mundial, el CIADI.
La creación de un espacio de justicia y regulación normativa por fuera de los espacios jurídicos de cualquier Estado es correlativa con el avance y profundización de las derivas especulativas del capitalismo.
En este locus el pivote central que estructura, define y regula las relaciones de poder en el ámbito jurídico es, precisamente, el inversionista. El inversionista puede demandar a un Estado si considera que las políticas públicas de éste han perjudicado su inversión o sus expectativas de rentabilidad. No hay Estado en el mundo que pueda defenderse de las demandas de los inversionistas apelando a las tradicionales nociones de soberanía política.
La soberanía política del Estado-nación, en el capitalismo tardío, es una reliquia del pasado. La prueba está, justamente, en la figura jurídica del inversionista y en los tribunales de conciliación y arbitraje como espacios desregulados y privatizados de justicia y normatividad.
La convergencia normativa: criminalización social y seguridad jurídica
Ahora bien, es necesario que los Estados reconozcan ese estatuto especial que tiene el inversionista y que tiene la inversión extranjera. De una u otra forma, los Estados están obligados a articular su legislación interna y sus normas de tal manera que éstas se pongan en función de las necesidades y prerrogativas del inversionista y de la inversión extranjera.
Este proceso se denomina convergencia normativa y su expresión mayor está en el reconocimiento que hacen los Estados a la seguridad jurídica para el inversionista y sus inversiones. Los Estados están obligados a reconocer ese estatuto supranacional y por fuera de toda regulación interna que tiene el inversionista y la inversión extranjera. Cuando un Estado reconoce la seguridad jurídica del inversionista en el ámbito contractual (o Constitucional), se convierte en Estado de derecho.
No obstante, la construcción del Estado de derecho tiene su lado numinoso, y hace referencia al hecho de que a medida que los inversionistas ganan espacios de reconocimiento jurídico, la sociedad y los ciudadanos los pierden.
La seguridad jurídica implica necesariamente la criminalización social. Se trata de una conclusión lógica porque los inversionistas van a reclamar derechos de propiedad que muchas veces atentan y lesionan incluso a los derechos humanos. Muy rara vez los negocios van de la mano de los derechos humanos. El horizonte de rentabilidad excluye cualquier consideración ética a nombre de la eficiencia mercantil.
Cuando la sociedad reclama por los derechos humanos lesionados por la eficiencia mercantil, los inversionistas acuden al expediente de acusar al Estado de falta de garantías jurídicas para la inversión, y en virtud de que las decisiones de los inversionistas implican los niveles de inversión, empleo, consumo, ingresos de toda la sociedad, los gobiernos generalmente dan razón a los inversionistas en contra de la sociedad.
De ahí que cualquier situación que amenace a los derechos de propiedad de los inversionistas amerite duras respuestas por parte de los gobiernos que no dudan en poner todo el poder legítimo de la violencia en beneficio exclusivo de los inversionistas y sus inversiones.
Quienes reclaman por sus derechos humanos, sociales y colectivos lesionados por los derechos de propiedad de los inversionistas, generalmente son perseguidos e incluso criminalizados, muchas veces bajo el expediente del terrorismo. Muchos líderes sociales que han defendido sus territorios ancestrales de la depredación y del abuso de los inversionistas extranjeros, sobre todo en el caso de las industrias extractivas, han sido criminalizados por sus respectivos Estados y acusados de sedición y terrorismo. Muchos dirigentes laborales que han confrontado la sobreexplotación de la cual son víctimas, han sido víctimas de secuestros, asesinatos, persecuciones, criminalización por parte de estos inversionistas extranjeros, con la complicidad del Estado de derecho.
La conclusión parece evidente: a mayor seguridad jurídica mayor criminalización social. De esta manera, el Estado de derecho, en realidad, es el Estado de criminalización social. Esto que parece ser tanto una exageración cuanto una antinomia se ejemplifica de manera evidente cuando se recorre el camino de las inversiones extranjeras y se constata que junto a éstas hay una estela de conflictos sociales, represión gubernamental y criminalización social: de los femicidios de Ciudad Juárez a la sobreexplotación laboral en las fábricas chinas media la presencia del inversionista y la inversión extranjera como factótum de su propia violencia.
Empero, el Estado de derecho es más peligroso aún para los derechos humanos, sociales y colectivos, porque abre un espacio transnacionalizado de coerción hecho en función específica de los derechos de propiedad y legitimado por fuera del Estado.
Los inversionistas han construido un locus de soberanía jurídica que rebasa la soberanía política de los Estados y, en tal virtud, pueden ejercer la capacidad coercitiva que permite el derecho y las leyes en beneficio propio y sin ninguna consideración social ni ética.
Los acuerdos que se discuten en la OMC a propósito de los derechos de propiedad intelectual (Anti-Counterfeiting Trade Agreement, ACTA por sus siglas en inglés), les otorgan a los inversionistas una capacidad coercitiva a nivel internacional y un peso jurídico que no tiene ni siquiera la Corte Penal Internacional. El Acuerdo ACTA, de suscribirse tal cual lo está discutiendo la OMC, le da la posibilidad al inversionista de revisar y controlar el comercio mundial, sin la necesidad de permisos estatales y bajo la cobertura de luchar contra la falsificación de los derechos de propiedad intelectual.
Pero no solo les da el control sobre el comercio mundial sino también capacidades coercitivas que generalmente son prerrogativas de los Estados-nación. Tanto los Acuerdos de Libre Comercio, como el ACTA, o los Tribunales de Conciliación y Arbitraje para asuntos relativos a inversiones, dan cuenta de que en la hora actual, el Estado de derecho es el principal enemigo de la democracia, de los derechos humanos, sociales y colectivos, y de la sociedad en general. La conclusión parece contradictoria pero no por ello menos real: a más Estado de derecho, menos democracia y menos garantía para los derechos humanos y colectivos.
