miércoles, 12 de septiembre de 2012

Noam Chomsky

Cuando la parodia raya en tragedia Noam Chomsky* Domingo, 09 de Septiembre de 2012 No es fácil escapar de nuestra piel y ver al mundo de una forma diferente a como se nos presenta día con día. Pero es útil intentarlo. Probemos con algunos ejemplos. Los tambores de guerra están batiendo cada vez con más fuerza respecto de Irán. Imaginemos que se invirtiera la situación. Irán está librando una mortífera y destructiva guerra de bajo nivel contra Israel, con participación de las grandes potencias. Sus líderes anuncian que las negociaciones no están llegando a nada. Israel se niega a firmar el tratado de no proliferación nuclear y a permitir inspecciones, como ha hecho Irán. Israel sigue rechazando los abrumadores exhortos internacionales para establecer una zona sin armas nucleares en la región. A lo largo de todo el proceso, Irán cuenta con el apoyo de su padrino, la superpotencia. Los líderes iraníes anuncian entonces sus intenciones de bombardear a Israel. Destacados analistas militares iraníes señalan que el ataque podría ocurrir antes de las elecciones en Estados Unidos. Irán puede utilizar su potente fuerza aérea y los nuevos submarinos enviados por Alemania, armados con misiles nucleares y estacionados frente a la costa de Israel. Sea cual fuera el calendario, Irán cuenta con que la superpotencia que lo respalda participe en el ataque, si es que no lo encabece. Leon Panetta, secretario estadunidense de Defensa, declara que si bien no está en favor de un ataque de esa naturaleza, como país soberano Irán puede actuar conforme más le convenga. Todo esto, por supuesto, es impensable aunque de hecho está sucediendo con los personajes invertidos. Es verdad, las analogías nunca son exactas y ésta es injusta... para Irán. Al igual que su padrino, Israel recurre a la violencia a voluntad. Persiste en los asentamientos ilegales en los territorios ocupados, algunos de ellos ya anexados, en un desafío descarado del derecho internacional y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En repetidas ocasiones ha lanzado ataques brutales en contra de Líbano y de la enclaustrada población de Gaza, matando a decenas de miles de personas sin ningún pretexto creíble. Hace 30 años, Israel destruyó un reactor nuclear iraquí, acto que recientemente ha recibido encomios, evitando las sólidas evidencias, incluso de los servicios secretos estadunidenses, de que ese bombardeo no le puso fin al programa de armas nucleares de Saddam Hussein, sino más bien lo inició. El bombardeo de Irán podría tener el mismo efecto. Irán también ha lanzado agresiones, pero en los últimos siglos sólo lo hizo durante el régimen del sha, que contaba con el apoyo de Estados Unidos, cuando conquistó las islas árabes del golfo Pérsico. Irán emprendió su programa de desarrollo nuclear con el sha, con el fuerte apoyo oficial de Estados Unidos. El gobierno iraní es brutal y represivo, como lo son los aliados de Washington en la región. Su aliado más importante, Arabia Saudita, es el régimen fundamentalista islamita más extremo y gasta enormes fortunas para difundir sus doctrinas radicales wahabitas en otros países de la región. Las dictaduras del golfo Pérsico, también aliados favorecidos por Estados Unidos, han reprimido durante cualquier intento popular por participar de la primavera árabe. El Movimiento de los Países No Alineados –los gobiernos de la mayoría de la población mundial– se reunió recientemente en Teherán. El grupo ha endosado fervorosamente el derecho de Irán a enriquecer uranio y algunos de sus miembros, como India, por ejemplo, aplican el duro programa de sanciones estadunidenses sólo de forma parcial y con reticencias. Los delegados del Movimiento de los Países No Alineados reconocen la amenaza que domina la discusión en Occidente, articulada lúcidamente por el general Lee Butler, ex jefe del comando estratégico de Estados Unidos: "Es peligroso en extremo que, en el caldero de animosidades que llamamos Medio Oriente", una nación se equipe con armas nucleares, lo cual"inspira a otras naciones a hacer lo mismo". Butler no se refería a Irán, sino a Israel, que en los países árabes y en Europa se considera que constituye la mayor amenaza para la paz en la región. En el mundo árabe, Estados Unidos está clasificado en el segundo lugar de las amenazas mientras que