La colonización epistemológica
Otro cambio importante y que hace referencia a la conformación del inversionista y de la inversión extranjera no solo como sujetos propios de derecho y como actores de la gobernanza mundial, está en los cambios suscitados en la teoría económica que ahora articula sus marcos teóricos y explicativos en función, precisamente, del inversionista y de la inversión extranjera.
Mientras que en la teoría del desarrollo el crecimiento económico dependía de la relación ahorro-inversión, ahora el crecimiento económico depende de forma exclusiva de la inversión extranjera directa y, en consecuencia, de la seguridad jurídica, de la estabilidad macroeconómica, de la disciplina fiscal, de la convergencia jurídica.
No se menciona más la relación ahorro-inversión como parte de la estrategia de crecimiento económico. Es más, en la jerga de los economistas neoliberales (que al momento son la mayoría), ya no hay países en vías de desarrollo, sino “mercados emergentes”.
En los documentos oficiales el concepto de mercados emergentes sirve para denominar a aquellos que antes estaban en vías de desarrollo. Los países que no alcanzan a emerger son puestos en la lista negra de Estados parias (también se los ha denominado como Estados fallidos). Es decir, excluidos de la globalización, de los flujos de capital y, en consecuencia, de la inversión extranjera directa, y susceptibles de ser invadidos y ocupados militarmente.
Esta transición conceptual desaloja de la teoría todo aquello que haga referencia a la sociedad y a las complejidades que la definen y estructuran. Es un retorno a la idea de que el sistema económico es la trasposición al ámbito social del comportamiento egoísta y maximizador del homo economicus.
De esta manera, ahora el desempleo no es un problema social sino una cuestión individual. El desempleo que existe no tiene nada que ver con el capitalismo sino con las preferencias racionales de consumidores que pueden adecuar de forma racional sus expectativas, habida cuenta de que los mercados generan información a través del sistema de precios.
En otros términos, el desempleo es culpa de las personas que no quieren aceptar el trabajo existente porque, supuestamente, no están de acuerdo con el nivel de remuneraciones que se les ofrece. Ha desaparecido, en consecuencia, toda referencia a la sociedad y ésta se convierte en el campo de batalla de personas egoístas y racionales. En esta sociedad en donde los egoísmos pueden desgarrar de manera radical el tejido social, el mercado actúa como articulador y armonizador de esos egoísmos. Es una especie de bálsamo que cura ese desgarre casi natural producido por la confrontación de intereses contradictorios.
Es por ello, que la teoría económica no hace referencia a procesos globales ni sociales. Ahora, el desarrollo no es obra de una sociedad que articule de manera coherente sus decisiones de ahorro-inversión, sino más bien de las garantías que esta sociedad pueda ofrecer a la inversión extranjera y a la apertura a los mercados mundiales.
Si hay seguridad jurídica, si existe disciplina fiscal, si los Estados están armonizando sus leyes internas con las disposiciones de la OMC, en virtud de la convergencia normativa, si hay apertura para la libre circulación de capitales, y si los derechos de propiedad están los suficientemente claros para que no generen costos de transacción al sistema, entonces esa economía puede emerger en la globalización y crecer económicamente, y a medida que crece en términos económicos puede resolver sus problemas de pobreza, desempleo, desinversión, etc.
Esta colonización teórica empezó en la década de los años ochenta de la mano del FMI y se ha consolidado al punto de convertirse casi en un tópico: para crecer se necesita inversión y ésta, por definición, viene de fuera. El inversionista se convierte en la condición de posibilidad para el empleo, la producción, la inversión, el consumo, etc. Sus decisiones definen las posibilidades de las sociedades. La relación ahorro-inversión no tendría nada que ver con la ideología neoliberal de la seguridad jurídica, la inversión extranjera directa, la flexibilización de los mercados, la desregulación social, la apertura comercial y la convergencia normativa.
Para que la inversión no se asuste y no huya de un país o región determinadas y esto provoque recesión, crisis y desempleo, es necesario no hacer ruido con leyes laborales, exigencias ambientales, requerimientos éticos, obligaciones fiscales o demandas en derechos humanos. Tampoco hay que generar señales de indisciplina fiscal con gasto público en salud, educación o bienestar social. Es mejor quedarse callados cuando la inversión extranjera desmantela los países, cuando hunde en la miseria a vastos conglomerados humanos, cuando irrespeta los derechos humanos, cuando destruye la naturaleza, cuando fractura las sociedades y las sume en la violencia y la desintegración total. Tal es la distopía inherente del Estado de derecho y la pretensión final de los inversionistas extranjeros.