Irán, aunque no lo quieren, provoca mucho menos miedo. Efectivamente, muchas encuestas señalan que la mayoría considera que la región sería más segura si Irán tuviera armas nucleares para contrarrestar las amenazas que perciben. Si Irán efectivamente está avanzando para dotarse de armas nucleares –cosa que hasta ahora no saben los servicios secretos estadunidenses–, podría deberse a que se siente "inspirado" a hacerlo por las amenazas israelíes y estadunidenses, emitidas sistemáticas en violación explícita de la Carta de Naciones Unidas. ¿Por qué entonces el discurso occidental oficial presenta a Irán como la mayor amenaza para la paz mundial? La razón principal es reconocida por las fuerzas armadas y los servicios secretos estadunidenses e israelíes: Irán podría disuadir a Estados Unidos e Israel de recurrir a la fuerza. Aun más, Irán debe ser castigado por su "exitosa rebeldía", que fue la acusación de Washington contra Cuba hace medio siglo, y que sigue siendo la fuerza motriz de los ataques estadunidenses contra la isla, a pesar de las condenas internacionales. Otros eventos que se presentan en la primera plana de los diarios podrían beneficiarse también si los vemos desde otra perspectiva. Supongamos que Julian Assange hubiera publicado documentos rusos que revelaran información importante que Moscú quisiera ocultar del público, y que las demás circunstancias fueran idénticas. Suecia no titubearía en realizar su único interés anunciado, aceptando el ofrecimiento de interrogar a Assange en Londres. Declararía que si el fundador de Wikileaks regresara a Suecia (como él mismo ha aceptado hacer) no sería extraditado a Rusia, donde son muy escasas las posibilidades de que tenga un juicio justo. Suecia sería reconocida por su posición conforme a sus principios. Julian Assange sería elogiado por realizar un servicio público; lo que, por supuesto, no obviaría la necesidad de tomar las acusaciones en su contra tan en serio como en cualquier otro caso de ese tipo. La noticia más destacada del día en Estados Unidos son las elecciones. Louis Brandeis, juez de la Suprema Corte estadunidense, ofreció una perspectiva muy apropiada con estas palabras: "Podemos tener democracia en este país, o podemos tener la riqueza concentrada en manos de unos cuantos, pero no podemos tener las dos cosas al mismo tiempo." Guiados por esa perspectiva, la cobertura de las campañas electorales deberían concentrarse en el efecto de la riqueza en política, analizado ampliamente en el reciente estudio de Martin Gilens, Prosperidad e influencia: La desigualdad económica y la fuerza política en Estados Unidos. Él encontró que la gran mayoría es"incapaz de influir en la política del gobierno" cuando sus preferencias divergen de las de los ricos, los cuales básicamente obtienen lo que quieren cuando algo les importa. No es sorprendente, pues, que en una reciente clasificación de los 31 miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, Estados Unidos haya quedado en el lugar número 27 en términos de justicia social, a pesar de sus extraordinarias ventajas. Ahora bien, el tratamiento racional de los asuntos tiende a evaporarse en las campañas electorales, en formas que a veces rayan en la comedia. Para poner un ejemplo, Paul Krugman asegura que el tan admirado Gran Pensador del Partido Republicano, Paul Ryan, reveló que sacó sus ideas sobre el sistema financiero del personaje de una novela de fantasía –Atlas Shrugged, de Ayn Rand–, que aboga por el uso de monedas de oro en lugar de papel moneda. Solamente queda inspirarnos en un escritor realmente distinguido, Jonathan Swift. En Los viajes de Gulliver, los sabios de Lagado llevan consigo a cuestas todas sus pertenencias, que utilizan en los trueques sin las molestias del oro. Entonces la economía y la democracia podrían florecer verdaderamente. Y, lo mejor de todo, las desigualdades se reducirían notablemente, lo que sería un regalo para el espíritu del juez Brandeis. (La recopilación de artículos más reciente de Noam Chomsky es Making the Future: Occupations, Interventions, Empire and Resistance). * Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge, Massachusetts © 2012, Noam Chomsky Publicado en : http://www.educacioncontracorriente.org/index.php?option=com_content&view=article&id=59292%3Acuando-la-parodia-raya-en-tragedia-noam-chomsky&catid=14%3Amaestros&Itemid=29

miércoles, 15 de agosto de 2012

CONAIE RECHAZA LA CONDENA A LOS DEFENSORES DEL AGUA EN EL ECUADOR

CONAIE RECHAZA LA CONDENA A LOS DEFENSORES DEL AGUA EN EL ECUADOR Ante la sentencia de la Corte Nacional de Justicia que rechaza el recurso de casación presentado por los compañeros Carlos Pérez Guartambel, Presidente de los Sistemas de Agua Comunitarios del Azuay, Federico Guzmán y Efraín Arpi Soria, la CONAIE expresa su enérgico rechazo a la criminalización de la protesta social, con las acusaciones de sabotaje y terrorismo a los humildes campesinos y agricultores, cuya única acción ha sido levantarse en defensa de las fuentes de las aguas que los ciudadanos cuencanos beben. La intención del gobierno Nacional era imponer el proyecto de ley de recursos hídricos sin consulta pre legislativa, atentando a los derechos colectivos y poniendo en riesgo el derecho humano al agua y la soberanía alimentaria. Los mencionados compañeros fueron acusados en primera instancia por parte de la Fiscalía del Azuay de sabotaje y terrorismo, para luego cambiar a obstaculización de vías. El Tribunal Penal del Azuay, les declaró inocentes, pero la Corte del Azuay les culpó y condenó a ocho días de reclusión. Con la decisión de la Corte Nacional de Justicia se ratifica la sentencia en contra de los defensores de la vida y del agua. La resolución refleja el estado de politización de la administración de justicia y deja al descubierto la influencia y el control de las distintas funciones del Estado por parte del Ejecutivo. Este hecho corrobora la política de represión y hostigamiento a los luchadores sociales que defienden el agua, la vida y los derechos de los pueblos, enfrentando al modelo de explotación y despojo que el gobierno de la Revolución Ciudadana intenta imponer en los territorios de los pueblos y nacionalidades. Ni la cárcel, ni las amenazas detendrán nuestras acciones en defensa de la vida y el agua, nuestra lucha es democrática, pacifica y no descansaremos en nuestras demandas hasta que sea un verdadera realidad el Estado Plurinacional. Con la firmeza de nuestros pueblos y por la memoria de nuestros héroes, jamás vamos a bajar nuestras acciones de lucha y reiteramos nuestra solidaridad con sus familiares y las comunidades hoy y siempre. Denunciamos a la opinión internacional que en Ecuador se ha sentenciado a luchadores por el agua, a quienes declaramos ejemplo de la resistencia social. HUMBERTO CHOLANGO Presidente CONAIE

lunes, 9 de julio de 2012

Pachakutik Ecuador

MOVIMIENTO DE UNIDAD PLURINACIONAL PACHAKUTIK-ECUADOR Boletín de Prensa Salvador Quishpe Asume Precandidatura Presidencial El dirigente Saraguro, Salvador Quishpe, ex legislador y actual prefecto provincial de Zamora Chinchipe, informó que asume la precandidatura presidencial propuesta por Pachakutik a la Coordinadora Plurinacional por la Unidad de las Izquierdas. En rueda de prensa realizada en la sede de Pachakutik en Quito, Salvador Quishpe, indicó que el Consejo Político Nacional de Pachakutik reunido el sábado 7 de julio resolvió su postulación de conformidad a los estatutos y acuerdos de la Coordinadora Plurinacional. Su nombre se integra a la nómina de los precandidatos ya propuestos por los diversos movimientos y partidos de las izquierdas ecuatorianas, que incluyen a Gustavo Larrea de Participación, Lenin Hurtado y Luis Villacís del MPD, Alberto Acosta de Montecristi Vive y Manuel Salgado de la Corriente Socialista Revolucionaria. Unidad Plurinacional Salvador Quishpe declaró que asume el desafío propuesto por su organización política, como un reto para fortalecer la unidad del conjunto de los pueblos y nacionalidades y de la ciudadanía ecuatoriana, emprendiendo en una gran minga plural por construir en base a la equidad y la democracia el buen vivir en una sociedad auténticamente plurinacional, que deje atrás siglos de opresión, discriminación y exclusión, que hoy se expresan en el gobierno autoritario de Correa en la criminalización de la protesta social, del pensamiento y de la democracia. Queremos un gobierno que garantice las libertades, sin perseguidos políticos, basado en el respeto a la diversidad cultural, política, social, en el respeto a todas y todos y no en la represión y el abuso. Quishpe hizo un llamado a defender la soberanía de la nación y cuestionó el nuevo endeudamiento externo ejecutado por el actual gobierno que solo con China suma más de 7.300 millones de dólares, la entrega del patrimonio minero, del oro que es de todas y todos los ecuatorianos a empresas transnacionales, la adhesión a la CONVEMAR que implica la renuncia a la plena soberanía sobre 1 millón de kilómetros cuadrados de mar territorial, violando flagrantemente la Constitución. Queremos un gobierno que defienda la vida y la naturaleza, el agua, la diversidad genética, que valore, proteja y potencie los conocimientos y saberes de los pueblos y nacionalidades, en el camino de forjar una sociedad intercultural y plurinacional. Salvador Quishpe denunció la traición de Correa a la demanda legítima de una revolución agraria, que implica pérdidas masivas de recursos por ejemplo, por la importación de más del 95% del trigo que consumimos, subordinando la alimentación de todas y todos a los intereses de potencias extranjeras como Estados Unidos y Canadá, que proveen la mayor parte de ese trigo. Es necesaria la redistribución de la tierra y el agua con equidad para garantizar la soberanía alimentaria del país y el derecho de toda la población a la alimentación que es el principal derecho que debe garantizar el Estado. A la vez cuestionó el fraude de las políticas sociales del correísmo que están destruyendo el derecho de la juventud a un bachillerato técnico y al acceso a una educación universitaria, universal, gratuita y de alta calidad. Salvador Quishpe señaló que recorrerá el país con todos los pre canditatos de la Coordinadora Nacional, para que sean los movimientos sociales y el pueblo ecuatoriano en su conjunto quien decida el nombre del candidato presidencial de la Unidad, que derrotará a Correa en las elecciones del 2013. Comunicación Pachakutik