*Pablo Dávalos,economista y catedrático ecuatoriano.
lunes, 7 de junio de 2010
Los crímenes de guerra de Israel: Del Liberty estadounidense a la Flotilla de la Libertad de Gaza
Los crímenes de guerra de Israel: Del Liberty estadounidense a la Flotilla de la Libertad de Gaza
Publicado en Rebelion.Org
James Petras
Rebelión
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
El 8 de junio de 1967, dos escuadrones de aviones de combate israelíes bombardearon, arrojaron napalm y ametrallaron en aguas internacionales a un barco estadounidense encargado de reunir información de inteligencia, el USS Liberty, matando a 34 marineros estadounidenses e hiriendo a otros 172. El asalto se produjo en una tarde soleada con la bandera de EEUU y las señales de identificación claramente visibles. Los israelíes atacaron la antena para impedir que la tripulación pudiera pedir ayuda por radio y dispararon contra las lanchas salvavidas para asegurarse de que no habría supervivientes. No obstante hubo supervivientes que lograron improvisar una antena y transmitieron lo que ocurría en un llamamiento de ayuda que llegó hasta Washington D.C. En un acto de traición sin precedentes, el Presidente Johnson, estrechamente vinculado con los poderosos patrocinadores políticos sionistas judíos estadounidenses, encubrió el asesinato masivo en alta mar emitiendo una serie de órdenes para impedir, en primer lugar, que los aviones de combate que tenían su base en el Mediterráneo se apresuraran a ayudar a sus camaradas asediados y, en segundo lugar, amenazando después con someter a consejo de guerra a los supervivientes que se les ocurriera denunciar la naturaleza deliberada del asalto israelí, repitiendo finalmente la proclama israelí de que el ataque fue consecuencia de un error de identificación, una mentira que numerosos altos cargos del ejército rechazaron más tarde.
Casi cuarenta y tres años después, el 31 de mayo de 2010, los buques de guerra, helicópteros de ataque y comandos israelíes asaltaron en aguas internacionales a un convoy de ayuda humanitaria que llevaba diez mil toneladas de ayuda a Gaza. Antes de que los buques de esta misión se echaran a navegar, las autoridades turcas habían registrado navíos y pasajeros para asegurar que no iban armas a bordo. A pesar de todo, los israelíes abordaron los barcos disparando y aporreando a los desarmados pasajeros, matando a diecinueve e hiriendo a varias docenas. A pesar de las posteriores afirmaciones israelíes sionistas en sentido contrario, no se encontraron armas, aparte de los palos utilizados por algunas de las víctimas intentando rechazar el criminal, premeditado y planeado asalto, dirigido y defendido por los altos dirigentes israelíes y por todo el liderazgo de las principales organizaciones sionistas de EEUU y otros lugares. Las invasoras tropas de asalto destruyeron sistemáticamente todas las cámaras, videos y grabadoras que habrían documentado su salvaje asalto, para poder extender después sus infames mentiras en el sentido de que se habían encontrado con resistencia armada.
La respuesta del mundo
A las pocas horas del sangriento acto de piratería israelí, las naciones, los dirigentes políticos, las organizaciones por los derechos humanos y la inmensa mayoría de la comunidad internacional condenó al Estado israelí por violación del derecho internacional. Turquía, España, Grecia, Dinamarca y Austria convocaron a los respectivos embajadores de Israel para protestar contra el letal asalto. El Financial Times (1 junio 2010) se refirió al asalto israelí como un “desvergonzado acto de piratería… fuera de toda legalidad”, con las mismas raíces que su “bloqueo ilegal de Gaza”. El Primer Ministro turco Recep Erdogan declaró que el asalto israelí era un acto de “terrorismo de Estado” que tendría “graves consecuencias”. Los juristas expertos definieron como “acto de guerra” los ataques de Israel contra barcos que navegaban por alta mar con banderas turcas, griegas e irlandesas. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la OTAN y el Secretario General de la ONU exigieron a Israel que cesara en su agresión, mientras decenas de miles de manifestantes salían a las calles para denunciar la flagrante actuación del Estado israelí asesinando e hiriendo a pacifistas, personas humanitarias y manifestantes de sesenta países. Los expertos de las Naciones Unidas exigieron que se pidieran “responsabilidades criminales” a los dirigentes israelíes. Sólo el régimen de Obama se negó a condenar el acto de terrorismo del Estado israelí, expresando únicamente “preocupación y pesar”. El Estado de Israel defendió su asalto criminal prometiendo más para el futuro e insistiendo en mantener el bloqueo de Gaza, incluso después de que EEUU sugiriera que podría suavizarse.
La defensa israelí de la piratería y el terrorismo de Estado
Mientras las noticias de la masacre israelí iban deslizándose en los medios y la comunidad internacional reaccionaba con horror e indignación, el Gobierno israelí “trataba de inundar las ondas con su versión de los hechos… y lo más destacable, las autoridades trataron de asegurar que su narrativa fuera avanzando y silenciando en gran medida a los cientos de activistas que estaban a bordo durante el ataque” (Financial Times, 2 junio 2010, página 2). El Estado judío mantuvo incomunicados a todos los prisioneros vivos, heridos y muertos, confiscando sus teléfonos móviles y prohibiendo cualquier entrevista con cualquier periodista. Al igual que hace la mayor parte de los Estados terroristas, el Estado judío pretendía monopolizar la propaganda de los medios. La máquina de la propaganda israelí, a través de sus medios y de los periodistas patrocinados por ese Estado, empleó diversas estratagemas, típicas todas ellas de los regímenes totalitarios, a saber:
Las tropas de asalto israelí que invadieron el buque se convirtieron en víctimas y los pacifistas humanitarios en agresores. “Israeli Soldiers Met by Well-Planned Lynch Mob” [Los soldados israelíes se encontraron con una turba bien organizada dispuesta a lincharlos] (Jerusalem Post, 31 mayo 2010); “Israeli Soldiers Attacked” (IDF, 31 mayo 2010).
El Profesor Sabel, de la Universidad Hebrea, declaró que el acto de piratería cometido en aguas internacionales era legal.