jueves, 21 de junio de 2012

DECLARACION DE LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS CONTRA EL G20

DECLARACION DE LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS CONTRA EL G20 Mujeres y Hombres de los movimientos y organizaciones sociales mexicanas, delegaciones de más de 30 países que expresamos las resistencias en los 5 continentes al modelo neoliberal, reunidos en la Cumbre de los Pueblos denunciamos: Que la Cumbre del G20 es un espacio ilegítimo: Por romper con el multilateralismo: rechazamos que unos cuantos gobiernos asuman que tienen el mandato para definir qué debemos hacer el resto del planeta. Por ser una ampliación de países que integran el G7, responsables directos de los graves problemas económicos, financieros, sociales y ambientales que enfrenta la humanidad, no pueden ser juez y parte. Porque ninguna de sus propuestas será en beneficio de los más pobres. Sus respuestas a la crisis están sustentadas en mantener el sistema actual sin ninguna modificación de fondo. Porque es la alianza entre las élites tecnocráticas/políticas globales con el poder corporativo multinacional. Porque los diálogos que desde el G20 se fingen establecer con la sociedad, no son con todos. De ahí que los participantes en la Cumbre de los Pueblos siempre nos neguemos a participar en ellos. Exigimos debatir las diferencias de fondo y que sean de cara a la sociedad. Denunciamos que el gobierno mexicano ha querido mostrar una cara democrática impulsando procesos de diálogo en los que participaron sólo algunas de las posturas existentes en la sociedad civil, con exclusión de otras coaliciones tanto nacionales como internacionales. Finalmente es ilegítimo porque ellos son 20, nosotr@s somos 7 mil millones. Crean exclusión, nosotr@s creamos inclusión. La crisis se manifiesta en todos los ámbitos de nuestra vida, la sufrimos todas y todos. Pocos, caros e insanos alimentos, pérdida de empleos, cambio climático y riesgo de sobrevivencia de la vida en el planeta. La causa es única: el afán desmedido de ganancia, esencia del capitalismo que en sus últimas décadas se ha tornado especulador, salvaje, depredador y antidemocrático. Capitalismo Especulador: Hoy es más negocio especular que producir. Vender a precio de oro ilusiones de ganancias futuras y convertir en “activos financieros” todo. Hoy se especula con papeles de deudas, la venta a futuro de alimentos y materias primas, las capacidades naturales de nuestros bosques, biodiversidad y demás bienes comunes para tratar de sanar el ciclo de vida de la Pacha Mama. Todo se convierte en bonos que se tranzan en las bolsas de valores en medio de un sin número de corruptelas con complicidad de los Estados. Cuando estos bonos especulativos se desinflan y toman su valor real, los bancos entran en crisis y socializan sus perdidas. Entonces, los Estados los salvan con nuestro dinero, con nuestro desempleo, deterioro de nuestros servicios de salud y educación, etc. Capitalismo Salvaje: Se deja todo a la competencia, al libre comercio, a la ley del más fuerte. Los Estados se han convertido en guardianes de esta competencia y se olvidan de su papel de garantes de derechos de la ciudadanía y comunidades. Sin embargo, al estallar la crisis sí asumen gustosos el garantizar “los derechos” de los inversionistas institucionalizando la violación de todos los derechos de la gente. Capitalismo Depredador: El otro gran campo privilegiado de negocios actual es la sobreexplotación de recursos naturales: minería toxica, extracción de petróleo, etc. Ello depreda amplísimos territorios, contamina el agua, la atmósfera y acelera el calentamiento del planeta. Si no se detiene este calentamiento, se derretirán los polos y con ello aumentará el nivel del mar. Se hundirán bajo el agua amplias zonas costeras e incluso países isleños completos. Aumentarán los ciclones. Y sea hará inviable la agricultura en algunos lugares antes fértiles, etc. Es este modelo de capitalismo neoliberal y patriarcal lo que nos llevó a la crisis actual que no tiene precedentes. Rechazamos las recetas que los países del G20 quieren imponer al mundo, un modelo basado en el libre mercado que no funciona. La crisis multidimensional que estamos enfrentando llama a un cambio de sistema. Los pueblos deben ser partícipes de ese necesario giro de paradigma. Los líderes del G20 reiterarán un llamado en contra del proteccionismo. Nosotras