Según el Viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Ayalon, los organizadores de la ayuda humanitaria estaban acusados de tener vínculos con los terroristas, aunque no se presentó prueba alguna (Haaretz, 30 mayo 2010). Ayalon acusó a los organizadores, incluido el grupo por los derechos humanos turco, de haber sido entrenados por la agencia de inteligencia turca, el ejército y el Gobierno de Erdogan, miembro de la OTAN y durante muchos años (en el pasado) colaborador del Mossad israelí. Entre los 600 voluntarios por los derechos humanos figuraban pacifistas, parlamentarios, antiguos diplomáticos, así como actuales miembros árabes del Parlamento israelí.
Mientras se disparaba, mataba y acosaba a docenas de defensores de los derechos humanos, los propagandistas israelíes amañaron diversos videos en los que aparecía uno de los agresores israelíes en la cubierta del buque, cortando toda la secuencia anterior al ataque (Financial Times, 2 junio 2010, página 2).
Se describió a los agresores marítimos y aerotransportados israelíes como las víctimas de un “Brutal Ambush at Sea” [Brutal emboscada en el mar] (Ynet News, 1 junio 2010).
Se acusó a los activistas por los derechos humanos de ser una “turba de linchamiento” que atacó a los comandos judíos que estaban disparando salvajemente sus rifles automáticos por toda la cubierta contra las acorraladas víctimas. Los pocos valientes que lucharon para detener el criminal ataque fueron difamados por la propaganda sionista, que es tan monstruosa en sí misma como los crímenes que perpetra.
Una vez que la maquinaria de la propaganda israelí empezó a vomitar sus obscenas mentiras, todo el liderazgo quintacolumnista sionista se puso en marcha.
La configuración del poder sionista estadounidense: En defensa de la masacre
Al igual que todo el liderazgo de las 51 principales organizaciones judías estadounidenses defendió todos y cada uno de los crímenes de guerra israelíes en el pasado, desde el bombardeo del USS Liberty a la Ocupación de Cisjordania y al bloqueo contra la Franja de Gaza, lo mismo hicieron también esta vez esos muy honorables apologistas repitiendo al pie de la letra las mentiras del Estado de Israel acerca del asalto a la flotilla humanitaria.
El Daily Alert (31 mayo-2 junio 2010), el órgano oficial de la propaganda pública de los Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Estadounidenses (AIPAC, por sus siglas en inglés) publicaron todas las groseras mentiras del Estado israelí de que se había “linchado” y “atacado” a los comandos israelíes, culpando a los activistas por los derechos humanos de la muerte de sus camaradas… a manos del ejército israelí. Ni una sola desviación, ni una mera palabra de crítica. Ni una única mención, siquiera superficial, que criticara la ejecución, el uso de armamento letal, el asalto en aguas internacionales y el fiasco en las relaciones públicas. La inmensa mayoría de judíos israelíes y sionistas organizados en EEUU apoyaron la sangrienta masacre y se enfrentaron a la pequeña minoría que no tiene acceso a los medios dominantes. Se demostró de nuevo el control sionista sobre los medios masivos de comunicación en los que se iba informando de todos los hechos a través de los “ojos de Israel” (FAIR, 1 junio 2010). Sobre todo el New York Times, el Washington Post, CNN, CBS, NBC, presentaron a los comandos israelíes que atacaban al barco de ayuda humanitaria como… “asaltados y golpeados” (Washington Post, 1 junio 2010). El New York Times dio crédito a la proclama israelí de que su acto de piratería en alta mar era legal (New York Times, 1 junio 2020). Para los medios dominantes estadounidenses, el problema no era el Estado terrorista israelí, sino cómo manipular y desarmar la indignación de la comunidad internacional. A ese fin, toda la configuración del Poder Sionista tiene un aliado de confianza en el sionizado Obama, la Casa Blanca y el Congreso de EEUU.
La respuesta de Obama al terrorismo de Estado israelí
Hay una única razón fundamental por la que Israel comete una y otra vez crímenes contra la humanidad, incluido el reciente asalto contra la flotilla humanitaria: porque sabe que la Configuración del Poder Sionista, empotrada en la estructura de poder de EEUU, le asegurará el apoyo del Gobierno, en este caso la Casa Blanca de Obama.
Frente a la amplia condena mundial del crimen de Israel en alta mar y a los llamamientos de la comunidad internacional a emprender acciones legales, el régimen de Obama se negó absolutamente a criticar a Israel. Un portavoz de la Casa Blanca declaró: “Estados Unidos lamenta profundamente la pérdida de vidas y los heridos y trabaja en estos momentos para comprender las circunstancias en que se produjo la tragedia” (AFP, 31 mayo 2010). Un acto de terrorismo de Estado no provoca “lamentos” sino, normalmente, condena y castigo. La potencia que causó “pérdida de vidas y heridos” tiene nombre: Israel; las personas que sufrieron muerte y heridas durante el asalto israelí tienen nombre: voluntarios de la ayuda humanitaria. No fue sencillamente una “pérdida de vidas” sino un asesinato premeditado y planeado que abiertamente defendieron el Primer Ministro Netanyahu y todo su gabinete. Las “circunstancias” de los asesinatos están claras: Israel asaltó un barco desarmado en aguas internacionales, abriendo fuego al abordar el buque. La obscena tapadera política del régimen de Israel de un acto criminal deliberado que viola el derecho internacional es evidente en su descripción como “tragedia” de un homicidio en serie. El terrorismo premeditado de Estado no se parece en nada a la trágica acción de un gobernante honesto forzado por las circunstancias a un acto criminal contra sus más estrechos aliados.
Washington, presionado para que participara en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, pasó diez horas eliminando todas las referencias al ilegal acto criminal de Israel, por lo que se acabó con una resolución que únicamente pedía una investigación “imparcial”, con Washington pretendiendo encima imponer quién debía llevarla a cabo: un comité de investigación israelí. Ante el mundo en general, incluido el Gobierno turco, el régimen de Obama y el Gobierno de EEUU, al rechazar condenar a Israel, son “cómplices de asesinato masivo”.