y nosotros, pueblos de este mundo, decimos que el proteccionismo es una respuesta soberana; es el momento de proteger el planeta, los territorios y nuestros sistemas de protección social. Capitalismo Antidemocrático. El G20 se abrogó el papel de gobernante mundial pero a su vez asume en su interior a los poderosos especuladores y retoma sus propuestas. La crisis no es solo económica, social y ambiental es también la crisis de la democracia. El G20 y su núcleo de poder en el Bussines 20 es la prueba palpable de una especie de privatización del Estado. Es un golpe de Estado en el que las corporaciones mundiales toman las decisiones que nos afectan a todas y todos, y al no ser electos no dan cuentas a nadie. Es antidemocrático porque está dispuesto a mantener este capitalismo con el uso de la fuerza militar como lo muestra la actual re-ubicación y ampliación de las bases militares y las invasiones en países de medio oriente. Es antidemocrático porque ante la lucha de los pueblos por sus derechos responde con la criminalización de la protesta social. Frente a ello, la Cumbre de los Pueblos lucha por una cambio, no solo económico, sino de valores, de formas de pensar, de vivir, de relacionarnos con la naturaleza y entre nosotras y nosotros, en suma por una nueva civilización cuya racionalidad no es la ganancia y el consumo sino el “buen vivir”. La Cumbre de los Pueblos que se continuará en Río de Janeiro son pasos en el ya largo camino de globalizar las luchas y constituirnos en un gran actor multisectorial y global que empuje verdaderas soluciones para el planeta y el 99% de la humanidad. Llamamos a fortalecer la unidad, la resistencia, la articulación de los movimientos sociales globales levantando como ejes de lucha: La construcción de un nuevo sistema monetario y financiero que garantice: Control y regulación de las entidades bancarias y financieras que implica la eliminación de la especulación con alimentos y materias primas y la financiarización de la naturaleza Soberanías monetarias regionales Impuesto a las Transacciones Financieras Internacionales Eliminación de los privilegios a los inversionistas extranjeros en los Tratados Bilaterales de Inversión y TLC’s y los injustos mecanismos de solución de controversias como el CIADI Eliminación de los Paraísos Fiscales Auditoraje de las deudas externas a fin de no pagar las deudas ilegitimas y corruptas La defensa y protección de nuestros territorios y recursos: Derecho de las comunidades a decidir sobre la realización de megaproyectos en su territorios Derecho universal a una alimentación sana , libre de transgénicos y producida agroecológicamente por campesinos que garantice la soberanía alimentaria No a la minería toxica y a cielo abierto Derecho a la información, democratización de los medios y acceso universal al Internet. Por todos los derechos para todos y todas Empleos con prestaciones, salarios dignos, derechos colectivos que incluyan condiciones justas e igualitarias para las trabajadoras Derecho universal a la salud, la educación, al agua, a una vivienda digna, un ambiente sano. En suma a una vida digna. Invitamos a todos y todas a mantener la movilización permanente contra el poder corporativo multinacional y sus gobiernos que se reunirán en Rusia en 2013. Fortalezcamos el poder popular y de la ciudadanía. Globalicemos la lucha, la resistencia y la solidaridad de nuestros pueblos. No al G20 porque no nos representa, porque es la voz de los saqueadores y defiende por encima de nuestros derechos los intereses del gran capital que tiene en los especuladores su máxima perversión.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Los movimientos sociales en el posneoliberalismo

Los movimientos sociales en el posneoliberalismo:
De la resistencia a la esperanza

Pablo Dávalos

En Ecuador, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, conjuntamente con otras organizaciones sociales, llevaron adelante la Marcha Plurinacional por el Agua, por la Vida y la Dignidad de los Pueblos, del 8 al 22 de marzo de 2012, con una plataforma de 19 puntos entre los que constaban la oposición a la megaminería a cielo abierto, la defensa del agua, el rechazo a la criminalización social, entre otras; demandaban, además, el cumplimiento de los derechos que constan en la Constitución y que no han sido ni cumplidos ni respetados por el gobierno de Alianza País.

En Bolivia, en cambio, la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, CIDOB, con el apoyo del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo, CONAMAQ, y otras organizaciones sociales, en especial aquellas de los territorios indígenas del TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure), realizaron, en septiembre de 2011, la VIII Marcha Indígena por la defensa del TIPNIS, los derechos territoriales, el medio ambiente, las áreas protegidas, los derechos colectivos y la libre determinación de los pueblos indígenas, y anuncian la realización de la IX Marcha para el 25 de abril de 2012 que, además, cuenta con el apoyo de la histórica COB (Central obrera boliviana).

Las organizaciones bolivianas realizan esta marchaen oposición a la construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos, que partiría en dos el TIPNIS y lo integraría a los procesos de mercantilización y privatización territorial contenidos en los planes de integración de la IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura de Sud América) y que, según las organizaciones indígenas, expresa el compromiso cada vez creciente del gobierno de Evo Morales con las transnacionales de la minería, el petróleo, el agronegocio e, incluso, el narcotráfico.

Es significativo que en ambos países las organizaciones indígenas y sociales se opongan a gobiernos que se han autocalificado de izquierda y que gozan de un amplio reconocimiento a nivel mundial como gobiernos progresistas y críticos al neoliberalismo.También es significativa la forma por la cual ambos gobiernos, tanto Alianza País en el Ecuador, cuanto el Movimiento Al Socialismo, MAS, en Bolivia, se han confrontado a estas marchas y han utilizado todos los recursos del Estado para boicotearlas, deslegitimarlas, manipularlas, minimizarlas y, finalmente, reprimirlas. Son comunes los argumentosutilizados por ambos regímenes tanto para legitimarse a sí mismos cuanto para desacreditar a las organizaciones sociales, así como son parecidas las estrategias de cooptación, división social y confrontación con organizaciones o redes clientelares creadas por estos gobiernos.

Así por ejemplo, en Ecuador, Alianza País utiliza el respaldo de organizaciones relativamente pequeñas como la FEI, o la Red Agraria, para oponerlas a la CONAIE;moviliza también al sector público y a los receptores de las transferencias monetarias condicionadas, el Bono de Desarrollo Humano, para crear la sensación de un enorme y multitudinario apoyo a su favor. En Bolivia, el MAS llegóa inventarse un movimiento social, el CONISUR (Consejo Indígena del Sur), para confrontar a la CIDOB y la CONAMAQ y, de paso,incumplir con los compromisos que la VIII marcha en defensa del TIPNIS le había obligado a suscribir.

Ahora bien, es necesario referir y contextualizar estas marchas indígenas y sociales, que no solamente se producen en Ecuador y Bolivia sino en toda Abya Yala, al interior de las resistencias a los procesos de acumulación por desposesión que caracterizan al posneoliberalismo, es decir, aquel momento de la historia en el cual aparentemente en Abya Yala (América) se ha superado el neoliberalismo duro del Consenso de Washington para entrar, en cambio, en la privatización de los territorios, los recursos naturales y la criminalización social.

La presión extractivista de las transnacionales, sobre todo de la megaminería a cielo abierto y el agronegocio (soja transgénica, maíz transgénico, biocombustibles, etc.), está provocando una fuerte disputa sobre los territorios, los recursos naturales y la soberanía estatal. El despojo, la expropiación, y la violencia del extractivismo están generando el mismo miedo social y la misma pobreza que en su tiempo provocaron las políticas de shock del FMI.

El extractivismo, de otra parte, está transformando los sistemas políticos de la región hacia modelos de dominación política cada vez más autoritarios, violentos, panópticos y clientelares.

En esa dinámica, la criminalización social, la represión y la eliminación de las resistencias sociales, van de la mano del incremento del gasto fiscal en salud y educación, así como de un amplio abanico de transferencias monetarias condicionadas, creadas, además, desde el Banco Mundial (en Ecuador: Bono de Desarrollo Humano; en Bolivia: Bono Juancito Pinto).

Este proceso simultáneo de criminalización y asistencialismo clientelar, a veces se acompaña de una retórica nacionalista y de una fuerte crítica al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, por parte de Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia. Una crítica que ha demostrado ser irrelevante cuando se trata de entregar los recursos naturales a las transnacionales.Sin embargo, esto ha conducido a que varios sectores de izquierda a nivel mundial, apoyen a estos gobiernos incluso en contra de las organizaciones sociales que luchan y resisten al extractivismo.

La marcha organizada por la CONAIE en Ecuador en contra de la minería a cielo abierto y en defensa del agua, así como la marcha en defensa del TIPNIS que realizaron la CIDOB y la CONAMAQ en Bolivia, indican una recuperación del movimiento social y de sus posiciones críticas, y el fracaso de la intención gubernamental de adscribir a estas organizaciones y movimientos sociales a sus propias dinámicas. Estas marchas tienen varios puntos en común y están generando un proceso de transición política en Abya Yala, que es necesario señalar.