Para poder entender por qué el régimen de Obama se impregna de infamia y vergüenza ante los ojos del mundo, uno debe mirar hacia la composición sionista de la Casa Blanca de Obama y, lo que es de igual importancia, al poder directo y acceso que las principales organizaciones judías-sionistas tienen sobre el sistema político estadounidense. En la semana que precedió al anunciado asalto de Israel contra la flotilla humanitaria, dirigentes judíos (pro-Israel) se reunieron con un tercio de los senadores estadounidenses a fin de presionarles para que en junio se impongan sanciones mucho más duras contra Irán. Entre los operativos claves que asistieron estaba la Federación Judía de Norteamérica, el AIPAC y el resto de la Quinta Columna israelí (Jewish Telegraph Agency, 27 mayo 2010). Al día siguiente, todo un escuadrón de dirigentes de las Federaciones Judías voló a Washington para reunirse con los altos funcionarios de la administración de Obama y asegurar que ni la Casa Blanca ni el Congreso expresaran en público crítica alguna en relación con la política de asentamientos de Israel. No hay duda de que los apologistas de los crímenes de guerra israelíes ampliaron su agenda para incluir que tampoco hubiera crítica pública alguna del asalto israelí contra la flotilla. Rahm Emmanuel, el jefe del gabinete de Obama, se encontraba en Tel Aviv como huésped de los altos oficiales del ejército israelí pocos días antes de que éste lanzara el asalto y, sin duda, a Rahm se le comunicaron todos los detalles. Cabe asegurar que el ayudante estadounidense-israelí de Obama dio seguridades a los criminales de guerra israelíes del incondicional apoyo militar y político de Washington hacia los actos de agresión de Israel.
Desde dentro y fuera de la Administración Obama, las agresivas presiones de las 51 principales organizaciones de los sionistas estadounidenses han garantizado inmunidad a los criminales de guerra israelíes ante cualquier Tribunal de Crímenes de Guerra. La táctica de la sionizada Casa Blanca es desviar la atención de la inmediata y consecuente condena y mucho más de las posibles sanciones, confiando en que el paso del tiempo, ayudado por la apología general de los medios de masas en EEUU, la indignación masiva y las protestas exteriores irán desvaneciéndose gradualmente. Obama y su cohorte sionista se arrastran ya panza abajo ante Israel. Parte de la misión de Rahm en Israel era ofrecerle a Netanyahu una invitación para que fuera a la Casa Blanca durante la semana de la carnicería en el mar. La única razón por la que Netanyahu no fue a Washington fue porque se apresuró a regresar a Israel para apuntalar la defensa efectuada por el Ministerio de Exteriores del acto de barbarie frente a la indignación mundial. Pero en una conversación telefónica, Obama prometió a Netanyahu una nueva y pronta invitación, asegurándole al hombre de estado judío que violar las leyes internacionales y la masacre de docenas de activistas humanitarios no tienen consecuencias, especialmente si se cuenta con el continuado apoyo financiero de los patrocinadores sionistas de Obama.
Al igual que Lyndon Jonson en el encubrimiento de lo ocurrido con el USS Liberty, la apología de Obama de los crímenes de guerra de Israel es el precio para asegurarse el apoyo de los multimillonarios financieros sionistas, de los magnates de la prensa, de las decenas de miles de judíos pro Israel y de los 51 Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Estadounidenses.
Frente a la complicidad de Washington con los crímenes de guerra israelíes, el único camino es intensificar la campaña a favor de las sanciones, el boicot y la retirada de inversiones de todos los productos israelíes, actividades culturales e intercambios profesionales. Con un poco de suerte, las masivas protestas islámicas encontrarán un eco más amplio en comunidades judías y cristianas antisionistas, especialmente cuando los apologistas israelíes del terrorismo de Estado comparezcan en público. Y más importante aún sería que todos y cada uno de los israelíes implicados en el asalto fueran sometidos a enjuiciamiento criminal en cualquier país que se les ocurra visitar. Sólo haciendo que los israelíes entiendan que tendrán que pagar un alto precio por sus homicidios en serie y violaciones del derecho internacional será posible que su narrativa política entre por un camino un poco razonable. Sólo llegando más allá de las protestas simbólicas, retirando diplomáticos y adoptando acciones sustantivas como romper relaciones, es como la comunidad internacional podrá aislar a quienes cometen terrorismo de Estado. Todos los estadounidenses deberían decirle alto y claro al Presidente Obama NUNCA JAMAS. De otra manera con la Configuración del Poder Sionista manteniéndose activa veinticuatro horas al día y siete días a la semana, el régimen de Obama, fiel a la agenda sionista, volverá de nuevo a centrarse en el objetivo de atacar Irán. La acción perpetrada estos días por Israel, con la complicidad de EEUU, es un preludio del tipo de fuerza letal que tienen en reserva para sabotear el reciente acuerdo diplomático entre Turquía, Brasil e Irán.
Estas líneas van dedicadas a los valientes mártires turcos del Mavi Marmara del 31 de mayo de 2010, y a los 34 marineros estadounidenses del USS Liberty asesinados el 8 de junio de 1967, todos ellos víctimas de un impenitente Estado criminal: Israel.