Uno de los primerosaspectos que comparten las organizaciones sociales de Bolivia y Ecuador es que sus movilizaciones han logrado arrebatar la iniciativa política a sus respectivos gobiernos y estánllevandoal debate político y sus definiciones por fuera de las coordenadas del liberalismo. Los movimientos sociales no esperan el tiempo electoral, ni tampoco confían en las instituciones del sistema político liberal (como el parlamento) para frenar al extractivismo, porque saben que la definición y disputa realse juega por fuera de los márgenes del sistema político.

Es una ingenuidad pensar que la acumulación del capital, sobre todo en su fase de desposesión y extractivismo, pueda contenerse solamente utilizando las instituciones liberales. En general, esas instituciones sirven para imponer las prioridades que nacen desde la acumulación del capital y casi siempre son de una sola vía, aquella que nace desde el poder.Precisamente por ello han recuperado la movilización, porque saben que fue con la movilización que pudieron frenar el neoliberalismo, e intuyen que será con la movilización que detendrán al extractivismo.

Empero, este cambio de las reglas de juego resiente a los gobiernos que quieren que la conflictividad social se procese desde las coordenadas disciplinarias del liberalismo. Estos gobiernos están plenamente conscientes del rol político que tiene la movilización, porque cuando estuvieron del otro lado de la orilla apostaron todo, precisamente, a la movilización social. Su constitución como opciones políticas nació con la movilización, por ello ahora pretenden controlarla y asumirla como prerrogativa propia. En virtud de que estos gobiernos nacieron desde la movilización y la resistencia al neoliberalismo,asumen que tienen patente de corso sobre la movilización social. Por eso, los gobiernos de Ecuador y Bolivia, han acusado a los movimientos sociales de estar respaldado por la CIA norteamericana, por la derecha oligárquica, por los grupos tradicionales de poder que utilizan al movimiento social para restaurar el statu quo, etc. Todo con tal de evitar que la movilización social regrese nuevamente a los movimientos sociales.

Asimismo, han acusado a las organizaciones sociales de aprovechar las movilizaciones para posicionarse electoralmente y han negado validez a la agenda de los movimientos sociales, haciendo uso, de esta manera, de la misma retórica que utilizaban los regímenes neoliberales para desacreditar a las movilizaciones sociales. Han intentado, incluso, desprestigiarlas utilizando criterios racistas, sexistas, machistas y xenófobos. Los gobiernos “progresistas” de Ecuador y Bolivia tienen miedo cerval a la movilización social porque saben que éstas pueden generarles un vacío político cuyas consecuencias no quieren ni siquiera imaginar.

En ambos países, los gobiernos también han utilizado sus redes clientelares para movilizarlas en contra de los movimientos sociales y han tratado de provocarlos generando confrontaciones, para luego acusar al movimiento social de violento y, en consecuencia, deslegitimarlo y reprimirlo. De hecho, el gobierno de Bolivia ha acusado a las víctimas de la represióngubernamental durante la VIII Marcha en defensa del TIPNIS de ser ahora ellos los victimarios y los ha acusado de intento de homicidio (aunque no dicen a quién).

No obstante, tanto la CONAIE del Ecuador y sus aliados, cuanto la CIDOB y la CONAMAQ de Bolivia, han superado esa intención de sus respectivos gobiernos de que su movilización sea reducida a las coordenadas del liberalismo, y han sostenido su resistencia en el espacio que mejor conocen y procesan: la movilización social. Esa movilización tensa la cuerda del liberalismo y agota a los gobiernos de Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia y, al mismo tiempo, fortalece a los movimientos sociales.

Las movilizaciones sociales están recuperando nuevamente el sentido de la política como praxis histórica, pero en un nivel diferente porque una cosa era confrontar a regímenes expresamente neoliberales y otra a los gobiernos progresistas posneoliberales. Su tarea es quizá más compleja que antes porque tienen que demostrar que la adscripción a la izquierda que hacen estos gobiernos es solamente un simulacro del poder.

Una segundopunto común a ambos procesos es que al recuperar la agenda política y su discurso, los movimientos sociales están desalojando del espacio de la izquierda política tanto a Alianza País en Ecuador, cuanto al MAS en Bolivia, y de esta manera los están empujando hacia el centro político. Ahora bien, el centro solo existe desde la mirada de la derecha política. Se trata de una jugada importante porque estos regímenes se legitimaban, precisamente, en una ideología crítica al capitalismo y que establecía una relación simbólica importante con la historia de movilización, resistencia y lucha social de los movimientos sociales de ambos países.

La adscripción a la izquierda se convertía en un dispositivo ideológico fundamental para mantener la hegemonía política y movilizar a la población en función de sus prerrogativas. Este desplazamiento hacia el centro hace que la referencia a cualquier discurso de izquierda por parte de Alianza País en el Ecuador o el MAS en Bolivia, sea asumido más como un recurso de mercadeo y publicidad política que como un compromiso real. Esto implica que ambos partidos políticos no son ya una opción de cambio sino una solución de continuidad con el posneoliberalismo.

Un tercer punto en común está en la agenda que ambos movimientos sociales han logrado posicionar con fuerza: el modelo extractivista como eje central que caracteriza a estos gobiernos posneoliberales. Se discute ampliamente en Ecuador sobre la megaminería a cielo abierto y la defensa del agua gracias a la CONAIE y sus aliados. El Presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en esta discusión y como es lógico en un gobierno posneoliberal, defiende con ahínco y devoción a las corporaciones mineras transnacionales. En Ecuador, la CONAIE ha logrado provocar un amplio debate sobre el agua, la tierra y los territorios, en un contexto en el que existe una Constitución que, al menos teóricamente, le es favorable. De esta forma, la CONAIE ha recuperado su rol político de subrayar aquellos temas del debate político que son prioritarios para el país. La agenda de la política regresa, nuevamente, hacia los movimientos sociales.

En Bolivia, la defensa del TIPNIS ha creado las condiciones para que los movimientos sociales sitúen el debate en un contexto más geopolítico. La defensa del TIPNIS se hace en contra dela IIRSA y de las pretensiones geopolíticas de la burguesía brasileña (de hecho, la empresa que construirá la carretera en el TIPNIS es la brasileña OAS). El movimiento social boliviano, sobre todo luego de las movilizaciones en contra del presidente Morales que pretendía aplicar un ajuste macrofiscal en el mismo estilo de aquellos aplicados por el FMI, incrementando el precio de la gasolina, en diciembre de 2010, ha comprendido que en el momento posneoliberal la resistencia es, básicamente, geopolítica. Es ésta una dimensión aún ausente en el movimiento social ecuatoriano.

Un cuartopunto en común a ambos procesos hace referencia a la forma por la cual se interrogan sobre el futuro político. ¿Cuáles son las opciones luego de Correa en Ecuador y Morales en Bolivia? Poco a poco, los movimientos sociales empiezan a comprender que las opciones reales no pasan necesariamente por el sistema político liberal; comprenden también que ese sistema político, a pesar de todas las referencias a la democracia y a la participación, en realidad debe ser comprendido siempre como un sistema de dominación. Ahora entienden que la democracia quizá se encuentre por fuera de ese sistema político liberal. Esta comprensión de la democracia como una apuesta por descolonizarla del liberalismo, es correlativa a aquella otra constatación de que el desarrollismo que hacen gala los gobiernos progresistas de la región, es otra expresión de la acumulación por desposesión del capitalismo. Ni desarrollismo económico ni democracia liberal, sino democracia social y comunitaria, y Buen Vivir. Alianza País en Ecuador, y el MAS en Bolivia, no son alternativas al desarrollismo, en realidad expresan otras formas de desarrollismo y liberalismo, vale decir, capitalismo.

Es por ello que se ha suscitado un fuerte debate sobre las propuestas emancipatorias de los movimientos sociales. En Bolivia se ha tratado de trivializar y banalizar la propuesta emancipatoria del movimiento indígena etiquetándola comopachamamismo. En Ecuador también se ha producido ese debate en contra del concepto del sumak kawsay (Buen Vivir). Sin embargo, los movimientos sociales comprenden claramente que el extractivismo y el desarrollismo son incompatibles con el Buen Vivir, cualquiera sea su definición, y que mientras más avance el extractivismo más en peligro está la supervivencia de la vida humana, lo que recuerda las derivas biopolíticas del posneoliberalismo, de ahí que en ambos países una consigna común del movimiento social sea la defensa de la vida.

Los movimientos sociales también comprenden que en el liberalismo los gobiernos, de forma independiente de su color político que, incluso, puede tener los colores de la wiphala (el arcoiris), ahora está del lado del poder, y que ese poder apuesta con todo por la violencia y la desposesión extractiva. En los movimientos sociales de Ecuador y Bolivia, hay una percepción cada vez más clara que Rafael Correa y Alianza País, así como Evo Morales y el MAS, son los rostros que asume el nuevo poder, son las nuevas amenazas a la vida, a la soberanía y a la paz.En estos dos países, gracias a los movimientos sociales, radican las esperanzas más firmes del movimiento social de continente por superar el momento posneoliberal y las tentaciones de los gobiernos progresistas.