* * *
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Publicado en Rebelion.Org
James Petras
Rebelión
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
El 8 de junio de 1967, dos escuadrones de aviones de combate israelíes bombardearon, arrojaron napalm y ametrallaron en aguas internacionales a un barco estadounidense encargado de reunir información de inteligencia, el USS Liberty, matando a 34 marineros estadounidenses e hiriendo a otros 172. El asalto se produjo en una tarde soleada con la bandera de EEUU y las señales de identificación claramente visibles. Los israelíes atacaron la antena para impedir que la tripulación pudiera pedir ayuda por radio y dispararon contra las lanchas salvavidas para asegurarse de que no habría supervivientes. No obstante hubo supervivientes que lograron improvisar una antena y transmitieron lo que ocurría en un llamamiento de ayuda que llegó hasta Washington D.C. En un acto de traición sin precedentes, el Presidente Johnson, estrechamente vinculado con los poderosos patrocinadores políticos sionistas judíos estadounidenses, encubrió el asesinato masivo en alta mar emitiendo una serie de órdenes para impedir, en primer lugar, que los aviones de combate que tenían su base en el Mediterráneo se apresuraran a ayudar a sus camaradas asediados y, en segundo lugar, amenazando después con someter a consejo de guerra a los supervivientes que se les ocurriera denunciar la naturaleza deliberada del asalto israelí, repitiendo finalmente la proclama israelí de que el ataque fue consecuencia de un error de identificación, una mentira que numerosos altos cargos del ejército rechazaron más tarde.
Casi cuarenta y tres años después, el 31 de mayo de 2010, los buques de guerra, helicópteros de ataque y comandos israelíes asaltaron en aguas internacionales a un convoy de ayuda humanitaria que llevaba diez mil toneladas de ayuda a Gaza. Antes de que los buques de esta misión se echaran a navegar, las autoridades turcas habían registrado navíos y pasajeros para asegurar que no iban armas a bordo. A pesar de todo, los israelíes abordaron los barcos disparando y aporreando a los desarmados pasajeros, matando a diecinueve e hiriendo a varias docenas. A pesar de las posteriores afirmaciones israelíes sionistas en sentido contrario, no se encontraron armas, aparte de los palos utilizados por algunas de las víctimas intentando rechazar el criminal, premeditado y planeado asalto, dirigido y defendido por los altos dirigentes israelíes y por todo el liderazgo de las principales organizaciones sionistas de EEUU y otros lugares. Las invasoras tropas de asalto destruyeron sistemáticamente todas las cámaras, videos y grabadoras que habrían documentado su salvaje asalto, para poder extender después sus infames mentiras en el sentido de que se habían encontrado con resistencia armada.
La respuesta del mundo
A las pocas horas del sangriento acto de piratería israelí, las naciones, los dirigentes políticos, las organizaciones por los derechos humanos y la inmensa mayoría de la comunidad internacional condenó al Estado israelí por violación del derecho internacional. Turquía, España, Grecia, Dinamarca y Austria convocaron a los respectivos embajadores de Israel para protestar contra el letal asalto. El Financial Times (1 junio 2010) se refirió al asalto israelí como un “desvergonzado acto de piratería… fuera de toda legalidad”, con las mismas raíces que su “bloqueo ilegal de Gaza”. El Primer Ministro turco Recep Erdogan declaró que el asalto israelí era un acto de “terrorismo de Estado” que tendría “graves consecuencias”. Los juristas expertos definieron como “acto de guerra” los ataques de Israel contra barcos que navegaban por alta mar con banderas turcas, griegas e irlandesas. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la OTAN y el Secretario General de la ONU exigieron a Israel que cesara en su agresión, mientras decenas de miles de manifestantes salían a las calles para denunciar la flagrante actuación del Estado israelí asesinando e hiriendo a pacifistas, personas humanitarias y manifestantes de sesenta países. Los expertos de las Naciones Unidas exigieron que se pidieran “responsabilidades criminales” a los dirigentes israelíes. Sólo el régimen de Obama se negó a condenar el acto de terrorismo del Estado israelí, expresando únicamente “preocupación y pesar”. El Estado de Israel defendió su asalto criminal prometiendo más para el futuro e insistiendo en mantener el bloqueo de Gaza, incluso después de que EEUU sugiriera que podría suavizarse.
La defensa israelí de la piratería y el terrorismo de Estado
Mientras las noticias de la masacre israelí iban deslizándose en los medios y la comunidad internacional reaccionaba con horror e indignación, el Gobierno israelí “trataba de inundar las ondas con su versión de los hechos… y lo más destacable, las autoridades trataron de asegurar que su narrativa fuera avanzando y silenciando en gran medida a los cientos de activistas que estaban a bordo durante el ataque” (Financial Times, 2 junio 2010, página 2). El Estado judío mantuvo incomunicados a todos los prisioneros vivos, heridos y muertos, confiscando sus teléfonos móviles y prohibiendo cualquier entrevista con cualquier periodista. Al igual que hace la mayor parte de los Estados terroristas, el Estado judío pretendía monopolizar la propaganda de los medios. La máquina de la propaganda israelí, a través de sus medios y de los periodistas patrocinados por ese Estado, empleó diversas estratagemas, típicas todas ellas de los regímenes totalitarios, a saber:
Las tropas de asalto israelí que invadieron el buque se convirtieron en víctimas y los pacifistas humanitarios en agresores. “Israeli Soldiers Met by Well-Planned Lynch Mob” [Los soldados israelíes se encontraron con una turba bien organizada dispuesta a lincharlos] (Jerusalem Post, 31 mayo 2010); “Israeli Soldiers Attacked” (IDF, 31 mayo 2010).
El Profesor Sabel, de la Universidad Hebrea, declaró que el acto de piratería cometido en aguas internacionales era legal.
Según el Viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Ayalon, los organizadores de la ayuda humanitaria estaban acusados de tener vínculos con los terroristas, aunque no se presentó prueba alguna (Haaretz, 30 mayo 2010). Ayalon acusó a los organizadores, incluido el grupo por los derechos humanos turco, de haber sido entrenados por la agencia de inteligencia turca, el ejército y el Gobierno de Erdogan, miembro de la OTAN y durante muchos años (en el pasado) colaborador del Mossad israelí. Entre los 600 voluntarios por los derechos humanos figuraban pacifistas, parlamentarios, antiguos diplomáticos, así como actuales miembros árabes del Parlamento israelí.
Mientras se disparaba, mataba y acosaba a docenas de defensores de los derechos humanos, los propagandistas israelíes amañaron diversos videos en los que aparecía uno de los agresores israelíes en la cubierta del buque, cortando toda la secuencia anterior al ataque (Financial Times, 2 junio 2010, página 2).
Se describió a los agresores marítimos y aerotransportados israelíes como las víctimas de un “Brutal Ambush at Sea” [Brutal emboscada en el mar] (Ynet News, 1 junio 2010).
Se acusó a los activistas por los derechos humanos de ser una “turba de linchamiento” que atacó a los comandos judíos que estaban disparando salvajemente sus rifles automáticos por toda la cubierta contra las acorraladas víctimas. Los pocos valientes que lucharon para detener el criminal ataque fueron difamados por la propaganda sionista, que es tan monstruosa en sí misma como los crímenes que perpetra.
Una vez que la maquinaria de la propaganda israelí empezó a vomitar sus obscenas mentiras, todo el liderazgo quintacolumnista sionista se puso en marcha.
La configuración del poder sionista estadounidense: En defensa de la masacre
Al igual que todo el liderazgo de las 51 principales organizaciones judías estadounidenses defendió todos y cada uno de los crímenes de guerra israelíes en el pasado, desde el bombardeo del USS Liberty a la Ocupación de Cisjordania y al bloqueo contra la Franja de Gaza, lo mismo hicieron también esta vez esos muy honorables apologistas repitiendo al pie de la letra las mentiras del Estado de Israel acerca del asalto a la flotilla humanitaria.
El Daily Alert (31 mayo-2 junio 2010), el órgano oficial de la propaganda pública de los Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Estadounidenses (AIPAC, por sus siglas en inglés) publicaron todas las groseras mentiras del Estado israelí de que se había “linchado” y “atacado” a los comandos israelíes, culpando a los activistas por los derechos humanos de la muerte de sus camaradas… a manos del ejército israelí. Ni una sola desviación, ni una mera palabra de crítica. Ni una única mención, siquiera superficial, que criticara la ejecución, el uso de armamento letal, el asalto en aguas internacionales y el fiasco en las relaciones públicas. La inmensa mayoría de judíos israelíes y sionistas organizados en EEUU apoyaron la sangrienta masacre y se enfrentaron a la pequeña minoría que no tiene acceso a los medios dominantes. Se demostró de nuevo el control sionista sobre los medios masivos de comunicación en los que se iba informando de todos los hechos a través de los “ojos de Israel” (FAIR, 1 junio 2010). Sobre todo el New York Times, el Washington Post, CNN, CBS, NBC, presentaron a los comandos israelíes que atacaban al barco de ayuda humanitaria como… “asaltados y golpeados” (Washington Post, 1 junio 2010). El New York Times dio crédito a la proclama israelí de que su acto de piratería en alta mar era legal (New York Times, 1 junio 2020). Para los medios dominantes estadounidenses, el problema no era el Estado terrorista israelí, sino cómo manipular y desarmar la indignación de la comunidad internacional. A ese fin, toda la configuración del Poder Sionista tiene un aliado de confianza en el sionizado Obama, la Casa Blanca y el Congreso de EEUU.
La respuesta de Obama al terrorismo de Estado israelí
Hay una única razón fundamental por la que Israel comete una y otra vez crímenes contra la humanidad, incluido el reciente asalto contra la flotilla humanitaria: porque sabe que la Configuración del Poder Sionista, empotrada en la estructura de poder de EEUU, le asegurará el apoyo del Gobierno, en este caso la Casa Blanca de Obama.
Frente a la amplia condena mundial del crimen de Israel en alta mar y a los llamamientos de la comunidad internacional a emprender acciones legales, el régimen de Obama se negó absolutamente a criticar a Israel. Un portavoz de la Casa Blanca declaró: “Estados Unidos lamenta profundamente la pérdida de vidas y los heridos y trabaja en estos momentos para comprender las circunstancias en que se produjo la tragedia” (AFP, 31 mayo 2010). Un acto de terrorismo de Estado no provoca “lamentos” sino, normalmente, condena y castigo. La potencia que causó “pérdida de vidas y heridos” tiene nombre: Israel; las personas que sufrieron muerte y heridas durante el asalto israelí tienen nombre: voluntarios de la ayuda humanitaria. No fue sencillamente una “pérdida de vidas” sino un asesinato premeditado y planeado que abiertamente defendieron el Primer Ministro Netanyahu y todo su gabinete. Las “circunstancias” de los asesinatos están claras: Israel asaltó un barco desarmado en aguas internacionales, abriendo fuego al abordar el buque. La obscena tapadera política del régimen de Israel de un acto criminal deliberado que viola el derecho internacional es evidente en su descripción como “tragedia” de un homicidio en serie. El terrorismo premeditado de Estado no se parece en nada a la trágica acción de un gobernante honesto forzado por las circunstancias a un acto criminal contra sus más estrechos aliados.
Washington, presionado para que participara en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, pasó diez horas eliminando todas las referencias al ilegal acto criminal de Israel, por lo que se acabó con una resolución que únicamente pedía una investigación “imparcial”, con Washington pretendiendo encima imponer quién debía llevarla a cabo: un comité de investigación israelí. Ante el mundo en general, incluido el Gobierno turco, el régimen de Obama y el Gobierno de EEUU, al rechazar condenar a Israel, son “cómplices de asesinato masivo”.
Para poder entender por qué el régimen de Obama se impregna de infamia y vergüenza ante los ojos del mundo, uno debe mirar hacia la composición sionista de la Casa Blanca de Obama y, lo que es de igual importancia, al poder directo y acceso que las principales organizaciones judías-sionistas tienen sobre el sistema político estadounidense. En la semana que precedió al anunciado asalto de Israel contra la flotilla humanitaria, dirigentes judíos (pro-Israel) se reunieron con un tercio de los senadores estadounidenses a fin de presionarles para que en junio se impongan sanciones mucho más duras contra Irán. Entre los operativos claves que asistieron estaba la Federación Judía de Norteamérica, el AIPAC y el resto de la Quinta Columna israelí (Jewish Telegraph Agency, 27 mayo 2010). Al día siguiente, todo un escuadrón de dirigentes de las Federaciones Judías voló a Washington para reunirse con los altos funcionarios de la administración de Obama y asegurar que ni la Casa Blanca ni el Congreso expresaran en público crítica alguna en relación con la política de asentamientos de Israel. No hay duda de que los apologistas de los crímenes de guerra israelíes ampliaron su agenda para incluir que tampoco hubiera crítica pública alguna del asalto israelí contra la flotilla. Rahm Emmanuel, el jefe del gabinete de Obama, se encontraba en Tel Aviv como huésped de los altos oficiales del ejército israelí pocos días antes de que éste lanzara el asalto y, sin duda, a Rahm se le comunicaron todos los detalles. Cabe asegurar que el ayudante estadounidense-israelí de Obama dio seguridades a los criminales de guerra israelíes del incondicional apoyo militar y político de Washington hacia los actos de agresión de Israel.
Desde dentro y fuera de la Administración Obama, las agresivas presiones de las 51 principales organizaciones de los sionistas estadounidenses han garantizado inmunidad a los criminales de guerra israelíes ante cualquier Tribunal de Crímenes de Guerra. La táctica de la sionizada Casa Blanca es desviar la atención de la inmediata y consecuente condena y mucho más de las posibles sanciones, confiando en que el paso del tiempo, ayudado por la apología general de los medios de masas en EEUU, la indignación masiva y las protestas exteriores irán desvaneciéndose gradualmente. Obama y su cohorte sionista se arrastran ya panza abajo ante Israel. Parte de la misión de Rahm en Israel era ofrecerle a Netanyahu una invitación para que fuera a la Casa Blanca durante la semana de la carnicería en el mar. La única razón por la que Netanyahu no fue a Washington fue porque se apresuró a regresar a Israel para apuntalar la defensa efectuada por el Ministerio de Exteriores del acto de barbarie frente a la indignación mundial. Pero en una conversación telefónica, Obama prometió a Netanyahu una nueva y pronta invitación, asegurándole al hombre de estado judío que violar las leyes internacionales y la masacre de docenas de activistas humanitarios no tienen consecuencias, especialmente si se cuenta con el continuado apoyo financiero de los patrocinadores sionistas de Obama.
Al igual que Lyndon Jonson en el encubrimiento de lo ocurrido con el USS Liberty, la apología de Obama de los crímenes de guerra de Israel es el precio para asegurarse el apoyo de los multimillonarios financieros sionistas, de los magnates de la prensa, de las decenas de miles de judíos pro Israel y de los 51 Presidentes de las Principales Organizaciones Judías Estadounidenses.
Frente a la complicidad de Washington con los crímenes de guerra israelíes, el único camino es intensificar la campaña a favor de las sanciones, el boicot y la retirada de inversiones de todos los productos israelíes, actividades culturales e intercambios profesionales. Con un poco de suerte, las masivas protestas islámicas encontrarán un eco más amplio en comunidades judías y cristianas antisionistas, especialmente cuando los apologistas israelíes del terrorismo de Estado comparezcan en público. Y más importante aún sería que todos y cada uno de los israelíes implicados en el asalto fueran sometidos a enjuiciamiento criminal en cualquier país que se les ocurra visitar. Sólo haciendo que los israelíes entiendan que tendrán que pagar un alto precio por sus homicidios en serie y violaciones del derecho internacional será posible que su narrativa política entre por un camino un poco razonable. Sólo llegando más allá de las protestas simbólicas, retirando diplomáticos y adoptando acciones sustantivas como romper relaciones, es como la comunidad internacional podrá aislar a quienes cometen terrorismo de Estado. Todos los estadounidenses deberían decirle alto y claro al Presidente Obama NUNCA JAMAS. De otra manera con la Configuración del Poder Sionista manteniéndose activa veinticuatro horas al día y siete días a la semana, el régimen de Obama, fiel a la agenda sionista, volverá de nuevo a centrarse en el objetivo de atacar Irán. La acción perpetrada estos días por Israel, con la complicidad de EEUU, es un preludio del tipo de fuerza letal que tienen en reserva para sabotear el reciente acuerdo diplomático entre Turquía, Brasil e Irán.
Estas líneas van dedicadas a los valientes mártires turcos del Mavi Marmara del 31 de mayo de 2010, y a los 34 marineros estadounidenses del USS Liberty asesinados el 8 de junio de 1967, todos ellos víctimas de un impenitente Estado criminal: Israel.
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Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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